PCU de Georgia, situación política en Georgia. Georgia y la OTAN.
Georgia vive el más difícil período de su historia. Las autoridades de Georgia han empeorado sus relaciones con la Federación Rusa hasta el límite. No hay ninguna esperanza de mejora rápida de estas relaciones. Continúa azuzándose al pueblo contra otros pueblos. Tbilisi está preparada para solucionar militarmente la cuestión de la integridad territorial de Georgia, lo cual provoca las consecuencias exactamente opuestas: se producirá finalmente la desintegración del país, se postpondrá durante décadas la reconciliación con los hermanos pueblos abjaziano y osetino, la desestabilización se hará extensiva a toda la región del Cáucaso.
Ya se puede asegurar con toda certeza que los conflictos y los puntos de tensión organizados en el territorio de la antigua URSS sirvieron como principal factor de desintegración de ese gran país, bastión de la paz para todo el planeta. En el territorio de Georgia fueron organizados dos de esos conflictos interétnicos: Georgia-Abjazia y Georgia-Osetia. Esos focos de conflicto permanecen hasta la fecha. Hoy en día sirven como pretexto para la entrada de las fuerzas de la OTAN en nuestra región.
La primera fase de la intrusión de la OTAN en el Cáucaso, y en particular en Georgia, se completó durante el gobierno de Shevardnadze. Los centros de conflicto militar fueron localizados, y comenzó la expulsión de las bases militares rusas de territorio georgiano, proceso que está hoy en día prácticamente completado.
La segunda fase está vinculada a la llamada “Revolución Rosa” de 2003. Llegaron al poder enemigos aún más ardientes de la restauración de relaciones amistosas con la Federación Rusa, incluso representantes de los intereses de USA y la OTAN. Se estableció el régimen dictatorial , que suprimió rígidamente cualquier manifestación contra el acercamiento a la OTAN,contra la solución militar a la cuestión de la integridad territorial y contra el empeoramiento aún mayor de las relaciones ruso-georgianas.
A comienzos de setiembre del pasado año los poderes de Georgia emprendieron represiones políticas sin precedente a tal escala. En 49 áreas pobladas se llevaron a cabo “operaciones especiales” que se acompañaron de la detención de gran cantidad de personas, activistas del partido Justicia, el unificado Partido Comunista y otros partidos de oposición. Cientos de personas fueron arrestadas e interrogadas bajo condiciones de la mayor presión moral y física para obtener su confesión de estar preparando un golpe de estado por la vía armada. Toda esa gente se manifestara activamente contra la política interior y exterior antinacional de las autoridades. Su principal culpa residía en haber exigido una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, rechazado la política de confrontación con Rusia y las intenciones de solucionar militarmente la cuestión sud-osetina y abjaziana. Usando esos medios las autoridades de Georgia intentaban parar un crecimiento del descontento popular aún mayor, y privar de apoyo, aislar y neutralizar a la oposición de izquierdas.
Las nuevas autoridades de Georgia se esfuerzan aún más en la dirección de desplazar a Rusia del sur del Cáucaso, con la subsiguiente penetración de USA y la OTAN en la región. Es una política muy peligrosa, teniendo en cuenta los factores enumerados más arriba, así como también:
la crisis en torno a Irán, país adyacente a nuestra región; el conflicto Armenia-Azerbaizhán y las relaciones tradicionalmente complejas de Armenia y Turquía, éste último miembro de la OTAN, y el primero, aliado estratégico de la FR. Las bases militares, liberadas de los rusos, están preparadas para recibir a las fuerzas armadas de OTAN. El territorio de Georgia y su infraestructura militar es hoy considerado por los Americanos como una de las bases principales para el ataque armado a Irán. Si éste se produce, conducirá a una crisis que va mucho más allá de la dimensión regional.
