Nueva payasada del jefe de los curas. Gratitud al brazo armado de la iglesia franquista

Desde luego no sólo los seguidores de la Teoría de la Liberación encontrarían un parecido razonable del Papa Benedicto XVI con el Anticristo o con cualquier otra criatura imaginaria infernal, sino que la evidencia de su nueva payasada "guardiacivilera" subraya su caracter reaccionario, semi-feudal y de colaboración con el imperialismo y el capitalismo. Todo un monstruo.

Decía Sartre que los "verdugos tienen cara de miedo". Más miedo, imposible.

¿Que hacer?. Para empezar, eliminar toda esa estructura de poder parásitaria de la Iglesia será una tarea del socialismo. La burguesía prefiere vivir con la religión pues a la postre la hegemonía ideológica y la socialización de aborregamiento siempre es útil para la clase dominante.

Hasta entonces, riámonos de la siguiente imagen esperpéntica que muestra la gratitud con el brazo armado de "la reserva espiritual de occidente".

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Noticia del periódico 20 minutos:
http://www.20minutos.es/noticia/71630/0/papa/benedicto/tricornio/


EL PAPA SE CALZA UN TRICORNIO
20minutos.es. 07.12.2005 - 15:02h

Benedicto XVI luciendo tricornio



Benedicto XVI se esfuerza por mostrar su lado más desenfadado. Hoy en la audiencia en la Plaza de San Pedro alguien le ha ofrecido un tricornio de la Guardia Civil y no ha dudado en ponérselo unos instantes.


La anécdota se ha producido en la Plaza de San Pedro, a la que han acudido unas 20.000 personas para asistir a la tradicional audiencia general de los miércoles.En ella, Benedicto XVI ha instado a los gobernantes a ponerse del lado de los humildes, las víctimas y los más necesitados, al tiempo que animó a los débiles a confiar en Dios para superar las dificultades. Al término de la audiencia, Benedicto XVI hizo los tradicionales saludos en distintos idiomas y en español, saludó a los peregrinos de Latinoamérica y España y con particular afecto a los alumnos del Seminario y Colegio diocesano de Getafe. Fue entonces cuando se puso este tricornio que le ofreció uno de los asistentes sonriendo en todo momento. Benedicto XVI ya había sorprendido a los fieles con detalles como estos en otras ocasiones, como cuando el pasado mes de junio se colocó un casco que le ofrecieron los bomberos romanos, intentando así suavizar su imagen de burócrata frío y distante.