Unión Borotba (Lucha)
Recientemente se celebraron dos eventos en Kiev para unir a la izquierda. Primero fue la creación de la coalición “Oposición de Izquierda” por parte del Partido Comunista de Ucrania (KPU, dirigido por Petró Simonenko) y el Partido Socialista Progresista de Ucrania (PSPU, dirigido por Natalia Vitrenko). Segundo fue el congreso fundacional del partido “Movimiento Social”.
Estos eventos no son iguales. El KPU, con varios miles de miembros, y el PSPU, con algunos cientos, son fuerzas políticas con su propia historia y estructura. El “Movimiento Social” tiene apenas unas docenas de miembros. Sin embargo, ambas asociaciones son importantes como consecuencia característica de ciertas tácticas de izquierda ante el golpe de Estado y el régimen represivo de la extrema derecha.
La Oposición de Izquierda de Simonenko y Vitrenko define claramente los sucesos de febrero de 2014 como un golpe de Estado, habla muy mal de la asociación con la Unión Europea y de las políticas dictadas por el FMI. Exige el fin inmediato de la guerra en el Dombás, y confía en los términos de los acuerdos de Minsk.
La Oposición de Izquierda es un intento del Partido Comunista y el Partido Socialista Progresista para continuar sus actividades tras la adopción por el Parlamento de Ucrania de la ley que prohíbe la “propaganda del comunismo”. Poco antes, el KPU anunció la creación del movimiento “Marcha de Izquierda”, que también se concibe como un “refugio” legal en el caso de una prohibición.
Al parecer, los dirigentes del Partido Comunista hasta hace poco no creían en la prohibición, y se complacían con la esperanza de que el anticomunismo militante del gobierno post-Maidan no fuera “grave”. Ahora que la amenaza de una dura represión contra la izquierda se ha convertido en una realidad, como Borotba advirtió desde el golpe de estado, la dirección del Partido Comunista busca frenéticamente oportunidades para mantenerse en la legalidad.
Sin lugar a dudas, se necesitan este tipo de estructuras legales de protección y damos la bienvenida a su creación. Sin embargo, en nuestra opinión, en condiciones de un régimen fascista, deben coexistir con estructuras ilegales de resistencia, con la parte legal del trabajo subordinada a la ilegal. En el caso del Partido Comunista, se trata de un intento de líderes corruptos, profundamente integrados en las estructuras del Estado burgués, de permanecer en el ámbito público a toda costa, incluso si eso significa renunciar a la parte más importante de su propio programa.
En la crisis de invierno-primavera de 2014, los dirigentes del Partido Comunista demostraron ser pasivos e incapaces de luchar. Durante el golpe de Estado de las fuerzas neoliberales nacionalistas y pro oligarcas, el Partido Comunista mantuvo su fracción en el Parlamento y su presencia ayudó a los golpistas, al crear la ilusión de que había “oposición”.
Los líderes públicos del Partido Comunista casi nunca participaron en el movimiento antifascista popular en el Sudeste, y las estructuras del partido fueron, con pocas excepciones, pasivas, cuando los respetables recursos organizativos y financieros del Partido Comunista podrían haber cambiado la correlación de fuerzas a favor del llamado “Anti-Maidan”.
Por el contrario, la dirección del Partido Comunista no sólo no apoyó el levantamiento popular en el Dombás, sino que denunció públicamente a los comunistas de Lugansk y Donetsk que abiertamente se pusieron del lado del pueblo. Es difícil de creer, pero en algunos casos los activistas del Partido Comunista fueron incluso expulsados del partido por “separatismo”, incluidos los defensores de la Casa de los Sindicatos en Odesa.
Sin un cambio de dirección del partido, cualquier iniciativa bajo el control del Partido Comunista será ineficaz en la lucha antifascista y anticapitalista.
En el otro flanco de la política de izquierda, vemos la consolidación de una serie de activistas en el partido “Movimiento Social”. Estos son básicamente activistas que abiertamente apoyaron el Euromaidán y el golpe posterior. Uno de los líderes de la nueva organización hizo un viaje especial a Gran Bretaña, donde hizo una presentación en la Cámara de los Comunes a nombre de la “izquierda ucraniana” para pedir apoyo al “gobierno revolucionario” de Turchinov y Yatsenyuk.
Estos activistas participaron en actividades del Euromaidán, a pesar de que este movimiento estaba dirigido por fuerzas políticas neoliberales y de ultraderecha. Contra los hechos y la lógica, argumentaron que la llamada “integración europea” llevaría a Ucrania leyes laborales y garantías sociales al estilo europeo.
Estos mismos activistas reaccionaron negativamente ante el movimiento antifascista popular en el sudeste de Ucrania, a menudo repitiendo las calumnias de la propaganda oficial. Así, algunos líderes del nuevo partido ayudaron a legitimar el golpe de derecha, simulando un apoyo de la izquierda a las nuevas autoridades de Kiev. Dado el pequeño número de los pro Maidan de izquierda, su propaganda fue dirigida principalmente a desorientar a la izquierda en Europa y el resto del mundo.
Un año después del golpe, cuando los resultados de la victoria de Maidan quedaron claros, varios activistas de la “izquierda del Maidan” comenzaron a desvincularse de ella, argumentando que condenan “ambos lados” del conflicto. Tal cambio de posición en tan corto período de tiempo no inspira esperanzas en un nuevo partido claro y fuerte. Esto también se refleja en el hecho de que el partido “Movimiento Social” ha sido incapaz de formular una posición sobre la guerra civil en Ucrania, sin duda la pregunta más importante de todas en la política ucraniana.
Por lo tanto, en ambos casos, con la creación de nuevas fuerzas, la coalición “Oposición de Izquierda” y el partido “Movimiento Social”, nos encontramos con un intento de adaptarse a la nueva realidad política, haciendo que sus actividades sean aceptables para el represivo régimen anticomunista en Kiev. Esta no es manera de luchar, es el camino del oportunismo.
Unión Borotba declara que sin un referéndum popular sobre la Constitución de Ucrania, sin llevar a los criminales de guerra ante la Justicia, sin una desnazificación profunda, ninguna actividad condicionada de la “izquierda” en los órganos del poder legislativo y ejecutivo dará lugar a cambios en pro de los trabajadores.
Estamos firmemente convencidos de que la liberación de Ucrania de las autoridades nazis y oligarcas es posible sólo a través de la lucha, no a través de la conspiración y la intriga.
¡Ucrania será libre y socialista!
Traducción al español por David Moreno
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