Rumanía: 102 años de la revolución campesina de 1907
Nuevo Partido Comunista Rumano (nPCR)
Esta primavera se cumplen 102 años de la Gran Revolución campesina de 1907, revolución que alcanzó todo el país. Fue reprimida por la burguesía con una crueldad inimaginable. La nueva burguesía que gobierna Rumanía intenta pasar este evento con el máximo silencio posible, porque teme a los trabajadores que explota día a día. Llegó el momento de que las grandes masas del pueblo conozcan lo que pasó en aquel entonces y aprender de estos hechos.
La principal causa de la revuelta había sido la cruel explotación de los campesinos por los latifundistas y la nueva burguesía que aparecía en las ciudades y pueblos, los arrendadores y los campesinos ricos. Durante siglos, los campesinos rumanos, junto con los esclavos gitanos, habían sido explotados por la aristocracia feudal, es decir, los burgueses y los monasterios. La situación era cada vez más difícil después del año 1600, cuando se les prohibió a los campesinos el mudarse de una tierra a otra, y después de 1830, cuando los reglamentos Orgánicos obligaban a los campesinos trabajar para varios latifundistas.
En el periodo de Alexandru Ioan Cuza (1820-1873) hubo una reforma agraria que exigía el reparto de tierra entre los campesinos, para que estos pudieran ser propietarios libres. Esta reforma no contaba con el apoyo de la burguesía que, claro está, no querían perder sus privilegios. Uno de los mayores latifundistas de la época incluso llegó a pedir la intervención de las tropas turcas, y la reforma no se cumplió tal y como se había acordado: la burguesía seguía manteniendo su poder sobre los campesinos.
Los campesinos habían recibido tierras, pero sus superficies no eran iguales, los que más ganado tenían habían recibido más, y los que menos, apenas habían recibido algo. También había campesinos que no recibieron nada, y los que sí tenían que pagarle indemnizaciones al ex “propietario” por quedarse sin “sus” tierras. Muchos de ellos no pudieron pagar estas cantidades de dinero, así que sus tierras volvían a pertenecer a los que las tenían antes.
Alrededor del año 1900, a más de 3 décadas de la reforma agraria, un millón de campesinos tenían menos tierra que 4.171 latifundistas. De este millón, 800.000 eran campesinos pobres, con menos de 5 hectáreas cada uno, que vivían de prestamistas y bancos para trabajar sus tierras. Además, en el año 1907 había aproximadamente 300.000 proletarios agrícolas, gente pobre que no tenia ninguna tierra y tenían que ganarse el pan trabajando las tierras de los más ricos.
La situación empeoraba también debido a que muchos entregaban sus tierras a ricos arrendatarios que explotaban tanto como podían a los campesinos para aumentar sus beneficios.
Los políticos y los escritores antisemitas de la época, deseando liberar a los pequeños burgueses de la furia de los campesinos y para separarlos de los trabajadores de las ciudades, comenzaron echarle la culpa a los judíos, diciendo que los campesinos sufrían por culpa de los arrendatarios judíos. Está claro que esto era falso, ya que no todos los que tenían tierras eran judíos. El 43% lo era, mientras que el 44% eran rumanos. También habían muchos judíos pobres que sufrían la misma explotación que sus compañeros rumanos. Los marxistas judíos de la época, junto con Constantin Dobrogeanu-Gherea, el padre del movimiento obrero rumano, siempre apoyaron a los trabajadores, rumanos y judíos.
La gran Revolución de 1907 no ha sido como muchos han intentado decir, una revolución antisemita, sino una revolución anticapitalista. Comenzó en el año 1907, en el pueblo Flamânzi, de la provincia de Botosani, en las tierras de los hermanos Fischer. De aquí, se extendió a los pueblos de todo el norte de Moldavia. Los campesinos atacaron las casa de los arrendadores y llegaron a la ciudad de Botosani. De aquí, las luchas se extendieron hasta el sur de Moldavia, Roman, Bacău, Vaslui, Fălciu, y después del 10 de marzo, llegó al Sur del país, siendo muy fuertes los ataques en las provincias de Râmnicu Sărat, Buzău, Teleorman, Vâlcea, Olt, Dâmboviţa, Prahova y una parte de Argeş.
