Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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31 de diciembre de 2007

¡Estimados camaradas! ¡Compatriotas!

Guennady Ziuganov, Presidente del Comité Central del Partido Comunista de la Federación de Rusia (PCFR) que fue presentado como candidato a la presidencia de Rusia, al finalizar el XII Congreso extraordinario del PCFR se dirigió con el siguiente llamamiento a los compatriotas.

¡Estimados camaradas! ¡Compatriotas!

Entramos en una nueva etapa de la lucha política. Me refiero a las elecciones presidenciales que se celebrarán el 2 de marzo de 2008.

La etapa anterior -las elecciones parlamentarias- se convirtieron en una dura prueba para el pueblo. Nunca antes la sociedad tropezó con una presión tan burda para hacer votar a la gente por el partido del poder y, luego, con la falsificación de gran escala de los resultados de las elecciones. Se utilizaron la presión administrativa masiva, un intenso lavado de cerebros por las cadenas de televisión, numerosos partidos fantasmas, votación con varias papeletas, votación con papeletas de baja (para votar en un lugar distinto al de la residencia), falsificación de las actas de las comisiones electorales, etc.

No fue un partido político quien luchó contra el PCFR. Se lanzó contra nosotros el aparato estatal oligárquico-burocrático apenas disfrazado de un partido bajo el nombre de “Rusia Unida”. De ahí los resultados de las elecciones, en los que no puede confiar ni una persona sensata. Los burócratas y la oligarquía supieron mantener el poder pisoteando la Ley y las normas universales de honradez y moral humanas.

El PCFR es el único partido de oposición que salió airoso de la burda presión y las falsificaciones. Nos hemos ganado a nuevos partidarios. Aumentamos la cantidad de votos emitidos a nuestro favor en un medio millón en comparación con las elecciones de 2003. Hemos propuesto a la sociedad un gran programa de renacimiento de Rusia y hemos logrado llevarlo al pueblo, al divulgar decenas de millones de ejemplares de los periódicos “Pravda” y “Rusia Soviética”.

Casi dos tercios de los electores, 65 millones de personas, no acudieron a las urnas o no apoyaron en ellas a Putin y su “RU” (Rusia Unida). Por mucho que el régimen actual se jacte de la victoria en las elecciones, no es capaz de ocultar el hecho de que no goce del respaldo de la mayoría de los habitantes.

Lo sucedido en el curso de las elecciones a la Duma (Parlamento) no puede no provocar el sentimiento de alarma en todo el país. Es poco probable que sientan alegría quienes de nuevo votaron dócilmente por el Poder, manifestando una falsa lealtad, conformismo o “pasotismo”. El sentimiento de alarma y preocupación sin duda alguna se fortaleció aun más después de los pasos cínicos del Kremlin que se dieron inmediatamente después de celebradas las elecciones.

Ahora cada persona sensata entiende que nuestras sociedad es manipulada de una manera abierta y descarada. Sin consultar nada con el pueblo se le impone nuevos zares, visires y grandes señores. Todo ellos son reclutados entre los funcionarios de unos de los departamentos del ex Consejo Urbano de Leningrado. Se barajan las mismas cartas representadas por amigos personales y cortesanos fieles al cabecilla, ávidos del dinero y el poder. Al mismo tiempo, al país y al mundo se les inculca la idea de que están preocupados por el respeto a la Constitución, la Ley, la democracia y la justicia.

Lo que se nos propone en realidad es además de un presidente legítimo, el gobierno y demás órganos constitucionales tener a una especie de líder nacional que se coloque por encima de todos y determine el destino del país, nadie sabe conforme a qué derecho.

Se nos propone un Paramento de bolsillo totalmente controlado por su líder no constitucional que se integre por trescientas o cuatrocientas personas que no tienen otros programa o convicciones sino los de servir fielmente a la oligarquía.

Se nos impone en función de un partido del poder a “Rusia Unida” que no es partido como tal. Es una estructura burocrática disfrazada de organización política. Es el producto de los alquímicos de la administración del presidente que crearon un instrumento monstruoso del control total sobre la vida política y social de Rusia.

