Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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16 de diciembre de 2005

45 años de instrucción revolucionaria en Cuba. El sistema de Escuelas del Partido



Cuba"La Educación más importante es la educación política del pueblo". Fidel

El año 1960 fue trascendental para el desarrollo de la naciente Revolución cubana, pues en él se adoptaron resoluciones y se trazaron las rutas por las que había de transitar la Patria nueva.
El 2 de diciembre de aquel año fundacional y decisivo, coincidiendo con el aniversario cuarto del desembarco del heroico yate Granma, se constituyó el movimiento de las Escuelas de Instrucción Revolucionaria por iniciativa de Fidel.

No se había proclamado aún el carácter socialista de la Revolución, pero de hecho se adoptaba ya la teoría marxista-leninista en la formación ideológica de los revolucionarios y del pueblo cubano.
Cuatro meses más tarde, el 16 de abril de 1961, al declararse que la nuestra era una Revolución Socialista, la teoría y los hechos se identificaron plenamente para marchar indisolublemente unidas hasta esta fecha en que conmemoramos jubilosamente el aniversario 45 de nuestras escuelas.

Sus primeros alumnos, unos 700, provenían en un 50 porciento del Movimiento 26 de Julio y en el otro 50 del Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo. Las EIR constituyeron, por tanto, la avanzada de la integración de las organizaciones revolucionarias que habían luchado contra la tiranía de Batista y que luego se fundieron en las ORI.
Las más jóvenes generaciones se preguntarán: ¿Para qué surgieron las Escuelas de Instrucción Revolucionaria?

La situación ideológica de los primeros años no era la misma que hoy viven Cuba y el mundo. La urgencia política de aquellos momentos imponía difundir las ideas del marxismo-leninismo, su justeza y veracidad, además de dar a conocer el contenido exacto del ideario de la Revolución cubana.

En la VI reunión nacional de estas escuelas, efectuada el 20 de diciembre de 1961, Fidel expresó: "La tarea de las escuelas, la fundamental tarea de las escuelas es sencillamente, la formación ideológica de los revolucionarios, y a su vez, del pueblo."

El antecedente histórico más raigal de nuestro sistema de enseñanza se encuentra, sin dudas, en aquella academia ideológica Abel Santamaría que se fundó en la prisión de Isla de Pinos durante el encarcelamiento de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Allí, los 29 prisioneros recibían una preparación política, patriótica y cívica que contribuyó decisivamente a la consolidación de su personalidad revolucionaria. El Comandante en Jefe fue su inspirador y principal profesor.

El Partido Socialista Popular también tuvo su escuela en la que formaba a sus militantes en contraposición al pensamiento reaccionario y anticomunista que caracterizó la época pre-revolucionaria.

Ya en la lucha armada en la Sierra Maestra, el Movimiento 26 de Julio contó con las escuelas de la Mesa y Minas de Frío, en las que la personalidad y la preparación político-cultural del Che jugaron un papel fundamental en el acrisolamiento revolucionario de los combatientes.
Raúl organizó la escuela de Tumbasiete, otro bastión de formación ideológica para los jóvenes campesinos que se unieron al Ejército Rebelde.

Deben mencionarse, además, las escuelas de Ciudamar, en Santiago de Cuba; de Caballete de Casa, en el Escambray, y la Academia Militar-Cultural de La Cabaña, las dos últimas fundadas por el Guerrillero Heroico.

Todas ocuparon un importante lugar en la instrucción política e ideológica de los revolucionarios y en el generoso empeño de enseñar las primeras letras a los campesinos, sus hijos y a los tantos guerrilleros que no sabían leer ni escribir.

Tres textos básicos constituyeron el arsenal bibliográfico de aquellas escuelas: el Manual de Capacitación Cívica, los Fundamentos del Socialismo en Cuba y La Historia me Absolverá.
Tales fueron los antecedentes históricos de las Escuelas de Instrucción Revolucionaria (EIR). Después de la victoria de Playa Girón surgieron las Escuelas Básicas de Instrucción Revolucionaria (EBIR), que dieron carácter masivo a nuestra enseñanza y llevaron ideología a fábricas, talleres y bases campesinas.

En virtud de esa masividad dieron inicio a su funcionamiento, además de la Escuela Nacional Ñico López, que ya existía desde 1961, las siguientes: Escuela Nacional de Instrucción Revolucionaria para granjeros del pueblo Sierra Maestra; de la CTC, Carlos Rodríguez Cariaga, para dirigentes provinciales de los sindicatos y la Julio A. Mella para dirigentes de secciones sindicales; Escuela Nacional de Instrucción Revolucionaria para maestros, Rubén Bravo; para pescadores Andrés González y las Escuelas Nacionales de la FMC, ANAP y CDR.

