Por Stalingrado!

 

Oblast de Stalingrado

En la confluencia de los ríos Volga y Tsaritsin se extiende una ciudad centenaria que desde el año 1589 hasta 1925 llevó el nombre de Tsaritsin. Muchos acontecimientos vivió esta ciudad en sus largos años de historia pero, sin duda, ninguno tan trascendental para el destino de la clase trabajadora como los tenidos lugar durante el siglo XX.

 

La Revolución de Octubre fue el inicio de una nueva era, y la guerra civil que el proletariado tuvo que afrontar para defender el poder obrero de la avaricia y la venganza de los burgueses, atronó por todo el territorio del joven Estado Soviético.

 

Los invasores nazis derrotados y cautivos

 Durante los feroces años 1918-1919 cobraron especial relevancia y trascendencia los interminables combates por el control de Tsaritsin, ciudad de estratégica importancia por confluir en ella las rutas que enlazan las regiones centrales de la República Soviética con el Bajo Volga, el Caucaso Norte y Asia Central. Tsaritsin era además un importante centro de avituallamiento y suministro de combustibles.

 

Para los generales blancos Krasnov y Denikin era crucial conquistar la ciudad, bajo poder obrero y campesino desde el mismo inicio de la Revolución, con la constitución del Soviet de Tsaritsin.

En 1918 fue rodeada por Krasnov que intentó tres veces infructuosamente tomar la ciudad.

Para dirigir las operaciones en el Frente Sur y defender Tsaritsin, Stalin fue nombrado en julio de 1918 presidente del Soviet de Guerra del Frente Sur.

 

Tsaritsin fue una tumba para los ejércitos blancos que durante un año se estrellaron contra las defensas de la ciudad. Lenin consideró las medidas de Stalin en Tsaritsin como un modelo a seguir. La importancia de la ciudad era tal que de su control dependería tal vez el resultado de la guerra. Por ello fue aquí donde los intervencionistas de la Entente (británicos y franceses) echaron el resto con el despliegue de carros blindados MK-5 y sus tripulaciones.

En junio de 1919 fue atacada por los ejércitos combinados de Krasnov, Denikin, Wrangel, con sus trenes blindados, entre los que se encontraba el "Rusia Unida" (tal como hoy se denomina el partido de Putin-Medvedev) y las unidades de carros de combate británicos dirigidos por el capitán inglés Koks.

La sorpresa ante la aparición por primera vez en el campo de batalla de los blindados produjo escenas de un heroísmo inenarrable. Destacamentos obreros que nunca habían visto semejantes máquinas de guerra, se lanzaban en oleadas junto a la caballería roja, para intentar detener las divisiones de carros y ganar el tiempo necesario para replegar las tropas ordenadamente.

 

La ciudad fue conquistada el 30 de junio de 1919 por los intervencionistas y las tropas blancas mediante un ataque concentrado que fue respondido mediante una calculada retirada táctica del Ejército Rojo que pasó al contraataque el mes siguiente.

Tras seis meses mas de violentas batallas, la ciudad fue definitivamente liberada por el Ejército Rojo el 3 de enero de 1920 por los legendarios X y XI ejércitos.

En 1925 por decisión popular, se decidió dar a la ciudad el nombre de Stalingrado. La iniciativa fue tomada en asambleas obreras y en congresos provincial y capitalino del Partido, reunidos especialmente para debatir la propuesta que fue aceptada. No hubo ningún decreto del propio Stalin, tal como afirman los historiadores olvidadizos de la historia, siempre dispuestos a reconducir todos los hechos al estereotipado y por ellos falsificado "culto a la personalidad".

 

En el archivo estatal ruso de historia socio política se conserva una carta de Stalin dirigida al secretario del comité capitalino del Partido Comunista (Bolchevique) de Tsaritsin, Sheboldayev, donde muestra claramente su disconformidad con la propuesta de que la ciudad lleve su nombre. A pesar de ello la resolución fue tomada y a la ciudad se puso el nombre de Stalingrado como acto de agradecimiento y aprecio al servicio que Stalin prestó en el logro de la victoria.

