Siria y su líder El Assad son el corazón de la resistencia árabe

Por su relación estrecha con el principal partido de la resistencia libanesa Hezbollah y con la República Islámica de Irán, por su apoyo a la resistencia palestina, por su ideología panárabe, antimperialista y antisionista, por su proyecto semi socialista, por su alianza con Rusia, por su posición geoestratégica, por su capacidad militar y económica, por su simpatía por la resistencia nacional iraquí influenciada por el partido Baas que en el pasado, antes de las lamentables divergencias entre Saddam Hussein y Hazez el Assad, fue el mismo hoy la República Árabe de Siria es el núcleo duro de la resistencia árabe. Todo lo que refuerze a Siria refuerza el proyecto de un Mundo árabe independiente, unido, antimperialista, revolucionario y socialista.
Cuando se retomen las revoluciones en Argelia, Libia, Egipto y Yemen del Sur, avancen la revolución en Omán, se libere Iraq del imperialismo, se consolide la independencia libanesa y se libere Palestina, tal vez se modifique esta centralidad y el Mundo árabe revolucionario pueda convertirse en multipolar con centros en Argel, Trípoli, El Cairo, Adén, Damasco, Bagdad u otros. Pero mientras se mantenga la situación actual Damasco es el centro del arabismo revolucionario