Comunistas rusos protestan contra provocaciones en Parlamento Europeo
El presidente del Partido Comunista de la Federación de Rusia, Guennadi Ziuganov, denunció en diciembre la campaña urdida por la PACE contra las fuerzas izquierdistas y gobiernos socialistas. Pretenden, afirmó, sentar en el banquillo a los comunistas junto a fascistas y franquistas por "graves delitos cometidos", acciones éstas que forman parte de la ola anticomunista que recorre Europa. En una comunicación difundida por la prensa indicó que además de una resolución, los promotores proponen revisar los textos escolares bajo este nuevo punto de vista y organizar una conferencia internacional para discutir sobre este tema. El líder de la bancada del PCFR en la Duma rusa subrayó que la Asamblea parlamentaria actúa como organizador de la cacería contra los comunistas, en busca de establecer un control sobre el pensamiento y las convicciones de los europeos para falsificar la historia. Opinó que la institución tiene una sola elección de principio en el sentido de renunciar a esa provocación fabricada e instigada por representantes de Europa del este, y apoyada por Estados Unidos. El parlamento europeo debe sincerarse, pues de su decisión depende la relación de la comunidad internacional respecto a esta organización, sumida en una profunda crisis desde hace algún tiempo, advirtió el dirigente. La institución es cuestionada desde hace tiempo, destacó, por sus francas posiciones anticomunistas, apoyo al apartheid y dobles raseros. No se puede olvidar que la expresión más cínica e ilegal de esta corriente fue el fascismo hitleriano con su programa de aniquilación de la ideología socialista y comunista. Recordó los sufrimientos que padecieron millones de personas en el mundo y el genocidio contra pueblos enteros, al tiempo que "esa amenaza fue detenida ni más ni menos que por la Unión Soviética, dirigida entonces por los comunistas". Ziuganov por último comentó que la delegación rusa presente en la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo cerró filas contra esa acción y exigió retirar la resolución. Un intento similar fue abortado en octubre pasado cuando representantes de las repúblicas del Báltico, Polonia, Hungría y Bulgaria pretendieron condenar la ideología marxista-leninista y llevar a la picota a conocidos dirigentes comunistas.
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