Así fue la partida de los nuestros para La Habana
Camarada:
Para comunicarle sobre la partida de los camaradas. Las carreras que nos implicó organizarlo todo fueron grandes, pero cuándo será que no ha sido así. Además no faltan los imprevistos de última hora, como siempre.
Los delegados estuvieron hablando con la gente. Tanto con los lugareños como con los guerrilleros. Hubo lugar hasta para la toma de fotografías con unos y otros. La delegada que venía por el gobierno llamó de manera especial la atención. Se le veía muy contenta. El cubano afirmó que se trata de una buena muchacha, sensible con lo que pasa en el país.
Hubo preguntas, abrazos, risas y mucha alegría. El cubano regaló a los guerrilleros cigarrillos de degustación. Después de haberse montado en los helicópteros, los delegados nuestros tuvieron que descender de nuevo para ir a orinar. El viaje era largo. Volvieron a embarcarse, calentamiento de los motores y suspenso en la gente viendo a los nuestros encerrados en esa cajita.
Hasta que despegó del suelo ese aparato por fin, ¿oyó? El piloto hizo la V de la victoria con la mano, arrancando profundos suspiros en la gente. Yo creo que pensaban lo mismo que yo: ojalá este proceso tenga el final que todos queremos, una Colombia nueva, la patria justa donde tengamos la posibilidad de gozar de bienestar e igualdad social.
En realidad los presentes no fueron muchos, por lo temprano de la hora y porque llovió toda la madrugada. El camarada se despidió con unas bonitas palabras ante la gente, al tiempo que los delegados que venían en el helicóptero saboreaban un tinto caliente. Después se embarcaron. Nosotros sacrificamos una res y les ofrecimos el almuerzo a todos los asistentes. Después nos retiramos, la compañía de Wilson por un lado y nosotros por el otro.
Montañas de Antioquia, octubre de 2012.
Etiquetas: La revolución en América Latina y el Caribe
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