Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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2 de marzo de 2007

Artículo de Wen Jiabao, primer ministro Chino


Acerca de las tareas históricas de la etapa primaria del socialismo y algunos problemas de la política exterior de nuestro país


I. Acerca de las tareas históricas de la etapa primaria del socialismo

Un conocimiento profundo de la realidad de China y de la etapa histórica en que se halla es la base de nuestro Partido para formular una teoría científica y elaborar una orientación correcta con respecto a su política. Es al mismo tiempo una de las premisas importantes para llevar a un buen puerto su trabajo en todos los frentes.

Nuestro país se halla en la etapa primaria del socialismo, y estará en ella durante un períordo prolongado. La etapa primaria es la etapa subdesarrollada. Desde luego aquí el “subdesarrollo” se refiere ante todo a las fuerzas productivas. Por lo tanto, debemos persistir sin vacilación en la construcción económica como eje de nuestro trabajo promoviendo enérgicamente el desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, cuando hablamos de la primera etapa, no debemos limitarnos sólo al subdesarrollo de las fuerzas productivas, es necesario traer a colación también la insuficiencia y la inmadurez del sistema socialista. El camarada Deng Xiaoping señaló hace tiempo que la esencia del socialismo es liberar y desarrollar las fuerzas productivas, suprimir la explotación y la bipolarización social, para llegar finalmente a una opulencia común. Con ello nos enseñó que para consolidar y desarrollar el socialismo debemos comprender y tratar como es debido dos tareas más importantes: primero, liberar y desarrollar las fuerzas productivas incrementando al máximo la riqueza material de toda la sociead; y segundo, alcanzar progresivamene la equidad y la justicia sociales promoviendo en grado superlativo la vitalidad creadora y la armonía de toda la sociedad. Estas dos tareas están entrelazadas, y se impulsan mutuamente. Se trata de un todo único que, como un hilo de engarce, atraviesa el prolongado proceso de todas las etapas históricas de desarrollo del socialismo. Sin un gran desarrollo prolongado de las fuerzas productivas, sería imposible alcanzar finalmente a la equidad y la justicia sociales, que constituyen el requisito esencial del socialismo. Sin promover la equidad y la justicia sociales en forma correspondiente con el desarrollo de las fuerzas productivas, sería imposible poner en pleno juego la iniciativa y la vitalidad creadora de toda la sociedad. Y en consecuencia, no sería posible mantener en forma duradera el gran desarrollo de las fuerzas productivas. Para llevar a cabo la teoría de Deng Xiaoping y la tarea planteada en el importante pensamiento de “triple representatividad”, para materializar el concepto científico sobre el desarrollo, y para construir una sociead socialista armoniosa, no podemos prescindir de una comprensión científica y de un dominio cabal de la esencia del socialismo.

Cuando nuestro país empezó a entrar en la etapa del socialismo, estuvo muy atrasado con respecto a los países desarrollados en cuanto al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. Es necesario pasar por una etapa histórica bastante prolongada para industrializarse y modernizarse. Desde la fundación de la Nueva China, y en particular, desde el inicio de la reforma y la apertura, China ha incrementado en gran medida sus fuerzas productivas, ha fortalecido su poderío integral en forma considerable, ha mejorado notablemente las condiciones de vida del pueblo, y ha realizado un salto histórico pasando de la etapa de simple subsistencia en cuanto a la alimentación y la ropa a la etapa de una vida modestamente acomodada en términos generales. Sin embargo, China es un país de gran población con una debil base económica, y no ha corregido radicalmente el gran desequilibrio de desarrollo entre las ciudades y el campo y entre las diferentes regiones, ni ha cambiado la situación de subdesarrollo de las fuerzas productivas. Cuando llevamos adelante la reforma de las instituciones económicas, impulsamos a pasos seguros la reforma de las instituciones políticas, fortaleciendo continuamente la construcción de la democracia y la legalidad socialistas. La vida política del pueblo es cada vez más dinámica, y sus derechos político, económico, cultural y social están protegidos en términos relativos. Pero la economía de mercado socialista de China aún adolece de deficiencias; la democracia y la legalidad aún tienen lagunas; y todavía existen problemas de injusticia social y la corrupción. El sistema socialista no está suficientemente maduro. Por ello, China está todavía lejos de salir de la etapa primaria del socialismo, y sigue siendo un país en vías de desarrollo. En cuanto al desarrollo del socialismo a largo plazo, encaramos pesadas tareas como lo señaló con concisión magistral en 1992 el camarada Deng Xiaoping en su gira por el Sur del país: Para consolidar y desarrollar el sistema socialista, aún se requiere un largo período histórico, tarea que requiere esfuerzos infatigables de varias generaciones, de más de una decena de generaciones, hasta varias decenas de generaciones. Jamás debemos tomarla a la ligera.

