Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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30 de septiembre de 2008

La crisis mundial acelerará el auge de China

La crisis mundial acelerará el auge de ChinaDando buena cuenta del crecimiento imparable de China, el Foro de Davos celebró a finales de setiembre su segunda reunión de verano en aquel país asiático. Tras la primera edición, que tuvo lugar el año pasado en Dalian, el Foro Económico Mundial se ha trasladado a Tianjin, una megalópolis industrial de 10 millones de habitantes situada a 100 kilómetros de Pekín.En Teda, una ciudad nacida a partir de un enorme polígono industrial que alberga a 16.000 empresas y 200 grandes multinacionales como Motorola, Toyota, Yamaha y Coca-Cola, se han reunido 1.400 participantes de 90 países y 200 grandes compañías internacionales.Como no podía ser de otra manera, este encuentro económico, el primero tras el estallido de la crisis, está girando en torno al «tsunami» financiero que sufren las potencias occidentales. Pero, lejos del pesimismo, los expertos reunidos en el Davos chino prefieren ver oportunidades de negocio tras la crisis y analizar la transformación que producirá en el planeta. Según un informe sobre los riesgos globales del crecimiento en 2008, elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers, la actual incertidumbre acelerará los cambios en la economía global, que pasará a estar dominada por las potencias emergentes.En primer lugar figura China, que este año ya aportará un cuarto del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) global, sustituyendo así a Estados Unidos como motor de la economía del planeta. A China, que ha crecido un 10,4% durante el primer semestre y continuará su tónica ascendente el próximo año, se suman la India, cuyo PIB se elevará un 8%; Rusia, que subirá más de un 7%, y los países productores de petróleo.Por el contrario, las economías de Estados Unidos, Unión Europea y Japón apenas crecerán un 2% y su declive se verá agravado por la crisis de las «subprime». Tal y como recoge el estudio, «los bancos han perdido más de 500.000 millones de dólares (3.427 millones de euros) desde enero de 2007», creando una falta de confianza en las entidades financieras «que no tiene precedentes». Además, el Foro Davos alerta de que «la Corporación Federal de Depósitos de Seguros norteamericana tiene en su lista de problemas 117 instituciones financieras que suman unos activos combinados de 78.000 millones de dólares (5.346 millones de euros)».A pesar de la caída de las importaciones de EE.UU., que proceden en un 40% de Asia, China e India superarán esta adversidad porque «han visto un fuerte crecimiento del consumo doméstico, han mejorado su productividad y han diversificado su comercio, volviéndose menos dependientes de la economía americana».Otra ventaja para estas potencias emergentes es la extraordinaria acumulación de reservas de divisas en países como China, India y Rusia, que les permitirá invertir en infraestructuras para seguir dinamizando la economía. Hasta 2012, 40 países aumentarán su PIB per cápita más de un 50%, especialmente en Asia y Latinoamérica.Por su parte, en una intervención ante su Parlamento el ministro de Economía alemán, Peer Steinbrück, afirmó que «Estados Unidos va a perder su status de superpotencia económica. La economía mundial va a devenir multipolar». Según este análisis está emergiendo un nuevo orden financiero con nuevos centros en Asia y en Europa.Países del este de Europa, de Latinoamérica y de África con una fuerte dependencia del capital extranjero, fundamentalmente norteamericano, pueden verse en riesgo. El diagnóstico culminaba con una llamada a que potencias declinantes y emergentes aúnen esfuerzos contra la crisis, haciendo buenos los pronósticos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de que habrá que acabar yendo hacia un G-8 ampliado.

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