En la década del ´70 surgieron los Centros de Superación Político Ideológica (CSPI), con el objetivo de mejorar la calidad en la base. Este nuevo paso logró resultados positivos en la consolidación de nuestra enseñanza. En noviembre de 1987, el Secretariado del Comité Central del Partido aprobó la transformación de los CSPI en Escuelas Municipales del Partido, dando personalidad definitiva al sistema de preparación política.

En el centro mismo del devenir histórico de la Revolución han estado las escuelas políticas, ajustadas a cada coyuntura específica, oportunas en la clarificación e interpretación de nuevos y viejos conceptos, pero fieles siempre a la teoría del marxismo-leninismo y a la ideología de la Revolución cubana y su práctica social.


(Segunda parte)

" Y además, nosotros sabemos que de la nada, prácticamente, se ha organizado este movimiento de instrucción revolucionaria o de educación revolucionaria".
Fidel.

Nuestro sistema de enseñanza surgió de la necesidad histórica de dar respuestas teóricas a los acontecimientos que se sucedían vertiginosamente en la medida que la Revolución avanzaba y de crear una conciencia socialista.
Tras la proclamación del carácter socialista de la revolución en abril de l961, se masificaron las escuelas de instrucción revolucionaria respondiendo a la urgencia de difundir las ideas del Socialismo Científico.

El pueblo necesitaba conocer en qué consistían las ideas socialistas, cuáles eran los principios del sistema social que habían abrazado y por el que habían derramado su sangre en las heroicas arenas de Playa Girón.

Como respuesta a ese imperativo surgen las Escuelas Básicas de Instrucción Revolucionaria (EBIR), destinadas a los militantes revolucionarios de la base, que funcionaron en fábricas, centrales, granjas y cooperativas del pueblo y otros centros de trabajo.

Se iniciaba una gran batalla ideológica, donde el obrero y el campesino recibían herramientas políticas para defender sus conquistas y transitar con pasos firmes la senda revolucionaria. Cupo el honor a los obreros textiles de "La Rayonera de Matanzas", de ser los pioneros en esta epopeya.

La masividad y la elevación de la calidad de los conocimientos que se impartían consolidaron el sistema de enseñanza, que había demostrado su utilidad y eficacia en la preparación ideológica del pueblo.

En Noviembre de l987 el Secretariado del Comité Central del Partido aprobó lo que hasta hoy se conoce como las Escuelas Municipales del Partido.

Al adquirir personalidad definitiva, nuestras escuelas se convirtieron en el eslabón fundamental de los Buroes Municipales del Partido, para la preparación de las fuerzas revolucionarias en cada territorio, incluyendo el personal del MININT y el MINFAR.

A través de los cursos que se imparten, la escuela municipal, garantiza los conocimientos y habilidades necesarias para que los alumnos puedan explicar, argumentar, difundir y defender con sólidos argumentos la política del Partido, convirtiéndolos en movilizadores de masas para su cumplimiento.

Partiendo de la enseñanza de la historia nacional y local se afianzan los valores patrióticos, la identidad y el sentido de pertenencia. Los temas económicos son tratados con visión totalizadora, que parte desde los planos internacionales, pasando por la influencia en la economía nacional hasta llegar a las repercusiones locales más cercanas.

Constituyen parte importante de los programas los temas relacionados con el Partido, su historia, funcionamiento y ejemplaridad. El hilo conductor de cada análisis está en nuestros principios y en los medios de lucha desarrollados para mantener ergida y digna la Patria, la Revolución y el Socialismo.

Podemos afirmar con orgullo que las Escuelas del Partido son hoy el principal medio con que cuenta la Revolución para el estudio y la divulgación del Marxismo Leninismo en nuestro país.
Cuarenta y cinco años atrás iniciamos esta batalla ideológica que hoy tiene continuidad histórica en la crucial Batalla de Ideas que libra todo el pueblo cubano.

En 1961 dimos comienzo a los combates en el campo de las ideas, con el Marxismo Leninismo y el Socialismo como estandartes de lucha, con nuestros sueños por realizar y una realidad afianzada en los corazones: un pueblo valiente, encabezado por un líder indiscutible dispuesto a cambiar el destino de la patria por la única vía posible, "Revolución Socialista y Democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes".

La Batalla de Ideas de hoy la lleva adelante ese mismo pueblo multiplicado y fortalecido ideológicamente; encabezado por el mismo líder de intransigencia revolucionaria legendario, que nos llevó por el camino de luchas a realizar todas los sueños antes acariciados y nos demuestra en estos años difíciles y trascendentales que un mundo mejor es posible.

En esa lucha cotidiana y sin tregua contra nuestros enemigos ideológicos, las Escuelas Municipales del Partido constituyen un eslabón primordial del Sistema de Escuelas del Partido, con un prestigio bien ganado por la calidad de su docencia y la eficacia y el dinamismo de su estilo de trabajo.

(Fuente bibliográfica: Artículos escritos por Leonel Soto en Cuba Socialista números: 3,12, 30,41 y 53 correspondientes a nov/66, agost/62, feb/64, ene/65 y ene/66 respectivamente)

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