La región sudcaucasiana es de gran interés para USA y la NATO por muchas razones. La principal de ellas es el emplazamiento geopolítico de Georgia, entre las regiones meridionales de Rusia y el Cáucaso del Norte, y los importantes recursos energéticos de la Región del Caspio. Todos sabemos desde dónde y cómo fue apoyada la campaña chechena, que colocó a Rusia al borde de la desintegración. El territorio de Georgia fue usado activamente para desestabilizar la situación no sólo de Chechenia, sino de toda la franja del Norte del Cáucaso. Todas esas oposiciones entre Tbilisi y Moscú, incluso los conflictos en Abjazia y Osetia del Sur son sólo expresión de la oposición Rusia -USA y Rusia -OTAN en esta región, de la que los pueblos georgiano y ruso son sólo rehenes.
Una dirección especial de la política de USA y Occidente en nuestra región es la apropiación de los recursos energéticos de la región del Caspio. Tras el colapso de la URSS, los ricos yacimientos que fueron propiedad de todo el pueblo y sirvieron igualmente al desarrollo económico de las 15 repúblicas de la Unión, hoy se han convertido en objeto de la rapacidad de varias de las más grandes compañías petroleras occidentales.
Se ha construído y puesto a funcionar el oleoducto Bakú-Tbilisi-Erzerum(BTE). En esos proyectos participan las más importantes compañías occidentales, de ahí el enorme soporte político dado por los USA a los gobiernos de Azerbaizhan, Georgia y Turquía para la realización del proyecto.
Aparte del elemento económico, la mayor signifcación del oleoducto y el gaseoducto del Cáucaso meridional corresponde a su aspecto político. Las autoridades georgianas han hecho hincapié en ello. En la apertura del BTC, el presidente georgiano declaró que “Georgia ya no es parte del espacio post-soviético. Estamos orientados hacia Occidente, somos el principal aliado de Occidente, incluyendo a Turquía”. Las tuberías son ases en manos delas autoridades de Georgia en la constrcción de actitudes hostiles a Rusia, lo que encierra el mayor peligro de naturaleza política.
Georgia es un importante punto clave, desde el cual es posible influir los procesos geopolíticos de la más importante region del Cáucaso Norte y Sur. La política proamericana de las actuales autoridades de Georgia es un serio obstáculo en el camino de la realización práctica de planes de aproximación políticos y económicos de los tres aliados estratégicos de la región: Rusia, Armenia e Irán. Georgia juega un papel muy negativo, bloqueando los procesos de integración en el marco de la cooperación entre estados independentes. Teniendo en cuenta los factores enumerados arriba, se hace claro por qué “en las tareas e intereses de la NATO Georgia entra a jugar un activo rol en la estabilización y seguridad de la región”, como declaró el Secretario General de la OTAN. En Georgia se crea sistemáticamente un “caos controlado” de acuerdo con los planes occidentales. Los conflictos enAbjazia y Osetia sirven como ocasión para una mayor penetración de USA y la OTAN en la región. Se hace de todo por desacreditar a las fuerzas de pacificación del CIS, representadas por los soldados rusos. La aspiración de las autoridades de Georgia es sustituir las fuerzas de paz rusas por las de la OTAN. Desgraciadamente, Rusia, contra quien está dirigido el caos controlado, como única superpotencia de la región capaz de competir realmente con USA y la NATO, se ve forzada a devolver la iniciativa y a actuar en régimen de post-factum.
Este año el congreso USA finalmente ratificó la ley sobre la entrada de Ucrania y Georgia en la NATO.
"El congreso de los USA llama a sus aliados de la NATO a trabajar con los USA para la realización del papel que la NATO juega en el progreso de la seguridad global, incluyendo continuar apoyando la expansión y la adopción como nuevos miembros de la alianza de los estados dignos, en particular la conexión de Georgia al plan de pertenencia a la NATO...”- consta en el texto del documento aprobado.
Con este propósito tambien fueron concedidas para 2008 las asignaciones específicas para asistencia militar a Georgia.
Sin duda los demás miembros apoyarán la pretensión de USA de arrastrar a Georgia a la alianza lo más pronto posible.