En el curso de la reforma, la apertura y la moderanización, profundizaremos constantemente nuestra comprensión acerca de qué es el socialismo y cómo construirlo, enriqueceremos y desarrollaremos sin cesar el socialismo, y persistiremos en tomar la práctica como el único criterio para juzgar la verdad. A tal efecto, debemos tener una comprensión clara de dos puntos: Primero, debemos comprender cabal y profundamente la realidad básica del país en la etapa primaria del socialismo. China es un gran país con mil y varios centenares de millones de habitantes, y es una tarea ardua y prolongada sin precedentes en la historia humana convertirla en un país socialista próspero, poderoso, democrático, civilizado, armonioso y modernizado. Segundo, debemos persistir en todo tiempo en la reforma y alentar la innovación. El camarada Jiang Zemin señaló: “Los grandes éxitos que nuestro Partido, al frente del pueblo, ha alcanzado en la reforma, la apertura y la modernización del país en los últimos veinte y tantos años, no pueden desgajarse de las incesantes innovaciones que realizamos en los terrenos teórico, institucional, y científico-tecnológico.” En la reforma y la innovación, no sólo debemos sintetizar y desarrollar las experiencias sumamente ricas y valiosas que nuestro Partido ha acumulado en los largos períodos de la construcción socialista y la reforma, sino también asimilar con audacia todos los logros de la civilización de la humanidad, y aprender y tomar como referencias las avanzadas modalidades y métodos de administración y gestión del mundo contemporáneo que reflejan las leyes de la producción socializada y moderna. Sólo así es como el sistema socialista podrá ganar una superioridad relativa con respecto al sistema capitalista. Precisamente en este sentido, el socialismo es como agua oceánica que nunca puede agotarse, ya que tiene magnanimidad para dar cabida a todas las fuentes, sean lo que sean. Para pasar de la teoría a la práctica, de la inmadurez a la madurez, el sistema socialista necesita un proceso histórico considerablemente largo. Por lo tanto, debemos persistir sin vacilación ni siquiera en cien años la línea básica del Partido en la etapa primaria del socialismo. Persisitr en la reforma y la innovación, para que se mantenga la vigorosa vitalidad de un socialismo con peculiaridades chinas.

Nuestros cuadros dirigentes a todos los niveles deben mirar las cosas con una óptica histórica e internacional, y pensar en término de los intereses de la situación general y estratégica. Sólo cuando tengan una comprensión cabal y profunda sobre las tareas prolongadas e históricas en la etapa primaria del socialismo, sabrán porqué adoptamos hoy la orientación y las políticas como las adoptadas y no otras, para fortalecer su posición de principios, mantener su firmeza y desarrollar su creatividad en su trabajo.

II. Acerca de las oportunidades estratégicas para el desarrollo de nuestro país

Los primeros 20 años del presente siglo constituyen un período de importantes oportunidades estratégicas, período que debemos aprovechar sin relajación y en que podemos acomoter grandes acciones y realizar importantes hazañas. Ya que esto tiene un significado sumamente importante para alcanzar el objetivo de construir una sociedad modestamente acomodada en todos los terrenos y para impulsar la construcción de un socialismo con peculiaridad chinas.

