Resolver revolucionariamente el problema de la transición en la dirección comunista

El problema de dar continuidad a la correcta línea revolucionaria en el seno del Partido proletario encargado de construir el Socialismo no es una tarea nada fácil. La temprana muerte de Lenin abrió un espacio de fuertes luchas entre varios grupos que afortunadamente fue resuelto correctamente al afirmarse el liderazgo de Stalin/Ordjonikidzé/Kalinin respaldados por la mayoría inmensa del Partido. Sin embargo al morir Stalin en 1953 la resistencia activa de una fracción burocrática formada por Jruschov/Beria/Malenkov hizo imposible la aplicación del plan sucesorio mas adecuado. En China las fuerzas sanas debieron derrotar las previsiones sucesorias de Mao y desplazar al policía maoísta Hua Kuo Feng hasta consolidar el grupo de Deng Xiao Ping en cuyo seno se desataron diversas luchas entre el ala de derechas y el ala de izquierdas. En Cuba las previsiones sucesorias de Fidel, quién depositó confianza en Pérez Roque y Carlos Lage, se truncaron ante el comportamiento de estos militantes quienes fueron destituidos de sus cargos. La dirección del Partido y del Estado ha recaido en el grupo que dirige Raùl Castro que por su edad no durará mucho como lo dicen ellos mismos.
El Partido del Trabajo de Corea acertó plenamente en nombrar en 1994 a Kim Jong Il sucesor de su padre Kim Il Sung. Tengamos confianza en que la sabiduría de los camaradas acertará nuevamente con Kim Jong-un. Un camarada joven, que ha hecho estudios en Suiza donde pudo conocer gentes de diversos orígenes, mas abierto que su padre y abuelo, que habla inglés, francés y alemán. Si no aciertan y este camarada no muestra la firmeza,habilidad, claridad y temple necesarios para seguir construyendo el Socialismo en Corea, estamos seguros que la dirección del Partido, que cuenta entre sus filas con Mariscales de la primera generación revolucionaria y cuadros probados, sabrá escoger otro camarada para el puesto de máximo líder.

 El tiempo en que entra Asia debe conocer el debilitamiento del bestial imperialismo y la radicalización de los procesos revolucionarios en China, Corea, Nepal, India, Vietnam, Laos, Filipinas y otros países.