Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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12 de julio de 2006

El momento de la verdad en la Rada de Ucrania


Anatoli Baranov
Forum.msk.ru

Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín


En Ucrania se están produciendo unos acontecimientos, incomparablemente más importantes para Rusia y para la antigua URSS, que el revuelo que se ha organizado entorno a la conferencia “La otra Rusia”, la cumbre del G-8 en San Petersburgo, y demás adornos con que quieran disfrazar la realidad, o como dicen ahora, la política “real”.

Cerca de la medianoche, la Rada (parlamento ucraniano) eligió al vicepresidente de la cámara. El sillón junto a Alexander Moroz (líder del Partido Socialista, elegido para presidir el parlamento. N de la T) lo ocupará Adam Martiniuk, miembro del grupo parlamentario del Partido Comunista de Ucrania. Pero lo que es más importante: Victor Yanukovich es el candidato oficial a ocupar el cargo de Primer Ministro de Ucrania.

Ayer la Rada era un hervidero de pasiones, como nunca se ha visto aquí, en nuestra Duma, que más parece una “fosa común”. Prácticamente toda la sesión acabó convertida en una pelea en masa, cuerpo a cuerpo: los “naranjas” contra la “coalición anticrisis”. Caras ensangrentadas, puñetazos en la barriga. Turchinov, mano derecha de Timoshenko, recibió varios golpes de periódico en la calva.
Era tal el griterío que se hacía imposible oír lo que decían los otros, pese a subir el volumen de los micrófonos. Luego hicieron sonar las sirenas de los megáfonos y ya fue del todo imposible oír nada.

Pasada la medianoche, el combate continuaba. A decir verdad, y a pesar de la reputación de los “hermanos”, los diputados del “Partido de las regiones” presentaban un aspecto más digno, más sólido que sus oponentes liberal-demócratas, que parecían recién salidos de una cervecería de Munich. Supieron aguantar el ataque y junto con los comunistas y socialistas mantener su postura, sin histerismos, con decisión y generosidad.

A diferencia de la mayoría “naranja” o digamos de la mayoría de “Rusia Unida” en la Duma, la nueva coalición no ha acaparado todo. Enseguida aceptaron ofrecer a la minoría parlamentaria, la mitad de los comités. Lo cierto es que no “aceptaron”, puesto que el estruendo de las sirenas hacía imposible oír ninguna propuesta comprensible. Fueron ellos los primeros que ofrecieron llegar a un acuerdo.

En respuesta solo pudieron oírse los gritos histéricos de Timoshenko en su semi-ucraniano natal, anunciando su paso a la “férrea oposición”, y los gemidos de los diputados de “Nuestra Ucrania” por la falta de delicadeza con la que habían sido tratadas sus barrigas.

Todo apunta a que en la Rada ha llegado por fin el momento de la verdad. Las máscaras de los “payasos orangistas” han caído y tras ellas hemos podido ver… caras de payaso.
Digan lo que digan, la política ucraniana durante mucho tiempo era un política pueblerina, en la que al elector ucraniano se le podía comprar fácilmente con promesas de integración europea, de “valores occidentales” abstractos, y palabrería hueca de los tiempos del florecimiento de la “Rusia Democrática”.

Hoy, los ucranianos, tras un “año naranja” empiezan a sentir algo parecido a lo que experimentaron los rusos después de 1992. Por supuesto con las lógicas diferencias de estar en otra época y con unas condiciones de partida distintas, pero con el trasfondo de la supresión total de la esfera social (algo que los rusos todavía tienen que sufrir) y con unos precios cada vez más próximos a los rusos, e incluso a los moscovitas.

Todo esto con los mismos misérrimos sueldos y pensiones. La división social es brutal, como no se puede ver en Europa y dónde hasta en Rusia es difícil de encontrar. Con la natalidad más baja en Europa y la mortalidad más alta. Sin duda el nivel de vida más bajo en Europa.

Con esos logros como fondo, la recuperación de la vista y el sentido se producen a gran velocidad.
Difícilmente logrará Timoshenko sacar hoy a la “Maidan Nezalezhnost” a aquellos que hace un año estuvieron dispuestos a pasar día y noche en la plaza. Sin embargo, los ánimos en las regiones orientales de Ucrania se han radicalizado.

Los diputados locales de Lvov (feudo de los naranjas. N de la T) ya amenazan con desobedecer el mandato de Kiev en caso de que Yanukovich salga elegido Primer Ministro. Ante esta amenaza directa para la integridad constitucional, no hay nadie que pueda reaccionar: no hay ni Tribunal Constitucional, ni fiscal general. Pero existe la democracia directa que emana directamente del pueblo, y este pueblo ya no respaldará a un nuevo charlatán.

El poder naranja pende ahora de un hilo: no tiene en quién apoyarse ni por arriba ni por abajo. Ahora es “Otra Ucrania”.

Artículo relacionado: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=29314

Para ver imágenes de la pelea: http://www.vesti.ru/comments.html?id=49005&tid=37549

(clicar sobre la foto en el icono de la cámara de video.)