De la ruptura a la unidad: camino al Partido Comunista Unificado de Bielorrusia

Pravda

Traducido del ruso para Civilización Socialista por Josafat S.Comín


Los miembros del Partido Comunista de Bielorrusia y del Partido de los Comunistas de Bielorrusia (en adelante KPB y PKB por sus siglas en ruso. N de la T) han creado un grupo promotor para preparar y conducir el congreso de unidad de estos partidos, del que saldrá el Partido Comunista Unificado de Bielorrusia, sobre la base del KPB. El corresponsal de “Pravda” en Minsk, Oleg Stepanenko, se citó con la líder del Partido Comunista de Bielorrusia, Tatiana Golubieva, a la que pidió que nos explicase cómo se va a desarrollar el proceso de unidad.

-- Tatiana Guennadievna, la declaración del grupo promotor y la decisión del pleno del Comité Central del KPB han tenido una amplia repercusión social y se debaten activamente en los medios. La mayoría de políticos y observadores coinciden en que en la actual coyuntura exige recomponer la unidad del movimiento comunista en la república, en el menor tiempo posible.

Naturalmente, como queda claro de la declaración del grupo promotor: “…no podemos permanecer indiferentes ante lo que está ocurriendo, permitir la desunión en las filas del partido más antiguo de nuestro país, bajo cuya dirección se sentaron las bases de la identidad del estado bielorruso, se derrotó al fascismo, y se construyó una sociedad de justicia social.”
Esta aspiración a recuperar la unidad no es algo de ayer ni de hoy. Es algo que ha estado latente durante todos estos años en los corazones de los comunistas, en que nuestro partido, debido a una serie de condicionamientos objetivos y subjetivos ha estado dividido.

--No estaría de más recordar que fue lo que provocó la ruptura.

Desde abril de 1993 en la república funcionaba un solo partido comunista pero sus líderes con Serguei Kaliakin a la cabeza entablaron un pacto con los partidos radicales burgueses.

Al firmar en nombre de los comunistas una declaración de acciones conjuntas junto con los nacionalistas de derechas del tipo de Pozniak y Shushkievich, iniciaron el camino de la renuncia a los principios básicos del marxismo leninismo.

Las ambiciones personales, la adulación ante Occidente, les llevaron al campo de la derecha. Algunos de estos líderes se convirtieron directamente en vasallos de Occidente, lo que fue inmediatamente aprovechado por aquellos que han mantenido y continúan manteniendo una política de presión sobre Bielorrusia y Rusia, bien conocida como “Drang nach Osten”.


--En la concepción estratégica de la OCDE, adoptada en base al informe del representante de esta misión diplomática en Minsk, el agente alemán Hans-George Vick, se sabe que está contemplada la ayuda no sólo a los partidos burgueses que trabajan activamente en pro de los intereses occidentales, sino también al partido comunista “disidente”.

Precisamente, la deriva hacia la derecha y hacia Occidente del partido comunista, obligó a las fuerzas sanas del partido, en unas difíciles condiciones para la república, a romper con los seguidores de Kaliakin y restablecer la actividad del PKB existente en la etapa soviética.

El tiempo ha confirmado lo acertado de aquella decisión.

Kaliakin se implicó todavía más en su colaboración con Occidente, en su lucha contra su país y su pueblo. Participó en conferencias antibielorrusas organizadas por los Estados Unidos y la OTAN, voló a Washington para coordinar acciones conjuntas, explicando cínicamente los objetivos de esos viajes junto a los líderes del Frente Nacional de Bielorrusia y otros partidos radical-burgueses: "viajamos porque comprendíamos que los Estados Unidos estaban interesados en la democratización de Bielorrusia ".

Últimamente ha comandado el cuartel pre-electoral de Milinkevich, el pretendiente de la novia de Washington y proclamado candidato único de las fuerzas “democráticas” ansiosas de ejecutar en Minsk una nueva revolución de “colorines”.

Está claro de los comunistas no podían aceptar una postura tan abiertamente traicionera y muchos comenzaron a abandonar las filas del Partido de los Comunistas de Bielorrusia.

Organizaciones enteras de todas las regiones del país se han pasado al Partido Comunista de Bielorrusia y no es un fenómeno novedoso, y lo más importante: viene de abajo, de la base, dictado por la vida misma.
Así que al grupo promotor ha sabido captar perfectamente el sentir de los comunistas.

Es importante destacar que entre los miembros que forman el grupo hay figuras muy destacadas y respetadas. Entre ellos, antiguos dirigentes de la republica y el partido de la época soviética como Alexander Axionov, Nikolai Dementey, Alexei Kamay, Vladimir Bedulya.

Al tiempo que comprendemos que la reunificación de los dos partidos comunistas es una necesidad imperiosa, debemos reconocer que el proceso no es tan fácil y sencillo como pudiese parecer a primera vista.

--¿Dónde se hallan las principales dificultades?

En primer lugar hay que reconocer que el movimiento comunista en la república está debilitado. La ruptura y el comportamiento de la dirección del PKB, han hecho mella en la confianza de la gente hacia los comunistas. Los medios han sabido aprovechar la situación, manipulando y deformando la realidad.

En segundo lugar, la abierta oposición al proceso de unidad por parte de la dirección del PKB.
La opinión de la base, de las masas no les interesa. Kaliakin ya ha declarado que la dirección del PKB no contempla ninguna reunificación.

--Pero a fin de cuentas no es él, el que tiene que decidir.

No tenemos diferencias con los militantes de base del PKB y esto es lo fundamental. Todos comprendemos que en la situación actual, cuando se ha desatado una guerra psicológica e informativa contra Bielorrusia, donde no cesan los intentos de presión política, los chantajes y amenazas contra nuestro país, es necesaria una fuerza política organizada que ayude a la gente a hacer frente a aquellos que intentan destruir nuestro modo de vida.

Pero es precisamente contra esta vida, contra sus fundamentos, contra el curso actual, contra lo que se producían los líderes del PKB. Acusan al KPB de que apoyando este curso, a Lukashenko, se está traicionando los principios comunistas

Es algo que no tiene ni pies la cabeza. No tiene lógica ninguna. Es precisamente este curso el que ha permitido levantar una economía arruinada por los “demócratas”, asegurar unos tiempos de crecimiento cuatro veces más altos que la Unión Europea, y aumentar en diez veces el salario real.
Una de las prioridades del estado fue la del respeto por el principio de justicia social. Pese a todas las dificultades objetivas, se ha conseguido tener las pensiones y becas más altas entre los países de la CEI. Fue el primer gobierno en el espacio post-soviético en dignificar el salario mínimo interprofesional. El objetivo de toda la estrategia socio-política y moral que intenta poner en práctica nuestro presidente, se resume en una frase clave que pronunció recientemente en el discurso del estado de la nación: " no es la élite, sino el pueblo, y sólo él, el que continúa siendo fuente de justicia y rectitud moral”. En general, los puntos básicos de nuestro programa coinciden con los ejes fundamentales de la política que se llevan a cabo un Bielorrusia. Apoyando la línea de Lukashenko, hemos sido y seguimos siendo comunistas.

-- ¿Cuándo se celebrará el congreso?
Está fijado para el 15 de julio. Estamos, convencidos de que esa fecha entrará en la historia de la república como el día el renacimiento de una poderosa fuerza política: el Partido Comunista Unificado de Bielorrusia.