Nos hablan del auge económico, defensivo, cultural y científico del país mientras que la industria no funciona, la agricultura está arruinada, las Fuerzas Armadas han perdido su capacidad combativa, la ciencia se ve arrinconada, la cultura nacional es dominada por los sucedáneos de origen extranjero.

Nos declaran que están creciendo los ingresos y adviene de la era de la abundancia mientras el país se ahoga en la pobreza.

Nos siguen hablando de la libertad de expresión mientras cada niño en Rusia sabe que la libertad no existe y lo que existe es una censura implacable y descarada, el control total sobre los medios de comunicación, especialmente los electrónicos.

Los planes de Putin, su vértebra del poder no es más que la caricatura de la democracia y el orden constitucional. A ojos vistas Rusia se transforma en un gigantesco “maquillaje de la vitrina con pozos de petróleo”, se hunde más y más en el pantano de mentiras, del autoritarismo semi-feudal y rusofobia. Es hora de detenerlo. Es el momento de establecer orden y respetarnos a nosotros mismos.

Nos dirigimos una vez más a todos los electores sensatos, a las personas que quieren entenderlo todo, que no se dejan ser embaucados por la TV y se preocupan por el destino de la Patria. Ustedes mismos deciden al fin de cuentas cómo seguir viviendo. Pero de nuevo les invitamos a reflexionar. Serán ustedes quienes van a comparar qué posición es la más cercana a la realidad y proceder como les dicte el juicio sano, el deber y la conciencia.

Somos herederos del partido que aseguró el renacimiento del país después de la cruel guerra civil y que lo hizo todo para crear una industria moderna, para la Victoria sobre el fascismo. No todo fue despejado en nuestra historia, al igual, sea dicho a propósito, que en la historia de muchos otros Estados. Reconocemos los errores cometidos en el pasado y no nos exoneramos de la responsabilidad.

Pero al mismo tiempo recordamos que fue en la época del Poder Soviético cuando nuestro país se convirtió en una potencial mundial real y fue el primero en conquistar el espacio. Todo el mundo tenía empleo y un buen salario. La educación y la asistencia médica eran gratuitas. El alquiler de vivienda y las vacaciones de verano eran muy baratos. Cualquier estudiante que tenía el estipendio, sin hablar de los trabajadores, podía viajar en avión a Moscú o al Sur e ir de vuelta. Los niños podían estudiar en las escuelas deportivas y círculos artísticos. La drogadicción como tal no existía. Cada persona estaba segura de su porvenir. Nuestro país gozaba de un gran prestigio internacional. En la época de la URSS era imposible la agresión de la OTAN contra Yugoslavia, ni hablar de su penetración en el territorio de la Rusia milenaria.

Con la llegada de Yeltsin y sus secuaces empezaron tiempos nuevos.

Un puñado de ricachones -un 2 – 3 %- está prosperando mientras que la mayoría del pueblo vive en la miseria. La diferencia entre el 10 % de los más ricos y el 10 % de los más pobres es, oficialmente, de 15 veces, pero, según los datos de los expertos, 30 – 40 veces. En Europa esa relación es de 1 por 5-7.

La economía es totalmente dependiente del gas y petróleo. La asistencia médica y la educación se hacen inalcanzables para los ciudadanos de a pie. Los precios de los alimentos y la energía crecen de día en día. La criminalidad se ha convertido en le azote del país. De nuevo han aparecido millones de niños huérfanos y analfabetos. Por el índice de desarrollo humano Rusia retrocedió al 65 puesto del mundo. Nos adelanta un país africano, Libia, que ocupa el 64 puesto.

Todo ello tomando en cuenta que somos el país más rico del mundo. A cada ciudadano de Rusia le corresponden 160 mil dólares en concepto de las riquezas naturales; son 16 mil en Estados Unidos, 6 mil en Europa. Pero vivimos mucho peor que ellos. ¿Por qué? Porque los recursos y el dinero son llevados del país enriqueciendo a un grupúsculo de oligarcas y sus amos occidentales.