Miles de campesinos entraron en la ciudad de Râmnicu-Sărat, donde se manifestaron en la calle principal pidiendo que se les devolvieran sus tierras. En Teleorman , una parte del ejército se sumó a la lucha de los campesinos. En Olt, dos de los burgueses transmitían en una carta que “el fuego avanza muy rápido” y que “más del 70% de la provincia está en llamas” .
Los trabajadores de las ciudades, que sufrían a veces hasta más que los campesinos la explotación de los dueños de las fábricas, declararon su solidaridad con los campesinos. Se llevaron a cabo grandes manifestaciones de solidaridad con los trabajadores en Paşcani, Buhuşi, Galaţi y las ciudades con mayoría de población de trabajadores de las minas del suroeste de la provincia de Bacău.
Asustado, el gobierno (gobernaban los liberales) envió el ejército para reprimir la revuelta. La represión fue terrible. Las tropas dispararon hacia todos los manifestantes. en algunos sitios incluso con cañones: Galicea Mare (en la provincia de Dolj), Băilesti, Vieru y Hodivoaia. Murieron miles de personas. La prensa burguesa habló de entre 12.000 y 13.000 campesinos asesinados. No hay duda de que esto sea verdad, ya que hasta el mismo rey Carol I tuvo que reconocer que habían muerto varios miles de campesinos.
La revolución de 1907 abrió el camino de las grandes luchas obreras posteriores, como la gran manifestación anti-guerra de Galaţi de 1916, la huelga de las imprentas de Bucarest del 13 de diciembre 1918, la huelga general de 1920, la huelga de Lupeni de 1929, las huelgas de los trabajadores de las compañías de trenes y petroleo de 1933.
Todas estas luchas fueron reprimidas con una crueldad inimaginable. Cientos de trabajadores han sido víctimas de las balas, pero la ola revolucionaria no pudo ser detenida, y al final, después de 1944, los trabajadores consiguieron su libertad bajo el mando del PCR.
En la actualidad, después de 19 años de capitalismo, la situación del campesino rumano es cada vez más crítica comparando con el periodo de antes de diciembre de 1989, situación que cada vez es más grave “gracias” a los gobiernos de la década de los 90, las reformas de organización de la agricultura, la desaparición de las cooperativas agrícolas de producción y la quiebra intencionada de las Compañías Agrícolas de Estado (IAS), pero también por la crisis económica del mundo capitalista del que Rumania ha llegado a ser tan dependiente.
En este contexto aparece tan ridículo como es el intento de los anticomunistas, representantes de la “intelectualidad cívica” , de pedir la condena del comunismo.
¿Pero quienes son estos anticomunistas tan “apasionados” ?
Ellos son los herederos ideológicos de los que DISPARARON AL PUEBLO en 1907, 1916, en 1918, 1929 y 1933. En esos años se disparó al pueblo y fueron asesinados miles y miles de trabajadores, solo para intentar impedir la victoria de la revolución socialista. Ahora se les “dispara” a los comunistas desde todos los lados, y las generaciones herederas de los asesinos de entonces hablan de los “crímenes” de otros.
Etiquetas: Miscelaneo
2 Comments:
Hola camarada,
¿Como has hecho la traduccion del articulo? ¿Hablas rumano? Yo la he publicado tambien en mi blog, imbratisare.blogspot.com.
Estas matanzas habituales de ayer y hoy, de la clase dominante, y que intentar ocultar siempre, hay que publicitarlas como sea.
Salud
Hola amigo.
El artículo ha sido remitido por una colaboradora de CS y si no me equivoco la conoces.
Saludos.
Publicar un comentario
<< Home