Caída libre del sector de la automoción

J.M. Olarieta Alberdi

El automóvil vive sus peores momentos: superproducción, hundimiento de las ventas, falta de liquidez y, como consecuencia, despidos en masa de los trabajadores. La producción en España se ha desplomado un 26 por ciento en octubre, mientras la exportación ha caído un 20 por ciento. A causa de la gravedad de la crisis los capitalistas del sector van a tener una "consideración especial" en el nuevo plan de activación económica 2009-2010 que prepara el gobierno. El caso de Nissan ha sido un ejemplo de lo que les espera a los trabajadores del sector, sobre quienes pretenden hacer recaer todo el peso de la bancarrota capitalista.

En Euskal Herria su víctima más importante hasta el momento ha sido la fábrica que tiene Bridgestone en Basauri (Vizcaya), que acaba de salir de un expediente de regulación de empleo para entrar en otro del 4 al 8 de diciembre, y del 20 al 30 del mismo mes. Pero lo peor es que la superproducción en el sector ha hundido a dos de los principales motores que dinamizan la economía vasca: Mercedes y Michelin. El descenso en las matriculaciones de coches ha sido mayor de lo que esperaban ambas multinacionales, que ultiman despidos masivos ante la falta total de perspectivas de futuro. Para toda la población de Vitoria, donde tienen fábricas ambas multinacionales, puede ser una auténtica catástrofe, con cerca de 7.900 trabajadores esperando reajustes en el calendario laboral e, incluso, la posibilidad de expedientes de regulación de empleo.

Michelin calcula facturar como mínimo un 10 por ciento menos en 2009 pero para su factoría burgalesa la producción prevista caerá un 40 por ciento el año que viene. Ante esta perspectiva Michelin prepara un abanico de medidas drásticas. No va a renovar el contrato a los cerca de 400 eventuales, la mayoría van cubriendo las prejubilaciones de los 498 fijos que deberán abandonar la fábrica para 2011; recurrirá a un expediente de regulación sin complemento salarial para los trabajadores y ha amenazado incluso con "reducciones salariales y recortes drásticos en la subcontratación". Sin contar a los empleos indirectos, las previsiones afectan a 3.250 obreros en Vitoria y otros 1.350 en la localidad guipuzcoana de Lasarte.

Las perspectivas son las mismas en Mercedes, con 3.300 trabajadores directos y más de 6.000 obreros adicionales en el centenar de pequeñas empresas que caminan de la mano de la multinacional alemana. Para enero, la fábrica sólo tiene confirmada la venta de 3.200 vehículos, un 40 por ciento menos de lo previsto. En todo el año calcula que reducirá su producción en un 12 por ciento. Esto se traduce, de entrada, en que los trabajadores se reincorporarán a sus puestos tras la Navidad el 20 de enero en vez del día 12. Los capitalistas exigen mayor flexibilidad laboral y reducir la jornada al mínimo. Sólo en esta fábrica está en juego el 10 por ciento de todas las exportaciones de la economía vasca.