¿En qué consiste la esencia de la posición del PCFR? Consiste en poner fin al saqueo de Rusia y hacer que cada persona viva bien. No podemos aceptar una flagrante injusticia. ¿Por qué una parte minúscula de la población se ha apoderado de ingentes riquezas creadas gracias al esfuerzo de nuestros padres y abuelos? Los multimillonarios no invierten dinero en fomento de la producción; adquieren palacios en Francia, yates en Italia y clubes de fútbol en Inglaterra. Rusia ocupa el segundo puesto por la cantidad de los multimillonarios pero es uno de los últimos en cuanto a la esperanza de vida, ¿es normal esto?

¿Por qué cuando el gobierno mantiene 600 mil millones de dólares en los bancos extranjeros, los maestros y médicos cobran un salario miserable, los campesinos apenas se las arreglan al fin de mes y la pensión de jubilación media es de 3-3,5 mil rublos, o sea, dos veces menor que el mantenimiento de un preso en la cárcel.. ¿Es posible vivir dignamente con ese dinero dada el alza interminable de los precios?

Estamos decididamente en contra de que un trabajador de Rusia se convierta en indigente. Y que entre 74 millones de los ciudadanos a la edad de trabajar 55 millones cobran menos de 5 mil rublos al mes siendo el mínimo vital de 2600 rublos, lo que es menor unos 700 rublos que el umbral de pobreza mundial. ¿Por qué de cada 100 dólares de ingresos provenientes de la venta del petróleo al presupuesto nacional ingresan sólo 34, mientras que en Estados Unidos 60, en Noruega 82, en los Emiratos Árabes 91? ¿No es esta la causa principal de la pobreza de nuestro pueblo?

Se ha armado mucho ruido en torno a los proyectos nacionales “Salud”, “Educación”, “Vivienda”. Al mismo tiempo se lleva a cabo el cierre de escuelas, hospitales y puestos médicos en el campo. La asistencia médica y la educación se hacen comerciales, se empeora su calidad y el precio de un metro cuadrado de vivienda es una suma inimaginable incluso para una familia de ingresos medios.

Muchos candidatos en esos días han salido a la caza de los votos de los electores y derrochan promesas, el oro y el moro, que no se proponen cumplir. Los planes de Putin y su equipo como han demostrado ocho años de su poder, no son más que las buenas intenciones apuntadas a embaucar al pueblo, saquearlo y mimar a los multimillonarios rusos.

El PCFR rechaza estos planes. Se encamina hacia las elecciones del presidente con una clara idea de lo que hay que hacer.

¿Qué proponemos? Disponemos de un programa mínimo con vistas a su realización inmediata. Su objetivo consiste en hacer alejar al país del borde del abismo en el que se halla durante muchos años y al que podrá deslizarse inmediatamente cuando termine la locura de aflujo de los petrodólares. El programa máximo es asegurar un nivel de vida estable y digno a todos los ciudadanos de Rusia sin excepción sobre la base del renacimiento de la economía y la espiritualidad de Rusia y nuestras posiciones en el mundo.

El PCFR está convencido de que la vida del pueblo se puede hacerla mejor si se pone el fin al saqueo del país, se reanima la industria y la agricultura y se garantiza trabajo a cada ciudadano. Somos un país muy rico. Lo tenemos absolutamente de todo: recursos naturales únicos, un pueblo talentoso, laborioso y educado. Tenemos historia y tradiciones seculares. Tenemos ingentes recursos congelados en bancos occidentales. Lo tenemos de todo para modernizar la economía y mejorar la vida de la gente.

¿Con qué empezar?

Es necesario revisar las leyes antipopulares adoptadas después de 1991 sobre la monetización de los privilegios y “Ley de Aseguramiento obligatorio de transporte automóvil”, de los Códigos de Tierra, de Recursos Hídricos, Vivienda y de Trabajo.

El PCFR exige nacionalizar los recursos naturales del país y los sectores estratégicos de la industria: electroenergética, complejo militar-industrial, transportes y comunicaciones. Implantar el monopolio del Estado sobre la producción y ventas de las bebidas alcohólicas y el tabaco. La oligarquía debe devolver a la sociedad las riquezas usurpadas en los criminales años 90. La nacionalización de las industrias grandes se conjugará con las medidas de apoyo a la pequeña y mediana empresa. Solo entonces aparecerán los fondos pare pagar los sueldos, pensiones y vivienda dignas, la educación y asistencia médica gratuitas.