Para nuestro país no son muchas las oportunidades históricas para impulsar el desarrollo en gran medida. En la época contemporánea China vivió en un estado atrasado, y se encastilló en sus fronteras interiores. Las agresiones de las potencias extranjeras hicieron perder a China sus oportunidades de desarrollo. Desde la fundación de la Nueva China, logramos grandes éxitos en la construcción socialista. Sin embargo, un número de grandes desaciertos que cometemos, y particularmente los desastres de diez años de la “Gran Revolución Cultural”, nos hicieron perder otra vez una gran oportunidad de desarrollo. Las oportunidades no se presentan con frecuencia, y desaparecen en un santismén con el menor descuido. Es necesario aprovecharlas firmemente apenas apuntan. En los últimos 28 años desde el inicio de la reforma y la apertura, la economía china crece sosteniblemente a ritmo acelerado, lo que constituye un milagro. ¿Habrá semejantes oportunidades en el futuro, y cuánto tiempo podrán durar si las hay? A mi juicio, su duración depende en gran medida de nuestras políticas interior y exterior, así como de nuestra capacidad para hacer frente a la situación.

En la actualidad, la situación internacional está experimentando cambios profundos y complicados. Han hecho su aparición muchos nuevos fenómenos y particularidades que requieren gran atención. Sin embargo, en término general la situación exterior es favorable para nosotros. La paz y el desarrollo siguen siendo los dos principales temas del mundo actual. No son previsibles guerras de gran escala, y es totalmente posible mantener un ambiente internacional de paz durante un período relativamente largo y un entorno tranquilo en nuestro alrededor. La historia nos enseña que seremos menosapreciados y nos convertiremos en víctimas de agresión si permanecemos en atraso. Es preciso aprovechar sin pérdida de tiempo las oportunidades favorables en la arena internacional para acelerar nuestro desarrollo. El desarrollo es una necesidad incontrovertible. Constituye no sólo la base para solucionar todos los problemas internos, sino también para fortalecer el poderío diplomático. La competición entre Estados está basada en el poderío. Las cosas se rigen por principios grandes y pequeños, y los pequeños se supeditan a los grandes. El principio más grande es la necesidad de supeditarse y servir a la modernización socialista como eje de nuestro trabajo. Los trabajadores en todos los frentes deben dedicarse a la modernización, a la coordinación de los esfuerzos al respecto, y a basarse en los intereses generales de esta tarea, y prestar sus servicios a tal efecto según las características y las peculiaridades de su trabajo.

III. Acerca del camino de desarrollo pacífico

China ha tomado el camino de desarrollo pacífico, y esto lo determinan la realidad del país, las tradiciones culturales de China, la necesidad del país para adaptarse a la corriente mundial, y al fin y al cabo, la naturaleza del Estado socialista bajo la dirección del PCCh, y los objetivos de China para alcanzar la modernización socialista. ¿Cuál es la esencia del camino de desarrollo pacífico? Es procurar un ambiente internacional pacífico para desarrollarse y con ello promover la paz mundial. El camino de desarrollo pacífico implica tanto el aspecto exterior como el interior. Y por ello es necesario coordinar los trabajos en los terrenos tanto nacional como internacional.

