El ejército peruano advierte de la extensión de la lucha revolucionaria a pesar de que Uribe señala que las FARC están "liquidadas"‏

Ejército peruano advierte sobre apoyo de las FARC a Sendero Luminoso


Los remanentes de la guerrilla de Sendero Luminoso que operan en los valles cocaleros de Perú en alianza con el narcotráfico podrían expandirse y contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, advirtió el jefe del Ejército peruano.

"El acierto de este gobierno es enfrentarlos y evitar que crezcan. Si no hacemos algo crecerán y cuando nos demos cuenta tendremos unas FARC, en casa", dijo el general Otto Guibovich, comandante general del Ejército de Perú.
La llamada de alerta representa la primera vez que un alto jefe militar de Perú advierte del riesgo que constituiría bajar la guardia en la lucha contra la guerrilla, que tuvo un bajo perfil en la última década.
"Basta echar una rápida mirada a Colombia o a México para entender la peligrosidad de la situación que provoca esta versión de Sendero Luminoso asociado al narcotráfico", advirtió el columnista Mirko Lauer en La República.
Pocas veces, además, un jefe del Ejército peruano hace públicamente una comparación con las FARC y especula abiertamente sobre el potencial político y militar de Sendero Luminoso.
"Sendero Luminoso ha cambiado su relación con la población. Ha avanzado tanto que se está pareciendo a las FARC, tienen tropas armadas", declaró el jefe militar en una entrevista publicada por el diario El Comercio.
"No hay que descartar que, esta nueva versión, de Sendero Luminoso tenga relación con las FARC, ya que están empleando técnicas muy parecidas", agregó Guibovich, quien denunció lazos con el narcotráfico de los rebeldes peruanos.
La amenaza parece probable: Guibovich dijo "vamos a construir seis bases antiterroristas" que se sumarán a las que existen en el Putumayo, frontera con Colombia, y los valles cocaleros del Huallaga y el río Apurímac Ene.
Según reveló el jefe militar, ahora los efectivos armados de Sendero Luminoso "son unos 600", más del doble de lo que hasta 2008, admitían la autoridades peruanas.
El número uno del Ejército aseguró que los llamados remanentes por el gobierno "están usando tácticas militares diferentes y están mejor armados que antes" gracias al narcotráfico.
Coincidiendo con los analistas, el jefe militar asegura que Sendero Luminoso vive ahora "de la extorsión al narcotráfico y cuenta con muchísimo dinero", lo que no significa que haya renunciado por completo a su ideología maoísta.
Según el jefe militar, el armamento de la "narcoguerrilla" consistía en 2008 en 17 RPG lanzadores, dos ametralladoras antiaéreas y cuatro de tierra.
Dos emboscadas de Sendero Luminoso contra patrullas del Ejército, en las que murieron 14 militares el pasado fin de semana, relanzaron el debate en Perú sobre la dimensión real de esta nueva cara de la guerrilla y el narcotráfico.
El gobierno peruano anunció el viernes que aplicará una nueva estrategia en esta lucha para lo cual presentará en 20 días una propuesta integral, donde vayan de la mano la lucha contra la pobreza y la opción militar.
Perú es el segundo productor mundial de coca, cuya producción está en alza desde 2008.
Sendero Luminoso está focalizado en los dos mayores valles cocaleros de Perú: el Alto Huallaga en el noreste, donde lo combate la policía, y en el sureste en el Apurímac Ene y Vizcatán, donde militares dirigen la ofensiva.
Esta fue la principal guerrilla en Perú, que desató entre 1980 y 2000, una guerra que dejó 70 mil muertos, según la Comisión de la Verdad. Su jefe histórico Abimael Guzmán está preso a perpetuidad desde 1992.

LIMA, AFP

20 abril 2009