Es necesario devolver a Rusia el Fondo de Estabilización e invertir sus recursos en la modernización de la agricultura y la industria, asegurar el renacimiento de la ciencia, la cultura, la educación, la salud pública y las Fuerzas Armadas.

Para financiar la educación deben destinarse no menos del 10 % del PIB, la ciencia, el 4 % (con una perspectiva de hasta 8 %), las Fuerzas Armadas, no menos del 3,5 % del PIB.

Para apoyar al complejo agroindustrial y el desarrollo del campo hay que destinar ahora ya no menos del 15 % del presupuesto estatal. Hay que conseguir la paridad de precios sobre los productos industriales y agropecuarios. Restaurar el sistema de cooperativas de consumo. La compra-venta de tierras tiene que ser abolida. En el campo deben reconstruirse las escuelas, los puestos médicos y las casas de cultura.

El PCFR está seguro que el mínimo vital y el salario mínimo no deben ser de 2600 rublos como ahora sino de 10-12 mil rublos. Las pensiones deben ascender 3-4 veces y ser no menores de 50 % del salario (no el 24 % como ahora). El subsidio mensual para atender a los hijos, 1,5 mil rublos. El Estado debe asegurar el control de precios.

Hay que redistribuir los impuestos de tal forma que se quede en las regiones no menos del 60 % y el centro federal reciba un 40 %. Las personas que cobran menos de 10 mil rublos deben exonerarse de los impuestos. Pero el IVA sobre los superricos no debe ser del 13 % como ahora sino del 30 %. Los créditos hipotecarios deben prestarse en condiciones de facilidades, no más del 5 % anuales. Con el nacimiento del primer hijo debe amortizarse el 25 % del crédito, del segundo, el 50 %. Para las familias con tres hijos el crédito tiene que ser a título gratuito.

Todo esto es factible. Recuerden, en los años del Poder soviético el salario mínimo era de 100 rublos (10 mil rublos actuales). La pensión media era de 90 rublos (9 mil). No había delincuencia. La criminalidad era muy baja, la educación y la asistencia médica eran gratuitas. Eso de nuevo lo vamos a tratar de lograr con firmeza.

¿Qué más? Empezar en seguida el pago de los depósitos que le robaron al pueblo durante las “reformas” de Yeltsin y Gaydar. ¿Por qué se esfuerzan por todos los medios de pagar las deudas a los estados occidentales pero se niegan rotundamente a devolverlas a los ciudadanos del país? Estamos completamente en contra de esto. Deben atajarse duramente la corrupción y restablecida la pena de muerte por los crímenes más graves.

¿En qué consiste la diferencia entre nosotros y las demás fuerzas políticas que presentan a sus candidatos a la presidencia? En realidad, una persona inexperta puede confundir. El partido del poder policefálico que incluye a “Rusia Unida”, “Partido Liberal Demócrata de Rusia”, “Rusia Justa”, “Partido Agrario” y la “Fuerza Cívica” ha empezado a hablar con insistencia sobre el patriotismo y la justicia social. Hace varios años atrás de ella hablaban sólo los comunistas. Los demás cantaban loas al “libre mercado” y los “valores occidentales”. Hoy todos ellos se disfrazan de los partidos de la “justicia”, intentan arrebatar las ideas y consignas a los comunistas.

Pero “Rusia Unida” y sus vasallos ya hace mucho pudieran realizar todo lo que ahora prometen a los electores. Puesto que la lluvia de ingentes precios internacionales de petróleo cae sobre Rusia durante ya varios años y las autoridades permitieron al pueblo quedarse con algunas migajas sólo en la víspera de las elecciones. Luego de las elecciones van a arrancar esas migajas y muchas cosas más.

La diferencia cardinal del PCFR de los «defensores del pueblo” nuevos consiste en que nuestra fidelidad al bien del pueblo y el patriotismo han sido probados en la práctica. La diferencia del PCFR respecto a otros partidos también consiste en que prometen montes y maravillas a los electores pero sólo en palabra. Estamos convencidos de que un rápido mejoramiento de la vida del pueblo solo es posible sobre una sólida base económica. Se puede lograrlo únicamente mediante la nacionalización de los sectores estratégicos y, al mismo tiempo los más rentables de la economía, restableciendo un funcionamiento normal de la industria y la agricultura.