En el terreno nacional, debemos basarnos principalmente en los esfuerzos propios, en ampliar la demanda interna para promover el desarrollo y para satisfacer continuamente las crecientes necesidades material y cultural de las masas populares. China cuenta con la población más grande del mundo, con un territorio extenso y recursos naturales relativamente abundantes, y el potencial de su mercado es enorme. Todo esto constituye una base importante para desarrollarse principalmente por medio de esfuerzos propios. En el curso de su desarrollo China se ve condicionada por diversos escollos y cuellos de botella, tales como recursos naturales, energía y ambiente. Pero a través de los esfuerzos realizados durante varios años ha encontrado un camino de desarrollo sostenido mediante coordinación integral. Consiste en establecer un concepto científico para el desarrollo, y construir una sociedad ahorradora de recursos y respetuosa con el ambiente. Paralelamente profundizaremos la reforma y ampliaremos la apertura para limpiar los escollos institucionales que afectan el desarrollo y para inyectar poderosa fuerza motriz en la modernización. Dejamos en claro que el desarrollo del país depende principalmente de los esfuerzos propios, lo que contribuye a disipar radicalmente las dudas del exterior en el sentido de que cuando llega a una etapa determinda de su desarrollo China cometerá saqueos y expansiones en el exterior. De hecho con su desarrollo China ha hecho contribuciones cada vez más grandes al desarrollo no sólo de sus vecinos sino de todo el mundo.

En el terreno exterior, debemos enarbolar en alto la bandera de paz, desarrollo y cooperación, aplicando una política exterior de independencia y paz. La política diplomática de independencia y paz consiste principalmente en: defender la independencia, la soberanía, la unidad del país y la integridad territorial; enjuiciar independientemente los problemas internacionales y adoptar posiciones y políticas al respecto de acuerdo con lo correcto y lo erróneo del caso; no deslindar campos a base de la ideología y el sistema social; no imponer a otros su escala de valores, y no sellar alianza con ningún país o grupos de países; no intervenir en asuntos internos de otros países ni admitir intervención de ningún país en los propios; oponerse al hegemonismo y la política de fuerza, ni pretender jamás para sí misma el hegemonismo. En las relaciones con el exterior llevaremos mejor adelante la política diplomática de independencia y paz, y convivir amistosamente con todos los países del mundo sobre la base de los cinco princiipios de coexistencia pacífica. Trataremos a todos los países, sean grandes o pequeños, ricos o pobres, a pie de igualdad y con el mismo rasero. Impulsaremos la evolución del orden político y económico internacional hacia otro equitativo y justo. El núcleo del nuevo orden es: alcanzar la equidad, el respeto, y beneficio mutuo, con la finalidad de construir un mundo armonioso. Es adherirnos a los principios de provecho recíproso y respeto mutuo en las relaciones económicas y comerciales con el exterior y en los intercambios culturales entre países; y persistir en el carácter defensivo de la política de defensa nacional, y abstenernos de participar en la carrera armamentista y expansión militar. En los más de cien años transcurridos desde la Guerra del Opio, China ha experimentado hartas agresiones y abusos de las potencias extranjeras, y sabe profundamente las penalidades que sufre una nación víctima de las agresiones y opresiones. Nuestra voluntad por tomar el camino de desarrollo pacífico es sincera y firme.

El camino de desarrollo pacífico es la opción estratégica de China para largo plazo, y es su orientación diplomática duradera. No es en absoluto un mero expediente circunstancial. Para persistir en esta orientación, debemos aprovechar firmemente las oportunidades presentadas, deshacer las interferencias, y trabajar con dedicación para desarrollarse. Y en la arena internacional no pretendemos portar la bandera para erigirnos en cabeza de las primeras filas. Precisamente por persisitr en esta orientación ganamos espacios cada vez más amplios en el tratamiento de los asuntos internacionales. En medida en que China fortalece su poderío integral y eleva su status interncional, y conforme a la elevación de las espectativas de la comunidad interncional para con ella, ¿debemos o no persistir en esta orienatción? La respuesta es afirmativa, y no hay ningún razón para cambiar esta orientación. Desde luego, debemos mantener un buen estado de ánimo y fortalecer la iniciativa y el espíritu emprendedor en nuestras relaciones con el exterior. China es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, e integrante de muchas importantes organizaciones internacionales. Es necesario hacer uso de estas condiciones favorables para jugar activamente su papel activo a fin de defender eficazmente los intereses fundamentales de China. Debemos participar activamente en la elaboración de las reglas internacionales, e impulsar la evolución del orden político y económico internacional hacia la justicia y equidad. Debemos participar activamente en el proceso de globalización económica y promover la cooperación económica internacional y regional sobre la base de los principios de provecho mutuo y de ganar-ganar.

