Día de Fiesta Nacional de la República Popular Democrática de Corea
La Habana, 13 feb (PL) La capacidad política es una cualidad indispensable para un estadista, porque de ella dependen el prestigio, soberanía, poderío y el destino del país.
De ahí que, desde hace más de una década, cada 16 de febrero, el pueblo coreano festeja uno de sus grandes acontecimiento: el nacimiento de su máximo líder Kim Jong Il, el gran dirigente como le denominan en la norteña península asiática.
Kim es el presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática (RPDC), secretario general del Partido del Trabajo de Corea y presidente de su Comisión Militar Central y su onomástico se conmemora bajo el nombre de "Día del sol".
La biografía del estadista coreano, que cumple 67 años, muestra que nació en un campamento secreto guerrillero en 1942 durante la lucha contra los colonialistas japoneses en el Monte de Paektu, convertido en Museo de gran atracción para los visitantes.
Se formó al lado de su padre Kim Il Sung y vivió junto a él las grandes batallas en el proceso de defensa de la Revolución y la edificación socialista.
Esa dirección conjunta consolidó la aplicación de la idea filosófica llamada Juche, que coloca al hombre como dueño y determinante para forjar el destino de las masas populares y solucionar los problemas en la Revolución y su construcción.
Esto se conjuga también con la política de Songún que considera la cuestión militar como el más importante de los temas estatales para fortalecer la fuerza interna en la defensa nacional y la construcción socialista con el Ejercito Popular como núcleo central.
Precisamente, gracias a esa idea la RPDC, pese a su pequeño territorio y población, brilla por su dignidad y honor en la lucha contra Estados Unidos, y por encima de múltiples dificultades económicas construye un estado próspero socialista.
Para afrontar varias catástrofes naturales sufridas, Kim presentó la orientación de responder con la estrategia de autoconfianza y se puso al frente de la "marcha penosa" para conducir con su ejemplo práctico el Partido, Ejército y Pueblo por el único camino en el desarrollo económico e industrial.
Con ese impulso o "marcha acelerada" grandes obras constructivas resultaron edificadas como la Central Hidroeléctrica Juventud de Anbyon, el Canal Kechon-embalse Thaesong, carretera Juventud Héroe, la Avenida 9 de Septiembre, y los Parques en los montes Kuwol y Chilbo, entre otras.
Pero, lo más sobresaliente en la ofensiva política se plasmó en la considerada Cumbre histórica sostenida del 13 al 15 de junio del 2000 entre los máximos dirigentes del Norte y Sur de la península coreana.
En esas pláticas, el presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la RPDC, Kim Jong Il, y el entonces jefe de estado de Corea del Sur, Kim Dae Jung, iniciaron un largo camino para la reunificación pacífica e independiente de la separada nación del noroeste de Asia.
A fin de avanzar rápidamente hacia la eliminación pacifica de esas fronteras artificiales establecidas por Estados Unidos durante su agresión (1950-1953), Pyongyang y Seúl coincidieron en tomar en cuenta el elemento común en la propuesta del Sur sobre una Confederación y la del Norte respecto a alguna forma de Federación.
También impulsar la reconciliació
Además las dos partes se comprometieron a consolidar la mutua confianza al promover el desarrollo de la economía nacional mediante la cooperación económica y el intercambio en todos los campos incluidos el social, cultural, deportivo, salud y medio ambiente.
A ello se sumó las negociaciones entre los ejércitos en la reconstrucció
Sin embargo, ahora, cuando negros nubarrones se ciernen sobre la península a causa de la amenaza y chantaje del nuevo presidente de Corea del Sur respaldado por Estados Unidos, que paralizó todo lo conseguido hasta ahora, el pueblo norcoreano enarbola contra esa amenaza la Revolución de Songún que prioriza la preparación militar para la defensa.
Etiquetas: Corea del Norte: Resistencia socialista
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