Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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26 de junio de 2010

DEFENDAMOS A COREA DEL NORTE

Cartel coreano en solidaridad con el Ché y la Revolución cubana

Que los yanquis se dejen de joder con sus amenazas de guerra

Corea del Norte tiene un gobierno socialista, asegurado desde que en 1953 y con ayuda de los Voluntarios del Pueblo Chino, pudo derrotar a la invasión de soldados norteamericanos y reaccionarios surcoreanos. La península quedó dividida: al Norte del paralelo 38, la República Democrática Popular de Corea (socialista) y al Sur la Corea capitalista, con miles de soldados y bases de EE UU.
El gobierno socialista de Kim Jong il ha propuesto en los últimos años mejorar las relaciones entre los vecinos. En junio y octubre de 2007 los dos gobiernos firmaron una Declaración Conjunta y un Acuerdo para avanzar en coincidencias comerciales y políticas. Del lado de la RPDC eran pasos hacia el objetivo estratégico de la reunificación pacífica de la patria.
Pero en 2008 llegó al gobierno en Seúl el presidente Lee Myung-bak, opuesto a ese espíritu de cooperación. Lee volvió a los tiempos de un discurso anticomunista, ejercicios militares con tropas norteamericanas y plan conjunto con el Departamento de Estado para hacer acusaciones a su vecino. De este modo el imperio tendría buenos argumentos para proponer sanciones en la ONU, dentro de su política que considera al Norte parte del “Eje del Mal”. Ahora el clima belicista se acentuó con una acusación infundada: el 20 de mayo Seúl y Washington denunciaron que la corbeta surcoreana Cheonan habría sido hundida por un torpedo norcoreano el 26 de marzo en el Mar Amarillo. Perecieron allí 46 marinos.
Pyongyang negó los cargos y denunció que sus funcionarios e inspectores fueron impedidos de participar de la comisión investigadora del incidente. Hillary Clinton llegó a Seúl para abrazarse con Lee y reclamar al mundo sanciones contra Corea socialista, un punto que no tiene el acuerdo de Moscú ni, sobre todo, de Beijing. Obama y Clinton tienen en la ONU la facilidad que el secretario general es Ban Ki-moon, ex canciller surcoreano.
Los yanquis están inflados con Corea del Norte porque fue su primera derrota militar después de la II Guerra Mundial. Tienen allí 28.000 soldados y armas apuntando no sólo a Pyongyang sino también a China, su enemigo de largo plazo. Washington quiere con estas campañas que el mundo preste conformidad a estas condenas contra países como Corea e Irán, para disimular sus atrocidades en Irak y Afganistán, el genocidio de Israel en Gaza y el resto de Palestina, etc.

Sergio Ortiz, dirigente del Partido de la Liberación (PL) de la Argentina

ver http://www.pl.org.ar/

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5 Comments:

Blogger Raul said...

"Cuando llegué el 7 de marzo de 1986 a la República Popular Democrática de Corea(Para ver video) , casi 33 años después de la destrucción que dejó la guerra, era difícil creer lo que allí sucedió. Aquel pueblo heroico había construido infinidad de obras: grandes y pequeñas presas y canales para acumular agua, producir electricidad, abastecer ciudades y regar los campos; termoeléctricas, importantes industrias mecánicas y de otras ramas, muchas de ellas bajo tierra, enclavadas en las profundidades de las rocas a base de trabajo duro y metódico. Por falta de cobre y aluminio se vieron obligados a utilizar incluso hierro en líneas de transmisión devoradoras de energía eléctrica, que en parte procedía de la hulla. La capital y otras ciudades arrasadas fueron construidas metro a metro. Calculé millones de viviendas nuevas en áreas urbanas y rurales y decenas de miles de instalaciones de servicios de todo tipo. Infinitas horas de trabajo estaban convertidas en piedra, cemento, acero, madera, productos sintéticos y equipos. Las siembras que pude observar, dondequiera que fui, parecían jardines. Un pueblo bien vestido, organizado y entusiasta estaba en todas partes, recibiendo al visitante. Merecía la cooperación y la paz.
No hubo tema que no discutiera con mi ilustre anfitrión Kim Il Sung. No lo olvidaré".

Fidel Castro Ruz
Las dos coreas (Parte I).

Las dos coreas (Parte II).

5:18 p. m.  
Blogger Raul said...

”Los yanquis están inflados con Corea del Norte porque fue su primera derrota militar después de la II Guerra Mundial. Tienen allí 28.000 soldados y armas apuntando no sólo a Pyongyang sino también a China, su enemigo de largo plazo.”
Sergio Ortiz, dirigente del Partido de la Liberación (PL) de la Argentina

