Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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21 de julio de 2006

Por un frente popular antiimperialista - Partido de la Liberación (Argentina)

Entre el Alca y el Mercosur nos quedamos con el Mercosur
PERO MUCHO MEJOR ES EL ALBA


George Bush es el mayor genocida del mundo pues en Irak ha mandado matar a más de cien mil iraquíes. Esa fuerza bruta, imperial, está al servicio de planes de dominación en todo el mundo, que en lo económico y comercial tiene nombre propio: ALCA.

De allí que los participantes de la Cumbre de los Pueblos hemos repudiado al ALCA, la militarización y los planes del imperio que se traducen en hambre, desocupación y muerte como los que su socio Israel siembra en Gaza y El Líbano.

Es positivo que el Mercosur se haya mantenido y fortalecido con el ingreso de Venezuela. Eso echó por tierra los vaticinios de la oligarquía y los yanquis, de que el Mercosur iba a desaparecer, tapado por Tratados de “Libre Comercio” con Bush.

Pero el Mercosur, si bien es progresivo frente al ALCA, no es ninguna maravilla. Hasta el momento sirve fundamentalmente a los negocios de monopolios brasileños y argentinos, y aún a multinacionales establecidas en esos dos países. No queremos un Mercosur para Macri, Arcor, Pérez Companc, Petrobras, Camargo Correa y el Banco Itaú.

La propia reunión de presidentes en Córdoba ilustra esa dualidad. Por un lado habrá mandatarios antiimperialistas como Chávez, Morales y Fidel Castro o quien venga en nombre de Cuba. Pero por el otro están Tabaré Vázquez, Duarte Frutos y Michelle Bachelet, que son claudicantes ante el imperio. Y ni qué decir del colombiano Alvaro Uribe y el peruano Alejandro Toledo, que son proyanquis y firmaron TLC con EE.UU. En ese fuego cruzado entre antiimperialistas y proimperialistas navegan, a dos aguas, los centristas Kirchner y Lula, que quieren quedar bien con Dios y con el Diablo.

Lo que necesitan nuestros pueblos quedó en claro en los debates de la Cumbre de los Pueblos: nacionalización de los hidrocarburos y de los recursos naturales, reforma agraria y urbana integrales, no pago de la deuda externa, derechos de los trabajadores y pueblos originarios, estatización de los monopolios sin indemnización, salida de los marines de Paraguay y de los ingleses de Malvinas, basta de bloqueo criminal a Cuba, etc.

Esa política democrática y antiimperialista coincide con la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) formada por Cuba, Venezuela y Bolivia. Ese es el proyecto que debemos impulsar los pueblos latinoamericanos y caribeños entre los que destacamos el valioso aporte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Las potencias imperialistas, tanto EE.UU. como la Unión Europea, no están dispuestas a hacer concesiones comerciales al Tercermundo. Ambas llevaron al fracaso la reunión de la OMC en Ginebra el 1 de julio. Confiar en sus migajas es estúpido y suicida.

Sólo resta redoblar la movilización y forjar un Frente Popular Antiimperialista capaz de enfrentar al imperialismo, sobre todo el yanqui, y superar las “agachadas” de los gobiernos de doble discurso como el de Kirchner, que pagó toda la deuda externa al FMI, pactó con Repsol y mantiene una distribución regresiva del ingreso.

El objetivo tiene que ser que Argentina sea independiente de verdad. Y para eso necesita un gobierno que -apoyado en la movilización activa del pueblo- se atreva a romper con el imperio, entrar al ALBA y firmar el Tratado de Comercio con los Pueblos con Cuba, Venezuela y Bolivia.
PARTIDO DE LA LIBERACIÓN (PL)