No llamamos retornar al pasado. Llamamos a seguir adelante, hacia un socialismo renovado que corresponda a las realidades de una nueva Rusia y un nuevo mundo limpiado de los errores y confusiones del pasado.

Hacia el socialismo camina toda la Humanidad incluyendo China y América Latina. China ya hace mucho ha optado por una vía exitosa hacia el socialismo. Y es la economía que registra el mayor crecimiento del mundo. China se ha convertido en el taller del mundo. Construye 20 fábricas de automóviles, carreteras de primera y se prepara para el viaje espacial a la Luna.

América Latina se ha puesto de cara al socialismo no hace mucho. Después de decenios de dudas atormentadoras no siguió a Estados Unidos sino a Cuba. Puesto que es la única vía de salvación de la miseria monstruosa y el saqueo por parte de la “economía de mercado”. Ya han transitado la vía de “mercado” por la que marcha ahora Rusia y han optado firmemente por el socialismo.

Rusia de nuevo e inevitablemente llegará al socialismo. Cuanto antes cambiemos el rumbo del país tanto más rápidamente recuperaremos una vida digna.

¿En quién podemos apoyarnos en nuestros planes?

Estamos profundamente agradecidos a los veteranos que no se dejaron sobornar por las dadivas de las autoridades y nos respaldan con firmeza. Estamos agradecidos a quines sin ser nuestros partidarios ideológicos reconocen honestamente el PCFR como la alternativa única al actual poder de rapiña. Observamos también un cambio significativo en los ánimos políticos en el país.

Por el PCFR votan no sólo personas mayores de edad sino también con mayor frecuencia las personas de edad media, la parte más pensante y apta para el trabajo del pueblo. En los centros científicos y centros de altas tecnologías el PCFR obtiene el 30 – 35 % de votos de los electores. No son militantes del PCFR. Son personas que evalúan sensatamente la situación en el país y entienden que la política actual llevará inminentemente a la quiebra del país. Que Rusia necesita una oposición influyente. Que solamente PCFR es capaz de devolver a Rusia el camino hacia la restauración y la prosperidad.

Por el poder actual votan los burócratas sobornados, bajo el temor al castigo votan los cuarteles, las cárceles y manicomios. Por nosotros votan las personas libres: las universidades y centros científicos. Cada vez más votan por nosotros las personas preocupadas por el destino de la patria y sus familias. Las personas que empiezan a entender que sólo el socialismo puede asegurar el desarrollo del país en general y de cada ciudadano en particular.

A despecho de las afirmaciones de disminución del apoyo a nuestro partido su base social sigue aumentando puesto que el pueblo no puede ignorar la falta de perspectivas para el actual poder oligárquico-burocrático. El pueblo no puede no comparar su buen pasado inmediato y el régimen deformado que le impusieron bajo el sello de la “economía de mercado” y los “valores occidentales”. El pueblo está por la justicia social y el patriotismo. Son los valores que defienden los comunistas.

Nos dirigimos a los electores honestos. Si consideran que su vida es excelente, voten por el candidato de “Rusia Unida” y sus vasallos, por el candidato del partido de oligarcas y burócratas. Si piensa que hay que cambiar algo en esta vida, apoyen al PCFR, partido del pueblo trabajador. Los otros candidatos es un cebo para cazar votos y apartar la atención de los problemas candentes del país. Si van a respaldar a ellos, sus votos serán aprovechados por el candidato del partido del poder.

Nos dirigimos a los electores sensatos. Muchas cosas dependen de nosotros. Se puede no acudir a las urnas. Se puede votar sumisamente por el partido del poder. Pero en este caso todo será más peor que ahora.

Nos dirigimos a los electores patrióticos. ¡Respalden al PCFR! ¡Nuestro país puede y debe renacer! ¡El voto entregado a nuestro favor será también a favor de su porvenir!

G.A. Ziuganov

Presidente del CC del PCFR,

Candidato al presidente de la Federación de Rusia



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