Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.
[Traduction automatique: FR]
24 de febrero de 2012
Análisis que realiza el Partido de la Liberación (PL) de Argentina en su web pl.org.ar
"El 28 de enero pasado comenzó a sesionar la Primera Conferencia del Partido Comunista Cubano, bajo la presidencia de Raúl Castro, en cumplimiento de las disposiciones del VI Congreso partidario, de abril de 2011.
Aquel Congreso había puesto la atención en los problemas que acarreaba el país socialista en el contexto de la crisis internacional, los vaivenes del comercio exterior y las propias limitaciones sociales y económicas en el desarrollo nacional. No se trata de abrir las puertas a la restauración capitalista, como sueñan los norteamericanos y sus seguidores, sino de diversificar la forma de gestión económica manteniendo la propiedad social de los medios fundamentales.
Raúl Castro explicó cómo en las condiciones de sitio y agresión que sufre Cuba por parte del imperialismo desde hace años, el partido único es una necesidad frente a la mercantilización de la política y la acción directa de poderosos intereses contrarios a la revolución y las necesidades del pueblo de la isla. Al mismo tiempo, el presidente resaltó la importancia de profundizar una verdadera democracia, con la participación libre y comprometida de la población en un modelo político esencialmente distinto a la supuesta democracia representativa de otros países.
El VI Congreso detectó diversas dificultades y errores en el funcionamiento del PCC y esta Conferencia puso en foco los problemas de corrupción, de burocratismo y otras dificultades que dificultan el logro de los objetivos de la institución política que, en palabras de Raúl, es el arma estratégica de la unidad de los cubanos en pos de la independencia y de la justicia social.
La Conferencia se planteó un centenar de Objetivos relacionados con el funcionamiento del partido, el trabajo político e ideológico, la política de cuadros y las relaciones con la Juventud y los organismos de masas. Uno de los aspectos que retomó la Conferencia, es la ética que deben tener los dirigentes comunistas. Por otra parte, enfatizó la necesidad de formación política y de vinculación con las masas.
Los cambios que planteó el Congreso partidario y que retomó la Conferencia apuntan a corregir errores y a mejorar el socialismo, dando lugar a espacios para la iniciativa privada sin comprometer los resortes fundamentales de la economía y la revolución. El PCC no busca generar una clase o un estrato con prácticas capitalistas, sino dinamizar la economía y recuperar el compromiso militante. La Conferencia también se propuso establecer un tope a la permanencia en los cargos políticos y estatales fundamentales (objetivo Nº 76), promoviendo la renovación de cuadros y la conformación de equipos capacitados y con experiencia en los niveles de decisión más importantes.
El PCC dirige el proceso revolucionario y garantiza las conquistas políticas y sociales mediante modelos que son profundamente más democráticos que el sistema electoral que conocemos en otras partes del mundo.
MARÍA ALANIZ
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