Actuando con decisión se arrodilla al imperialismo

Los imperialistas norteamericanos llevan mucho tiempo considerando el mundo de su propiedad y por eso acostumbran a "amenizar" el panorama internacional con sus particulares fechorías, propias de los piratas imperiales: amenazas, invasiones, acciones de espionaje, terrorismo, bombardeos, guerras.. Así llevan de un lado a otro sus barcos, aviones, misiles, soldaditos, prisioneros.. sin que sea noticia mientras nadie les haga frente. Pero cuando algún país les planta cara, los imperialistas se llenan de ira y ya sabemos: les acusan de ser el "Eje del Mal".

En estos últimos días de nuevo vuelven a la carga con sus provocaciones contra Corea del Norte. Cuentan una vez más con sus marionetas de Seul, fieles perritos falderos de su amo y señor. Y están elevando el tono de sus ladridos, quizás, para no recordar lo que les ocurrió cuando hace tiempo se atrevieron a violar la integridad territorial norcoreana y enviaron al buque Pueblo a usmear en sus aguas territoriales.

          LA CAPTURA DEL BUQUE ESPÍA NORTEAMERICANO "PUEBLO".       

Hace 40 años la heroica RPDC declaraba al mundo entero a través de su inmortal líder Kim Il Sum: " La marina popular coreana ha apresado el buque armado de los imperialistas norteamericanos Pueblo, cuando en aguas territoriales de nuestro país desarrollaba acciones de espionaje, siendo hechos prisioneros sus más de 80 tripulantes. Fue en justa defensa de la soberanía y la dignidad de nuestra patria."

 

 La tripulación del buque Pueblo estaba formada por 84 hombres, 16 de ellos oficiales, todos enmascarados bajo supuestas investigaciones oceanográficas.

 

Su apresamiento el 23 de enero de 1968 fue una noticia extraordinaria: por primera vez un barco armado norteamericano había sido apresado con toda su tripulación. Y esto fue un acontecimiento sin precedentes, único en la historia.

¿Cual fue la reacción norteamericana? El entonces presidente de EEUU, Jhonson afirmó que el Pueblo era un barco civil que faenaba en aguas internacionales y que, por tanto, su apresamiento fue un acto ilegal contrario al derecho internacional.

En los días siguientes al apresamiento del barco espía, los norteamericanos lejos de reconocer sus acciones ilegales, acometieron toda una serie de actuaciones de presión militar, poniendo en marcha una vez mas su política de "la cañonera" y enviaron a la zona el portaviones nuclear Enterprise. 

Concentraron grandes fuerzas navales entorno a la península coreana en actitud provocadora, amenazando con bombardear la ciudad de Wonsan antes de invadirla para rescatar el barco, realizando simulacros de bombardear su aeropuerto.

EEUU también intentó utilizar la ONU para presentar sus amenazas como provenientes de la "comunidad internacional", tal como hizo en 1950 al desatar la intervención militar contra Corea. La presión y la amenaza de una nueva guerra fue tan grande que algunos países amigos recomendaron a Piong Yang devolver el barco a los EEUU, que ya estaba en guerra con Vietnam y recientemente había iniciado su intervención armada en Zaire.

Pero Corea respondió a las presiones imperialistas con toda su resistencia revolucionaria, no cediendo a ninguna presión: "Si nos amenazan de guerra total, el enemigo tendrá guerra total, el pueblo coreano con el fusil en la mano y con la hoz y el martillo del comunismo victorioso luchará hasta el final".

Y en este escenario en el que Corea no se doblegaba y la tripulación espía no veía esperanzas de ser rescatada, el capitan del Pueblo, comandante Lloyd Mark Bucker reconoció que el Pueblo era un buque espía cuya misión era "detectar estaciones de radar y objetivos militares".

La presentación del material incautado en el barco ante observadores internaciones hacía cada vez mas irrefutable el trabajo espía del buque Pueblo y derivó en un reconocimiento en cascada de la oficialidad del barco de su culpa:

El oficial de operaciones reconoció " durante nuestro trabajo operacional realizamos 135 detecciones de radar y realizamos 10 operaciones de fotografiado de barcos militares y de pesca".

El oficial administrador dijo: " al principio no tuvimos mucho éxito en nuestro trabajo por lo que el comandante ordenó el 23 de enero acercarnos más a Wonsan, llegando hasta unas 7 millas de la costa y justo en ese momento aparecieron las patrulleras que nos apresaron".

 

Otros testimonios de oficiales demuestran que hasta en 17 ocasiones entraron en aguas territoriales norcoreanas.

De esta manera quedó patente que las declaraciones del presidente Jhonson fueron una total mentira. El presidente también había tratado de defender que Corea había asesinado a varios oficiales. Y precisamente esos oficiales supuestamente muertos dirigieron una carta al Sr. Presidente pidiendole que reconociera los hechos y facilitara su liberación.

Kim Il Sun declaró que era EEUU el responsable de lo que ocurriera: "si USA se disculpa, liberaremos a los tripulantes, pero jamás será devuelto el barco".

Ante cientos de periodistas de muchos países los prisioneros norteamericanos realizaron una conferencia de prensa y afirmaron haber reconocido su culpa, por lo que si el gobierno USA no hiciera lo mismo, según las leyes norcoreanas, "seremos llevados a juicio ante el que nos enfrentaremos a severas penas". Pidieron ayuda: "queremos volver a casa, pero nuestro presidente nos cierra el camino". El periodista americano Tae O´neil Markins afirmó: "me dio tanta vergüenza oir las palabras de los prisioneros, que el presidente no solo debía ofrecer disculpas, sino dar garantias de que nunca más repetiría tales acciones". Las críticas a la actuación del gobierno norteamericano se extendieron por todo EEUU y así, el 23 de diciembre de 1968, el Presidente norteamericano presentó una disculpa oficial:

"Al gobierno de la RPDC, del gobierno USA: asumo la total responsabilidad de que el barco Pueblo entrara en aguas territoriales norcoreanas en misión de espionaje, pido disculpas por ello y garantizo que ningún barco USA volverá a entrar ilegalmente en aguas norcoreanas".

Ese mismo día el gobierno de la RPDC declaró la expulsión de los tripulantes del barco imperialista, que cabizbajos atravesaron el Puente de no Retorno hacia el territorio del Sur ocupado por los EEUU.

Y fue así como el mito del poderío imperialista quedó hecho añicos ante la inquebrantable valentía y decisión del gobierno norcoreano.

Hoy el buque está anclado en el puerto de Tedong en Pionyang, junto al monumento que atestigua que hace 100 años en ese mismo lugar fue hundido el barco norteamericano General Sherman cuando se introdujo en el rio Tedong.

Cada año muchos turistas visitan este barco y un guia turistico, participante en la captura del Pueblo explica que los EEUU no conocen bien al pueblo coreano y actuan torpemente con sus inútiles amenazas: "Si de nuevo nos atacan, les destruiremos".

http://www.krasnoe.tv/node/17371

 

No olvidemos que el imperialismo es un tigre de papel, que su poder de coacción y dominio no radica en su fuerza, sino en la debilidad de la clase trabajadora que, aun dispersa y vacilante, no se ha organizado masivamente bajo la bandera comunista que la lleve hasta la victoria.