No habría de transcurrir mucho tiempo hasta que una vez mas las inmensas llanuras en torno a Stalingrado se cubrirían de sangre en uno de los mas importantes y decisivos enfrentamientos de la Segunda Gran Guerra, la mundialmente conocida como Batalla de Stalingrado, acontecimiento bélico de gigantesca dimensión no solo militar, sino política por su significado de punto de inflexión en el curso de la guerra contra el fascismo, que derivó en su total derrota en mayo de 1945. Por segunda vez el nombre de Stalin quedó indisolublemente unido a la ciudad junto los ríos Volga y Tsaritsin y a las victorias militares y políticas de la Unión Soviética.

En el transcurso de las décadas que Stalin dirigió la URSS, este país logró los mas grandes éxitos de su historia. De país fundamentalmente agrario con bajo nivel de alfabetización, pasó a superpotencia mundial con alto desarrollo científico e industrial, con un poderoso ejército, con una población altamente cualificada de renombrado nivel cultural gracias al acceso igualitario de todos a cualquier nivel de estudios, un justo sistema de distribución de los bienes materiales. Solo gracias a la creación de una consolidada base de cuadros dirigentes basada en la masiva formación científico tecnica de la población, a la industrialización y a la victoria contra la reacción y el sabotaje internos, fue posible bajo la dirección de Stalin la gran victoria en el conflicto mas sangriento que ha sufrido la humanidad.

Indiscutible comandante supremo del ejercito durante toda la guerra, el personal servicio del líder soviético a la victoria contra el régimen de Hitler, Mussolini y todos sus satélites fascistas ha sido reconocido en todo el mundo.

En 1961, en la ola de histeria antiestalinista avivada por el XXII congreso del PCUS, fue tomada la decisión de poner a la ciudad el nombre de Volgogrado, en el periodo de global denigración jruschevista de todo lo relacionado con Stalin, un periodo de deshonesta falsificación de datos históricos. Tal cambio de denominación tuvo un carácter artificial ya que el nombre de Volgogrado no tiene ninguna raiz histórica y fue realizado solo con el deseo de la dirección del país de denigrar toda la obra del gran líder soviético y procurar el olvido de sus logros.

 

Tras la llegada de Brezhnev al Kremlim, la rectificación del ignominioso papel jruschevista sobre la obra de Stalin no alcanzó al restablecimiento del nombre de Stalingrado y todas las iniciativas en ese sentido fueron archivadas o devueltas a sus autores. Es tema de investigación y análisis el motivo por el que el PCUS en la floreciente etapa de Brezhnev no  restableció el nombre a Stalingrado.

En enero de 2003 la Duma de la región de Volgogrado aprobó el proyecto de ley "sobre la redenominación de Volgogrado a Stalingrado". Presentado a la Duma estatal, ésta negó el debate del proyecto de ley por un amplio margen de votos. Posteriormente, el Tribunal Central de Volgogrado, declaró ilegal el proyecto de ley que proponía restablecer el nombre de Stalingrado a la ciudad heroica.

Las innumerables y persistentes iniciativas y propuestas de todo tipo de sectores de la sociedad rusa por devolver el nombre de Stalin a la ciudad, hicieron que con motivo del 60 aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, Vladimir Putin decretara el cambio de nombre de Volgogrado por el de Stalingrado, pero solo en el memorial de ciudades heroicas de la Unión Soviética junto a las murallas del Kremlim de Moscú.

Esta concesión a la sociedad leal soviética, patriotica, heroica y comunista abre el camino y facilita aspectos jurídicos a futuras propuestas para el cambio de nombre de la ciudad, como la puesta en marcha por el colectivo "Por Stalingrad".

 Los camaradas de Volvogrado, la fuerza mas apoyada en la ciudad

El nombre de la ciudad que por dos veces en el siglo XX fue la tumba del fascismo y punto de inflexión en guerras decisivas hacia la victoria del comunismo, no es una simple cuestión semántica. Es de una enorme trascendencia política y un reflejo de la correlación de fuerzas en la sociedad.

Sin duda alguna Stalingrado volverá a ser Stalingrado, porque es de justicia histórica y porque la ciudad que renació de sus ruinas es mucho mas que una urbe a la orilla del Volga.