El secretario general dijo el 10 de febrero de este año en la conferencia de seguridad de Munich:”En 2009 quiero ver más países en la NATO. Quiero que Serbia continúe establemente su camino a la NATO. Quiero también que todos respetemos y estimemos el deseo de Georgia y Ucrania de convertirse en miembros de la Alianza”.
“Alado” por esta declaración, el presidente de Georgia Saakashvili no presta atención a la marcada negativa de Rusia a la expansión de la NATO, especialmente debido a los países del CIS y hace la siguiente provocativa declaración: “este es un signo adicional de la irreversiblidad de la integración de Georgia en la NATO...”; "una vez más testifica el hecho de que nada puede impedir la entrada de Georgia en la NATO...” "para nosotros esto significa que vamos a convertirnos en miembros de la más fuerte alianza político-militar de la historia. Con esto soñó Georgia mucho tiempo.....”
Pero más peligroso es el hecho de que no sólo fueron hechas declaraciones, sino que se han dado pasos prácticos para crear las condiciones para la entrada de las fuerzas de la OTAN en el territorio de Georgia. Una de las direcciones de esta política es el intenso incremento de los gastos de defensa, contra el fondo de las duras condiciones sociales y económicas que se han credo en el país.
Georgia aumenta rápidamente su potencial defensivo. El parlamento tiene la intención de aumentar los desembolsos para el ejército en 200 millones de dólares. Este año excederá por primera vez los 600 millones de dólares por año, suponiendo más de un tercio del presupuesto annual del país. Aparte de ello se va a crear un nuevo centro de entrenamiento para subdivisiones especiales del Ministerio de defensa de Georgia en el extrarradio de Tbilisi.
Está planeado aumentar el número de las fuerzas armadas hasta 32.000 personas. Esto significa la formación de una brigada adicional de 2.500 soldados, dotados de equipamiento militar occidental.
La escala de la militarización de la pobre y pequeña Georgia es tal que llama la atención incluso de los expertos occidentales, quienes enfocaron la atención sobre el hecho de que el aumento previsto del gasto militar alcanzará 4-4,5%, lo que excede el nivel exigido por la NATO a Georgia para su entrada en la alianza.
El factor de Abjazia y Osetia del Sur interfiere grandemente con la entrada de Georgia en la NATO.
Estas son las regiones que, separadas de la Georgia post-soviética, están ahora en peligro de unirse a Rusia. Estas regiones no apoyan el acercamiento de Tbilisi con la NATO. Estamos ansiosos ante los anteriormente descritos preparativos militares, ya que los preparativos de guerra de Tbilisi están dirigidos a solucionar militarmente la conexión de esas regiones al gobierno de Georgia, y a garantizar la penetración de la influencia americana en estos territorios. Sin ello, la entrada de las fuerzas armadas de la NATO en Georgia se volvería muy complicada.
El presidente de Georgia no oculta, sino que declara públicamente la posibilidad de una nueva campaña militar contra los regímenes “separatistas” de Abjasia y Osetia del Sur.
Los pilares políticos, así como financieros e industriales, para la realización de la política agresiva de Occidente en el Cáucaso están creados. Uno de los elementos políticos principales es el gobierno proamericano de Georgia, y la parte financiera e industrial está representada por las grandes compañías petroleras occidentales, que han colonizado densamente las regiones del Cáucaso y el Mar Caspio. Este es uno de los mayores pilares del “Nuevo Orden Mundial” proclamado por los modernos imperialistas.
Sólo la asociación de todos los esfuerzos de los pueblos del Cáucaso, incluyendo los pueblos ruso, turco e iraní, sólo la alianza de todas las fuerzas progresistas de esos países puede impedir que se realicen los planes “globalistas”de subordinar los intereses de nuestro pueblo a sus intereses privados.
Secretario del Partido Comunista Unificado de Georgia
01.10.2007 Tbilisi
Etiquetas: Espacio postSoviético
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