Los trabajadores y oprimidos del mundo, pendientes de la salud de Chávez

CUARTA OPERACIÓN DE CHÁVEZ CONTRA TUMOR MALIGNO

El 11 de diciembre los médicos cubanos operaban al presidente venezolano, quien el sábado 8 había hablado con la verdad a su pueblo de la reaparición de células cancerosas y la necesidad de viajar a Cuba para operarse. Sería la cuarta vez de un cáncer en zona pélvica, desde que se descubrió la enfermedad en junio de 2011.

Últimamente se creyó que el peligro había pasado. Al bolivariano se lo vio pleno y saludable a lo largo de varios meses que llevó la campaña presidencial ganada el 7 de octubre de este año, cuando con el 55 por ciento de los votos derrotó al candidato de la derecha, Hernán Capriles, que tuvo el 44 por ciento.

Así Chávez obtuvo un nuevo turno en el Palacio de Miraflores para 2013-2019 y propinó una paliza a la gran burguesía venezolana, agrupada en Fedecámaras, a los grandes medios de comunicación que hacen de voceros de la oposición, a los partidos de la “Mesa de Unidad Democrática” y especialmente al imperialismo norteamericano.

En ese tiempo el jefe de Estado recorrió el país palmo a palmo, atendió los asuntos del gobierno y orientó el proselitismo del Gran Polo Patriótico, la alianza liderada por el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), el Partido Comunista y otros integrantes. Los más de 8 millones de sufragios de esa victoria fueron por un gran esfuerzo colectivo, pero también por el carisma y del trabajo personal del líder venezolano.

Y de golpe la decepción. La mala noticia de que debía operarse. La gravedad mayor de la situación, más que en oportunidades anteriores, puede deducirse del hecho que Chávez designó su sucesor, en caso que le pasara algo grave: el vicepresidente Nicolás Maduro. El no quiso ser alarmista, pero nominar al sucesor confirma que la cirugía es muy complicada, que puede salir bien pero también hay posibilidades de incapacidad o incluso postración o muerte. Es muy doloroso escribir sobre esto, pero Chávez, con su franqueza de aquel día, invita a llamar a las cosas por su nombre, sin perder la esperanza de que todo salga bien.

Los mejores médicos cubanos harán su trabajo por amor y con conciencia, sin pensar en la plata que puede reportarles la intervención. También en esto se marcan hondo abismo entre el socialismo cubano y el proceso antiimperialista de Venezuela, de un lado, y el mercantilismo del capitalismo y la medicina privada por el otro.

Esta recaída de la enfermedad ocurre en un momento delicado de Venezuela. Es que justo el domingo 16 de diciembre se vota para gobernador en cada uno de los 23 estados y se elegían 237 diputados a los Consejos Legislativos. Es un comicio clave para consolidar la victoria chavista del 7 de octubre y arrancar con buen pie la marcha para el próximo sexenio, pues el 10 de enero Chávez debe iniciar su nuevo mandato.

De todas maneras los dirigentes chavistas se las pudieron arreglar en estas elecciones sin su líder mayor. El oficialismo gobierna 15 estados y la oposición 8, pero en las últimas presidenciales el presidente ganó en todas menos en dos, Táchira y Mérida. No es que ahora se repetirá exacto ese resultado, porque seguramente algunos candidatos a gobernador no tienen el balance positivo a mostrar que sí puso Chávez sobre la mesa. Pero se cree que el Gran Polo Patriótico volverá a triunfar en la mayoría de los Estados. Una de las pulseadas que concita mayor atención es en Miranda, donde compiten el ex gobernador Hernán Capriles, de la derecha, contra el ex vicepresidente Elías Jaua.

La operación de Chávez ha preocupado a su pueblo y pueblos hermanos. Una de las grandes ovaciones que recibió Cristina Fernández en Plaza de Mayo, el domingo 9, fue cuando pidió a Dios por la salud del enfermo, gran amigo de Argentina y que la ayudó cuando nadie lo hacía. Rafael Correa directamente se tomó el avión a La Habana, estuvo hablando con Chávez (y con Fidel y Raúl Castro), para luego regresar a Ecuador. Gran cantidad de presidentes de la región expresaron su buena onda con el bolivariano y lo mismo hicieron organizaciones populares. Por ejemplo, la delegación de paz de las FARC de Colombia pidió por su salud desde La Habana.

Por supuesto, hasta ahora el Premio Nobel Barack Obama no se ha expedido al respecto ni el decadente rey borbón que alguna vez quiso hacer callar a Chávez. Ese silencio indica su profundo odio de clase hacia un presidente que cambió muchas cosas, no todas las que quería, en la rica potencia petrolera que era Venezuela, con un pueblo pobre. Hoy existe más desarrollo y justicia social, menos pobreza y desigualdad, menos peso de las trasnacionales y retroceso de los corruptos partidos de la IV República derrotados en 1999.

El Partido de la Liberación (PL) de Argentina expresa sus mejores deseos para la pronta recuperación del presidente venezolano, un luchador antiimperialista incansable y valioso no sólo para su país, la región y el mundo. Un Frente Antiimperialista y por la Paz Mundial, que demanda la situación internacional, será más difícil de construir si en algún momento faltara el aporte del bolivariano.

El PL espera que esta cuarta operación sea exitosa. Y de cualquier modo, tiene confianza en las nuevas camadas de dirigentes socialistas de Venezuela, porque -como dijo Maduro- Chávez ha sido el gran maestro de todos ellos. Formar cuadros y continuadores de la revolución, y fortalecer una organización revolucionaria, sigue siendo el gran desafío de los procesos antiimperialistas y socialistas. Sólo así se consigue que las revoluciones no implosionen, no desaparezcan ni cambien de color.

SERGIO ORTIZ

Secretario General del Partido de la Liberación de Argentina