Pueblo venezolano sigue defendiendo su revolución

By Berta Joubert-Ceci on October 7, 2014

Venezuela se encuentra en medio de la difícil tarea de construir la ruta hacia el socialismo. Como todo proceso viviente, no es uno linear, sino con avances y retrocesos, con errores y rectificaciones, siendo lo principal el continuo esfuerzo del pueblo en propulsar la construcción de un sistema justo que por una vez y por todas suplante el violento capitalismo aún imperante en Venezuela.

Desde la trágica muerte del presidente Hugo Chávez en marzo de 2013, la Revolución Bolivariana se ha visto inmersa en batallar contra una constante e inmensa campaña desestabilizadora que ha desatado la derecha opositora aprovechando el profundo dolor del pueblo por la partida de su tan amado líder. Ésta oposición, ayudada y promovida siempre por los Estados Unidos, ha desarrollado guarimbas, asesinatos, violencia callejera, campañas mediáticas, contrabando, especulación y desabastecimiento de insumos necesarios, intentos de asesinato contra sus dirigentes, incluso contra el presidente Nicolás Maduro quien ha heredado la difícil tarea de suceder a un inmensamente popular y carismático líder mundial.

Cuando los medios noticiosos en Estados Unidos reportaban sobre los eventos de violencia del pasado febrero que dejaron 43 muertes, desinformaban culpando a jóvenes chavistas mientras promovían el “derecho a la manifestación pacífica” de jóvenes opositores. Ahora esta gran mentira se ha visto expuesta por el gobierno colombiano cuando el 4 de septiembre deportó a Venezuela a dos jóvenes venezolanos que se encontraban en Bogotá obteniendo armas y municiones además de entrenamiento por paramilitares colombianos ligados al ex presidente colombiano Álvaro Uribe, famoso por sus nexos criminales.

“El vídeo revela los planes de contratar francotiradores y expertos en explosivos para realizar acciones terroristas en varias regiones de Venezuela, con la ejecución además de una serie de asesinatos, y la detonación de explosivos en espacios públicos y privados”. (Telesur, 26 de sept.)

Con esta evidencia de videos y fotos, el gobierno venezolano ha logrado desarticular una vez más el más reciente ataque violento de la derecha.

La cooperación del gobierno colombiano es sumamente interesante, pues echa abajo los planes injerencistas de EUA que intenta utilizar a Colombia para destruir a la Revolución Bolivariana. Hay que recordar que durante la administración de Álvaro Uribe, gran aliado de EUA, se trasladaron 100 paramilitares a Caracas con el propósito de dar muerte al entonces presidente Hugo Chávez.

Bajo el gobierno de Santos sin embargo, quien no olvidemos que es también de derecha y fue el Ministro de Defensa bajo Uribe, ordenando el bombardeo del campamento de las FARC-EP en la frontera del Ecuador, ha habido más cooperación con el gobierno venezolano. Hasta hace poco, un gran porcentaje de los alimentos básicos de Venezuela y significativas cantidades de gasolina se trasladaban en contrabando a Colombia a través de la frontera.  Este contrabando ilegal aumentaba la carestía de alimentos que la derecha ha fomentado para sembrar desasosiego e insatisfacción en el pueblo bolivariano, con la esperanza de que así se rebelara contra el gobierno de Maduro. La actuación conjunta de ambos gobiernos en la frontera, ha ayudado a la reducción de este contrabando.

Actividades desestabilizadoras no terminan

Pero las actividades desestabilizadoras no terminan. Incluso, se estima que aumenten.

La campaña mediática promovida por EUA incluye el rumor de que Venezuela va a cometer impago en su deuda externa a principios de octubre. El 5 de septiembre, en una columna de opinión en el “Project Syndicate”, Ricardo Hausmann, profesor de economía de Harvard quien dirige el Centro para Desarrollo Internacional de esa universidad y quien fuera ministro de planificación de Venezuela y economista en jefe del Banco de Desarrollo Interamericano. Usando medias verdades y conjeturas, bajo el título de “¿Debería Venezuela Entrar en Default?” Hausmann sembró la duda de que Venezuela sea capaz de pagar sus obligaciones internacionales.

A lo cual el presidente Maduro contestó: “He ordenado a la Procuraduría, y le he hablado a la fiscal para que iniciemos acciones porque usted está metido en una campaña para hacerle daño a nuestra patria […] Tenemos las pruebas en sus declaraciones y artículos […] Usted es el asesor principal, Ricardo Hausmann, de todos estos grupos que le quieren hacer daño económico”. (elnuevoherald.com, 12 de septiembre)

Otra campaña ha sido la de sembrar rumores de una epidemia, quizás de ébola, que según los medios opositores ocurre en el estado de Aragua y que el gobierno oculta a la población, poniéndoles en riesgo de contaminación.

Ambas campañas han quedado desenmascaradas por el gobierno bolivariano y el pueblo organizado. No es ningún secreto que hay problemas en la economía en cuanto al uso desmedido de divisas a bajo costo por los oligarcas venezolanos quienes aún son los propietarios de las organizaciones de mercadeo. Este es el gran desafío de la revolución y su pueblo, que se ha dado a la tarea de resolverlo.

Sin embargo, esa Venezuela amenazada por la derecha internacional que tiene su dirigente en Washington y sus medios de comunicación, ha dado una lección de solidaridad internacional con su ayuda al pueblo palestino de Gaza.

Y a nivel nacional, su lucha por arrancar el poder a las transnacionales se vio expresada esta semana cuando las/os trabajadores, con ayuda del gobierno, tomaron la empresa estadounidense Clorox que cerró sus puertas el lunes 22 de septiembre sin pre notificación alguna a sus trabajadoras/es ni al gobierno. Las/os trabajadores recibieron del presidente de la compañía el siguiente mensaje de voz “nos vamos de Venezuela, ya les depositamos su liquidación en una cuenta, aunque ustedes no quieran, ya la fábrica no va a trabajar más, eso es todo lo que tengo que decirles…”.

“Los propios trabajadores eligieron la junta administrativa la cual el gobierno acompañará y se realizará un plan de reactivación de la fábrica, a fin de impulsar su productividad y asegurar el derecho al trabajo del capital humano que integraba esta compañía”.

(YVKE Mundial, 26 de septiembre)