REPUBLICANOS HOMENAJEAN AL POETA MIGUEL HERNÁNDEZ

Acto político de Ciutadans per la República en homenaje al poeta Miguel Hernández

Esta mañana, un nutrido grupo de miembros de la Plataforma de Ciutadans per la República – PV, donde han sido abrumadora mayoría los jóvenes pertrechados con banderas tricolores, ha acudido al cementerio de Alicante para rendir un sentido homenaje al poeta y militante comunista oriolano. Asimismo, se trataba de reconocer su trayectoria de defensa de la República y portavoz del sentir del pueblo, hasta su muerte a manos de la represión franquista.
Además de ofrecer como recuerdo al poeta el tradicional ramo de flores tricolor, los republicanos han recitado el conocido poema hernandiano "Vientos del pueblo me llevan", por considerarlo representativo del actual momento de ascenso del movimiento por la III República y de la lucha por la libertad que históricamente ha caracterizado a los pueblos de España.

Por último, se ha dado lectura a una declaración política en la que se llama a «mirar hacia el futuro» y a continuar la lucha por conseguir la III República. Los firmantes consideran que este trabajo es «el mejor homenaje a todos los republicanos y antifascistas», más allá del merecido recuerdo de su labor y de los nunca suficientes homenajes a quienes dieron su juventud y su vida por una República «que es sinónimo de igualdad, justicia y libertad»: reivindicaciones que, consideran, siguen vigentes en un régimen en el que reyes, príncipes y duquesas, pero también banqueros y potentados, mantienen sus trasnochados privilegios. Los republicanos reivindican, con la Tercera República, «una democracia que significa el derecho a la autodeterminación de los pueblos, la recuperación de la memoria histórica y la derogación de la Constitución monárquica de 1978 para que el pueblo recupere la soberanía que se le arrebató mediante el golpe militar del 36 y que todavía no le ha sido restituida».



Al término del homenaje, los militantes de Ciutadans per la República se unieron al acto cultural organizado por colectivos como la Asociación de Estudios Miguel Hernández, la Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica, EUPV y PCPV. Finalmente, miembros de la susodicha Comisión descubrieron una placa, en recuerdo de los veintisiete republicanos fusilados y enterrados en la fosa común en noviembre de 1939.


VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos;
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy de un pueblo de bueyes
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpago,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gente de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros, de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

MIGUEL HERNÁNDEZ ("Viento del pueblo")