Forbes Burnham, dictador megalómano y agente del imperialismo contra el pueblo de Guyana

El anticomunista Burnham vendiendo sus servicios en la Casa Blanca al gringo Johnson en 1966

Burnham, el hombre de Londres en Guyana, traidor, renegado, demagogo, populista.

El imperialismo británico descubrió con pavor el crecimiento de la lucha de los obreros de las plantaciones de azúcar y de todo el pueblo de su colonia de Guyana bajo la dirección del Partido Progresista Popular, de orientación comunista, creado en 1950. Cuando este partido gana las elecciones en el marco de la autonomía colonial, el gobernador británico decide destituir a su líder, el médico Chedi Jagan y enviar tropas para asegurar el orden imperialista. Pero el plan estratégico de Londres fue emplear a un fundador del PPP renegado, Forbes Burnham, para dividir no solamente al partido sino al pueblo pobre entre una comunidad afrodescendiente y otra hindudescendiente, ambas traídas por los colonialistas. En 1955 el demagogo Burnham ya ha escindido el PPP creando su partido socialdemócrata, el CNP. Londres llega a cambiar la constitución para permitir al CNP gobernar en minoría coaligado con otro pequeño partido derechista. En mayo de 1962 el provocador Burnham visita Washington para presentar sus cartas de "socialista anticomunista" y ponerse al servicio de los nuevos amos tras la desaparición inevitable del viejo imperialismo ingles. Londres concede la independencia en 1967 pero dejando en el poder a su agente Burnham que no ahorra demagogia en proclamarse "marxista" y "socialista" pero endeudando al país con el FMI y el BM. Su demagogia "no alineada" le lleva a reconocer a Cuba pero a intimar con la tiranía haitiana de los Duvalier. Su pro imperialismo le hace reconocer a Taiwán bajo presión gringa pero cuando los gringos se acercan a China Popular, también la reconocen. Su modelo económico fracasa y el país se hunde en la miseria y el desempleo. Establece un régimen autoritario gracias a sus fraudes electorales. No duda en reprimir al PPP y asesinar probablemente al prestigioso intelectual marxista Walter Rodney, líder de la Alianza del Pueblo Trabajador. Cuando este régimen neocolonial socialdemócrata emparentado con la AD venezolana, el PRI mexicano, el PLN costarricense y el PRD dominicano, el país está en ruinas, dividido en comunidades enfrentadas, endeudado, con una mediocre economía exportadora. 

Ningún progresista debe extrañar al tirano Burnham. Quién lo reivindica debe explicarlo bien salvo que comparta la misma demagogia "radical" pero política neocolonial en los hechos.