Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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30 de mayo de 2006

El parlamento ruso (Duma) se dispone a aprobar el proyecto de ley sobre “la bandera de la Victoria”, que prevé la supresión de la hoz y el martillo


Foto: Tomada el 28 de mayo, refleja el momento de la entrega de la bandera que 2 días más tarde sería izada en el Reichstag. (Belyaev, con la mano en la cintura, es el 1º por la izquierda)


Extracto de la intervención en la Duma de Nikolai Mijáilovich Belyaev, integrante del legendario 756 regimiento, protagonista del asalto final al Reichstag:

Belyaev, fue junto con Mijail Yegorov y Meliton Kantaria, protagonista directo de aquellos históricos momentos del 30 de abril de 1945 a las 22:50h, en que fue izada la bandera en lo más alto del Reichstag.

Me dirijo a ustedes, hombres de estado de la Rusia actual, con el recordatorio de un hecho histórico incontestable: hace 61 años el pueblo soviético venció en la gran guerra Patria, haciendo un aporte decisivo en la causa de la derrota del fascismo, salvando así a la civilización humana.

La bandera de la victoria, es una reliquia sagrada del pueblo ruso y soviético. Vencimos en 1945 bajo esa bandera. En la Hoz, el Martillo y la Estrella de cinco puntas está toda la verdad sobre nuestra Victoria. Y estos símbolos de la hazaña militar y civil de nuestro pueblo en su caminar histórico son indivisibles, intocables, sagrados.

Ustedes están dispuestos a decidir el destino de la Bandera de la Victoria, o más exactamente a terminar de decidirlo, a cometer la ejecución de esta reliquia sagrada. ¿Con qué derecho? ¿Quién les ha dado ese derecho? El destino de la Bandera de la Victoria ya lo decidió nuestra hazaña hace 61 años. Son nuestro sudor y nuestra sangre los que están en la bandera, el sudor y la sangre de los soldados, de los vencedores.

“Profanar la Bandera de la Victoria, es lo mismo que profanar la tumba de un soldado. Y este acto vandálico se planea ejecutar a nivel de estado. Prácticamente ya está decidido, solo queda dar cuerpo de ley a este acto sacrílego de vandalismo, señores diputados”

Es cierto, la Hoz y el Martillo en la Bandera de la Victoria--enseña nacional de nuestro país-- dicen mucho: sólo el estado soviético de obreros y campesinos, con su Ejercito Rojo, bajo el mando del Partido Comunista con el gran Stalin al frente, pudo romper el espinazo al fascismo alemán.

Ningún pueblo hizo tanto para acabar con el fascismo, como hizo el pueblo soviético y su valeroso Ejército Rojo. La Unión soviética, a costa de un altísimo precio, ya había ganado la guerra sin la ayuda de los aliados, cuando estos, preocupados precisamente por este hecho, se apresuraron a abrir el segundo frente. Y hoy con todo el infame descaro de la fuerza y la mentira, pretenden apropiarse de nuestra Victoria. Pero por mucho que se esfuercen los “amigos” -europeos y del otro lado del océano- de nuestros actuales gobernantes rusos, en tergiversar y falsificar el hecho incontestable del aporte decisivo en la victoria sobre le fascismo de la Unión Soviética, no lograrán hacerlo mientras ondeen orgullosos en la Bandera de la Victoria, la Hoz el Martillo y la Estrella de cinco puntas.

El actual gobierno les sigue el juego servilmente, preparando por la vía legal un acto criminal de olvido del país vencedor por medio de la falsificación, de la práctica destrucción de su enseña nacional.

Ustedes, señores parlamentarios, argumentan mientras preparan esta fechoría, que la hoz y el Martillo de la Bandera de la Victoria, son símbolos de un “país inexistente”.Pero yo, como soldado que todavía vive, les digo que el país existe y vive gracias a ella, a la Unión Soviética. Cada uno de nosotros le debemos la vida a ese “país inexistente”. Un país que permanece vivo, ocupado y atormentado por pancistas pequeño-burgueses, mentirosos y traidores, criminales pusilánimes.

Y yo, como uno de los soldados de la Victoria, como uno de los que acompañaron nuestra preciada enseña nacional, la bandera de la Unión Soviética nº5, hacia la última frontera de la Gran Guerra Patria, en nombre de todos los patriotas, muertos y vivos, de nuestro hermoso país les digo:

¡Fuera las manos de la bandera de la Victoria!
Mientras permanezca viva la memoria de la Victoria, podremos volver a vencer.
Exigimos a la Duma, al gobierno de la Federación Rusa, al presidente, detener la revisión de nuestra gloriosa historia y de sus símbolos sagrados.
Juzgar la historia es algo indigno; juzgar una historia heroica es algo criminal.

¡VIVA LA BANDERA DE LA VICTORIA!


Traducido del ruso para Civilización Socialista por Josafat S. Comín
Fuente: Kprf.ru
http://www.cprf.ru/news/party_news/42063.html

2 Comments:

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