Enorme movilización popular revolucionaria en favor de Chávez en Caracas

Civilización Socialista

Hoy domingo 26 de noviembre en el gran mercado popular de El Cementerio, ubicado en una zona popular de Caracas del mismo nombre se notaba, algo en el ambiente. Al tomar el café mañanero servido en vasitos de plástico una joven insolente y alegre dice a gritos a la concurrencia que bajará a ver a “su presidente” mientras piropea al hercúleo camarero que la sirve. Los pequeños comerciantes de textiles le dicen a los clientes a la cara que ellos no pueden bajar a las marchas en favor de la reelección de Chávez porque tienen que atender su negocio, pero que su corazón estará en esas marchas. Bastantes clientes se han puesto su “franela” (camiseta roja), que identifica a los simpatizantes de la Revolución , y aprovechan las primeras horas del día para hacer sus compras y después bajar al centro. Un vendedor ambulante de silbatos pasa pitando “¡HU HA! ¡CHAVEZ NO SE VA!” lo que provoca el regocijo general. Personas con “franela” roja pero desconocidas entre sí, se saludan y se invitan a acudir a las marchas. Los puestos venden franelas con Chávez, el Ché, Fidel y Bolívar y toallas del Ché. Muchos comerciantes anuncian con sonrisa de oreja a oreja su simpatía por Chávez y su hostilidad al candidato de la contrarrevolució n Rosales. Cerca del mercado, grupos de jóvenes recorren las calles en motos agitando banderas rojas. Por las aceras muchos vecinos han puesto su franela roja y con sus amigos o con sus familiares se encaminan hacia el centro. En la parroquia local de San Vicente de Paúl, el cura español oficiante de la misa pide paz para el país en las elecciones. Las calles del barrio tienen como fondo unas lomas cercanas pobladas de infraviviendas llamadas en Caracas “ranchos”. Es fácil imaginar que en las calles de esos ranchos y en de todos los sectores populares y proletarios de la populosa Caracas, en Antímano, en el 23 de enero, en Petare, en Catia, en El Valle y muchos otros, las escenas callejeras son similares. E incluso en los barrios de la clase media también se movilizan habitantes para engrosar las marchas previstas en apoyo a la reelección de Chávez.

Ya en el centro, en varios puntos, la larga Avenida Bolívar, la avenida de las Fuerzas Armadas, Puerto Llaguno y Avenida Universidades, el rojo es un color que ha estallado y lo ocupa todo. El rojo es una masa enorme, que se agita a veces al sonar de tambores de claro origen africano, a veces al son de la música llanera o en ocasiones se queda inmóvil y muda cuando por los altavoces resuenan las palabras de Chávez. Palabras que se modulan en tono casi íntimo o que se incendian con pasión en la denuncia del imperialismo norteamericano. La gente las escucha absorta. Sin duda el líder sabe comunicar perfectamente con su pueblo y la simbiosis entre ambos es total. Las escenas son reveladoras de una nueva realidad. Mujeres con la cara pintada que sostienen un cartel de apoyo a Chávez se funden en un abrazo con dos mujeres de rasgos árabes tocadas con el pañuelo islámico que les cubre la cabeza y la kuffi palestina que les cubre los hombros. Las franelas tienen motivos diversos, anuncian empresas públicas diferentes, instituciones y partidos diversos. Pero todas son rojas y sus usuarios acostumbran usar gorras también rojas.

La pasión es desbordante. El calor revolucionario de las masas se palpa en el ambiente. Una octavilla de las “Fuerzas Bolivarianas de Liberación” proclama “Con Chávez todo, si Chávez plomo”. La Revolución bolivariana ha cerrado la campaña mostrando su músculo popular sin incidentes reseñables. El mensaje que envía es claro: no va a permitir que la voluntad popular encarnada en la reelección del Presidente Chávez y la profundizació n del proceso revolucionaria sea alterada por el imperialismo y sus agentes locales. Los planes de desestabilizació n serán enfrentados y derrotados por la acción conjunta de las masas y de las fuerzas armadas. El terrorismo fascista, si se produce, será aplastado con energía. Si pretenden ilegitimar el proceso democrático, la Revolución seguirá avanzando con el apoyo creciente de la mayoría social. Los medios de comunicación de la burguesía que apoyen la contrarrevolució n violenta serán cerrados sin contemplaciones. La gran movilización popular es un apoyo decisivo para que el 3 de diciembre electoral discurra en orden y en paz. Será una fiesta de la democracia popular revolucionaria y los sectores populares esperan que un Chávez reforzado esbozará con más nitidez y claridad un hermoso proyecto socialista para Venezuela.