IV. Acerca de la construcción cultural e intercamibos culturales

Para ganar el respeto de la comunidad internacional, es necesario apoyarnos en el aumento del poderío económico y científico-tencológico, en un alto nivel de bienestaer del pueblo, y en la calidad ciudadana, la democracia y la legalidad, así como en la civilización en lo espiritual y en las fuerzas morales. En los últimos años, al mismo tiempo que persistimos en la construcción económica como eje de nuestro trabajo, fortalecemos la construcción política y cultural y la construcción de una sociedad armoniosa. Conferimos importancia a los intercambios culturales con el exterior, proyectamos perfiles de un país que se dedica a la reforma y apertura, que lucha por la unidad y el progreso, que trata amistosamente a los demás países a pie de igualdad, y que es sincero y responsable. En la arena internacional son cada vez más numerosos los comentarios objetivos, razonables y amistosos sobre China. Acogen con beneplácito el dessarrollo de China, y se oyen voces cada vez más altas por fortalecer cooperación con nosotros. Todo esto ha creado un ambiente favorable para la modernización del país. En vista de ello, debemos, partiendo de la altura estratégica para construir un socialismo con peculiaridades chinas, dar importancia y fortalecer a la construcción y los intercambios culturales.

Es necesario respetar la diversidad cultural. Actualmente existen en el mundo más de dos mil nacionalidades, y la civilización humana se enriquece y se desarrolla incesantemente conforme al incremento de los intercambios entre las diversas nacionalidades. La diversidad cultural o de civilización del mundo permanece a largo plazo en el pasado, en el presente y en el futuro. La ciencia, la democracia, la legalidad, la libertad y los derechos humanos no son algo exclusivo del capitalismo, son frutos de la civilización creada en común por la humanidad en su búsqueda de escalas de valores durante un largo proceso histórico. Sólo que en las diferentes etapas históricas y en distintos países, las modalidades y los caminos para ello se difieren sin un patrón unificado. La diversidad de la civilización mundial es algo que existe objetivamente, y ajeno a la voluntad subjetiva del hombre. Son precisamente la simbiosis, la mezcla y la asimilación mutua de las diversas culturas lo que ha impulsado el progreso de la humanidad. Es necesario aceptar la diversidad cultural del mundo, y las diversas culturas no deben discriminarse, enemistarse o excluirse, sino respetarse, aprenderse, y complementarse, para crear una cultura armoniosa y llena de color de la humanidad.

En la construcción de la democracia política, China debe seguir su propio camino. Siempre sostemos que el sistema socialista y la democracia política no son incompatibles. Un alto grado de democracia y una legalidad perfecta son precisamente requisitos inherentes al sistema socialista y signos importantes de un sistema maduro del socialismo. Es totalmente posible construir un país democrático regido por la legalidad bajo las condiciones socialistas. Debemos basarnos en la realidad de nuestro país, y explorar activamente en las prácticas las leyes de la construcción de la democracia política con peculiaridades chinas. En la actualidad, debemos centrar nuestros esfuerzos en promover el desarrollo económico, proteger los intereses de los ciudadanos, luchar contra la corrupción, elevar la credibilidad y poder ejecutivo del Gobierno, y acrecentar la armonía social, y al mismo tiempo, ampliar la democracia, perfeccionar la legalidad, y continuar llevando adelante la reforma de las instituciones políticas. Así es como el camino elegido por el propio pueblo chino para el desarrollo del país podrá contar con una comprensión y apoyo aún más amplio de la comunidad internacional

