La miseria india impulsa la rebelión “naxalita”.

Elaboración propia de "Civilización Socialista".
India, la cacareada “mayor democracia del Mundo” según la prensa occidental, es un estado injusto y desigual. Dominado por la alianza entre la burguesía y las fuerzas feudales y cada vez más dependiente del FMI y de la Banca Mundial. A pesar de su desarrollo económico no resuelve los graves problemas sociales de las amplias mayorias. Casi todos los 700 millones de campesinos indios viven en minúsculas parcelas de menos de una hectárea. Dependen de las grandes empresas privadas para el suministro de semillas, abonos e insumos. El más pequeño incidente provoca que quiebre su frágil economía de subsistencia. Los grandes proyectos minerales o hidraúlicos privan de sus tierras a los 75 millones de adivasi, tribus de habitantes originarios de la India. Los más pobres viven en la desesperación. Como dato: 25 mil campesinos se suicidaron de 1998 al 2004. La opresión de las castas inferiores, de las minorías religiosas, de las mujeres y de las masas pobres es insoportable y las protestas son con frecuencia ahogadas en sangre por las fuerzas de seguridad y las bandas armadas de los feudales.

En este contexto está creciendo la actividad insurgente del movimiento maoísta que toma el nombre de “Naxalita”. Es el fruto de los vaivenes del Movimiento Comunista Internacional (MCI) y de las tradiciones revolucionarias de los pueblos de la India. En 1951 el Partido Comunista de la India creado en 1921, activo en la lucha anticolonial, abandonó la lucha armada. En 1962, como rechazo a la línea reformista marcada por el XX Congreso del PCUS, tuvo una escisión que con el tiempo se convertirá en el principal partido de la izquierda legal, el PCI (Marxista). Pero aquí no acaba el fraccionamiento del comunismo indio. En 1967 bajo la influencia del maoísmo chino iniciando la siniestra “revolución cultural” se escinde de este último partido, una corriente pro china que dará lugar en 1969 al PCI (Marxista-Leninista) que aplica a la India las tácticas de Guerra Popular desarrolladas por los comunistas chinos en los años 30 y 40. El resultado es una catástrofe: los maoístas impulsan en 1969 una insurrección campesina armada en Naxalbari, en el norte del Estado de Bengala Occidengal, que será aplastada sin piedad con un saldo de 10 mil muertos. Su líder Charu Mazumdar y miles de cuadros son asesinados. El Partido se fragmenta en grupos que se repliegan a remotas zonas rurales sin ningún contacto entre ellos ni con el mundo exterior. Sus nombres son: el Centro Comunista Maoísta (CCM), el Centro Revolucionario Comunista de la India (Maoísta), el PCI (ML) “Naxalbari”, el PCI (ML) “Guerra Popular”, ... . El gobierno chino les abastece en armas hasta 1980 cuando abandona las derivas maoístas bajo la dirección de Den Xiao Ping.

A comienzos del siglo XXI estos grupos cobran una fuerza creciente, recuperan contacto con el exterior y entre sí, y algunos de ellos se unifican. En el 2003 el CCM y el Centro Revolucionario Comunista de la India se unifican para dar lugar al Centro Comunista Maoísta de la India (CCMI). En el 2004 se crea el grupo más importante al unificarse el CCMI con el PCI (ML) “Guerra Popular”. Su secretario general es Ganapathi, antiguo lider del grupo “Guerra Popular”. Dispone de un así llamado Ejército Guerrillero Popular de Liberación formado por 10 mil combatientes fijos apoyados por milicias locales. Son influyentes en 13 de los 28 Estados. En el de Jharkhand fronterizo con Bengala Occidental y de base tribal, del 75 al 80 % de las aldeas están regidas por la “nueva democracia” maoísta. Han suprimido los matrimonios de niños y otras tradiciones atrasadas. El CCM decía que había convertido Jharkhand en Lalkhand (Lal significa rojo). En 3 distritos de Bengala Occidental están fuertemente implantados, Purna Bhuri, Medinapur, Puruliya y Bakura. En algunos distritos del Estado de Bihar los maoístas apoyándose fuertemente en las castas inferiores, cobran impuestos a las empresas, construyen diques y sistemas de regadío. Están también en los estados de Kerala, Maharastra, Karnataka, Andhra Pradesh, Orisa, Chattisgarh y en otros. El ministro jefe de Bengala Occidental Buddhadeb Bhattacharjee reconoce que los maoístas trabajan con los más pobres.

Los ataques maoístas son cada vez más frecuentes. Según el Asia Centre for Human Rights en el primer trimestre del 2006 han muerto 235 personas (103 civiles, 80 maoístas y 52 miembros de los cuerpos armados del país) a resultas de esta insurgencia.

Ante el futuro al movimiento naxalita se le ofrecen dos modelos para su acción: el nepalí o el peruano.

En el caso nepalí, el PC de Nepal (maoísta) ha sabido combinar con habilidad la acción armada con la política, la movilización de masas y las alianzas políticas con las fuerzas políticas de cara a incrementar su influencia, conseguir sus objetivos políticos y aislar a la monarquía feudal

En el caso peruano los maoístas han seguido una vía diferente. Han practicado una línea sectaria contraria a numerosas organizaciones del movimiento de masas y han aplicado dogmáticamente las prácticas chinas a una realidad tan diferente como la peruana. En definitiva no han desarrollado una lucha revolucionaria adecuada y han sido derrotados por el estado burgués.

Creemos que la relación que han mantenido los naxalitas y los maoístas nepalíes puede favorecer una reflexión en los primeros que les lleve a entablar alianzas con los comunistas legales, con las organizaciones de masas y con la población urbana. En este caso creemos que la Revolución Socialista en la India habrá dado un gran paso en su consecución. Las decenas de millones de oprimidos, explotados y hambrientos de ese inmenso país tendrán esperanza de salir del infierno que es su vida.

Web del PCI (Maoísta) www.peoplesmarch.com
Web de otro Partido Marxista Leninista que no práctica la lucha armada PCI (ML) “Liberación” y colabora con el PCI y el PCI (Marxista) www.cpiml.org/
Web del PCI (Marxista) http://cpim.org/
Web del PCI www.cpindia.org