FIDEL CASTRO RUZ
“El 25 de junio de 1950 estalló la guerra en el país. Todavía se discute quién realizó el primer disparo, si los combatientes del Norte o los soldados norteamericanos que montaban guardia junto a los soldados reclutados por Rhee. La discusión carece de sentido si se analiza desde el ángulo coreano. Los combatientes de Kim Il Sung lucharon contra los japoneses por la liberación de toda Corea. Sus fuerzas avanzaron incontenibles hasta las proximidades del extremo Sur, donde los yanquis se defendían con el apoyo masivo de sus aviones de ataque. Seúl y otras ciudades habían sido ocupadas. McArthur, jefe de las fuerzas norteamericanas del Pacífico, decidió ordenar un desembarco de la infantería de Marina por Incheon, en la retaguardia de las fuerzas del Norte, que estas no podían ya contrarrestar. Pyongyang [Actual capital de la RPDC] cayó en manos de las fuerzas yanquis, precedidas por devastadores ataques aéreos. Ello impulsó la idea por parte del mando militar norteamericano en el Pacífico de ocupar toda Corea, ya que el Ejército de Liberación Popular de China, dirigido por Mao Zedong, había infligido una derrota aplastante a las fuerzas proyanquis de Chiang Kai-shek, abastecidas y apoyadas por Estados Unidos. Todo el territorio continental y marítimo de ese gran país había sido recuperado, con excepción de Taipei y algunas otras pequeñas islas próximas donde se refugiaron las fuerzas del Kuomintang, transportadas por naves de la Sexta Flota.
La historia de lo ocurrido entonces se conoce hoy bien. No olvidar que Boris Yeltsin entregó a Washington, entre otras cosas, los archivos de la Unión Soviética.
¿Qué hizo Estados Unidos cuando estalló el conflicto prácticamente inevitable bajo las premisas creadas en Corea? Presentó a la parte norte de ese país como agresora. El Consejo de Seguridad de la recién creada Organización de Naciones Unidas, promovida por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, aprobó la resolución sin que uno de los cinco miembros pudiera vetarla. En esos precisos meses la URSS se había manifestado inconforme con la exclusión de China en el Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos reconocía a Chiang Kai-shek, con menos del 0,3 por ciento del territorio nacional y menos del 2 por ciento de la población, como miembro del Consejo de Seguridad con derecho al veto. Tal arbitrariedad condujo a la ausencia del delegado ruso, a consecuencia de lo cual se produjo el acuerdo de ese Consejo dando a la guerra el carácter de una acción militar de la ONU contra el presunto agresor: la República Popular de Corea. China, ajena por completo al conflicto, que afectaba su lucha inconclusa por la liberación total del país, vio cernirse la amenaza directa contra su propio territorio, lo cual era inaceptable para su seguridad. Según datos publicados, envió al primer ministro Zhou Enlai a Moscú, para expresar a Stalin su punto de vista sobre lo inadmisible que era la presencia de fuerzas de la ONU bajo el mando de Estados Unidos en las riberas del río Yalu, que delimita la frontera de Corea con China, y solicitarle la cooperación soviética. No existían entonces contradicciones profundas entre los dos gigantes socialistas.”

Cita tomada de “Las dos coreas (Parte I).”

5:43 p. m.  
Blogger Raul said...

FIDEL CASTRO RUZ
"El 19 de octubre de 1950 más de 400 mil combatientes voluntarios chinos, cumpliendo las instrucciones de Mao Zedong, cruzaron el Yalu y salieron al paso de las tropas de Estados Unidos que avanzaban hacia la frontera china. Las unidades norteamericanas, sorprendidas por la enérgica acción del país al que habían subestimado, se vieron obligadas a retroceder hasta las proximidades de la costa sur, bajo el empuje de las fuerzas combinadas de chinos y coreanos del Norte. Stalin, que era sumamente cauteloso, prestó una cooperación mucho menor que lo que esperaba Mao, aunque valiosa, mediante el envío de aviones MiG-15 con pilotos soviéticos, en un frente limitado de 98 kilómetros, que en la etapa inicial protegieron a las fuerzas de tierra en su intrépido avance. Pyongyang fue de nuevo recuperado y Seúl ocupado otra vez, desafiando el incesante ataque de la fuerza aérea de Estados Unidos, la más poderosa que ha existido nunca.
MacArthur estaba ansioso por atacar a China con el empleo de las armas atómicas. Demandó su uso tras la bochornosa derrota sufrida. El presidente Truman se vio obligado a sustituirlo del mando y nombrar al general Matthews Ridgway como jefe de las fuerzas de aire, mar y tierra de Estados Unidos en el teatro de operaciones. En la aventura imperialista de Corea participaron, junto a Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Grecia, Canadá, Turquía, Etiopía, Sudáfrica, Filipinas, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia y Colombia. Este país fue el único participante por América Latina, bajo el gobierno unitario del conservador Laureano Gómez, responsable de matanzas masivas de campesinos. Con ella, como se vio, participaron la Etiopía de Haile Selassie, donde todavía existía la esclavitud, y la Sudáfrica gobernada por los racistas blancos.
Hacía apenas cinco años que la matanza mundial iniciada en septiembre de 1939 había concluido, en agosto de 1945. Después de sangrientos combates en el territorio coreano, el Paralelo 38 volvió a ser el límite entre el Norte y el Sur. Se calcula que murieron en esa guerra cerca de dos millones de coreanos del Norte, entre medio millón o un millón de chinos y más de un millón de soldados aliados. Por parte de Estados Unidos perdieron la vida alrededor de 44 mil soldados; no pocos de ellos eran nacidos en Puerto Rico u otros países latinoamericanos, reclutados para participar en una guerra a la que los llevó la condición de inmigrantes pobres."

Las dos coreas (Parte II)

5:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Léase "Norcorea y Honduras:dos varas de medir". Artículo publicado en elblogderaf y en Kaosenlared.

3:56 p. m.  
Blogger Raul said...

FOTOS DEL MUNDO RURAL NORCOREANO (pulsar aquí para ver)
Merecen la pena. Apoyemos a la RPDC.

Fotos de Pyongyang (viaje a Corea en 2008). (Pulsar aquí para ver)

5:40 p. m.  

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