Es necesario elevar la cualidad ciudadana en todos los terrenos. Esto exige dar prioridad al desarrollo de la educación. Debemos potenciar la responsabilidad del Gobierno para asegurar la educación obligatoria, ampliarla y conslidarla, desarrollar enérgicamente la educación profesional, elevar la calidad de la enseñanza superior, y elevar el nivel científico y cultural de toda la nación en forma integral. Esto requiere que fortalezcamos enérgicamente la construcción ideológica y ética, acelerando el fomento de un sistema ideológico-ético que se adapte a la economía de mercado socialista y que mantenga las bellas tradiciones de la nación china. En particular, es necesario dar importancia a la educación sobre la honestidad y la fidelidad a los compromisos asumidos, impulsando su desarrollo en toda la sociedad. Es necesario crear una buena imagen del país en los intercambios internacionales en el sentido de que los chinos son fieles a sus palabras empeñadas, cumplen sus compromisos, y están resueltos en la acción. Esto exige fortalecer la educación sobre las modales de los ciudadanos en sus relaciones con el exterior, convencerles de la necesidad de respetar las leyes y reglamentos en el exterior así como las costumbres y hábitos locales, cuidar de su comportamiento en los lugares públicos, y convertirse en exponentes de la cultura e imagen de China. Ahora, es cada vez más numeroso el número de los chinos que salen al extranjero, y debemos fortalecer la administración de los asuntos implicados con el extranjero, tales como luchar contra la inmigración ilegal, el contrabando, el tráfico de drogas y otras actividades delictivas, a fin de establecer un buen orden en las relaciones internacionales entre el personal chino en su trato con el exterior.

Es necesario ampliar los intercambios culturales con el exterior. Los intercambios culturales son puentes de comunicación espiritual entre los pueblos, y son importantes canales para proyectar la imagen del país. La cultura china tiene una historia larga y connotaciones amplias y profundas. Ha hecho grandes contribuciones al desarrollo de la civilización mundial. En la tradición cultural de China se pueden encontrar muchos conceptos incisivos en los terrenos filosófico, educacional y ético-social, tales como “convivencia a pesar de las diferencias”, “el pueblo es la base del país”, “respeto por los profesores y la educación”, y “no hagas al prójimo lo que no deseas que te hagan a ti”. Debemos recurrir a diversas modalidades y maneras, incluyendo representaciones y exposiciones ambulantes, enseñanza del idioma chino, intercambios académicos y organización mutua de años culturales, para difundir la cultura excelente de China en el extranjero y en todo el mundo, incrementanado así su influencia internacional. Es necesario aplicar activamente la estrategia de “salir más allá de la frontera” en el terreno cultural, promover enérgicamente la industria cultural, elevar la competitividad internacional de las empresas y productos culturales de China, ampliar la exportación de los productos culturales como publicaciones y artículos audiovisuales, e impulsar la presencia de los productos culturales del país, sobre todo su flor y nata, en todo el mundo.

Es necesario fortalecer y mejorar el trabajo de publicidad para con el exterior. Difundir plena y precisamente y a tiempo los éxitos que China ha logrado en su reforma, apertura y modernización, sin eludir la existencia de problemas en ellas. Debemos saber emplear, en forma variada y flexible, los métodos de publicidad para el exterior y para los intercambios, y adoptar en lo posible formas y lenguajes que sean comprensibles y de gusto para los extranjeros, incrementar la eficiencia de la publicidad, y hacer esfuerzos por que los diversos sectores tengan un enfoque objetivo del desarrollo de China y el papel que juega en lo internacional. Todo ello, para crear un ambiente amistoso de opinión pública en la arena internacional. (Pueblo en Línea)

01/03/2007
http://spanish.peopledaily.com.cn/31619/5428873.html

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No se si lo sabeis pero ese tipo se hizo famoso por llevar ese mismo abrigo verde desde hace diez años o más. Lo leí hace tiempo y dicen que muchos chinos le tienen en consideración por no rodearse de lujos pese a la altura de su cargo.

9:27 p. m.  

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