Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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27 de noviembre de 2013

Abajo el gobierno reaccionario y lacayo del imperialismo europeo de Moldavia


Lev Leonov
Diario Pravda (traducido por el camarada Josafat)

El final de la semana pasada se vio bastante ensombrecido por serios problemas políticos, para el gobierno de Moldavia y especialmente para sus máximos representantes. Continuando con su movilización permanente de los últimos meses, como medida de presión al gobierno –bautizada como revolución de terciopelo-, el Partido de los Comunistas de la República de Moldavia (PCRM), organizó para este sábado una “marcha sobre Chisinau”, consiguiendo reunir en el centro de la capital, un mitin significativo, no solo por el número de participantes, sino por la tensión y la pasión de las exigencias.

Los comunistas tenían pensado reunir en la plaza del parlamento al menos a un 4% del electorado que vota por el PCRM, es decir a 40 mil personas. Sin embargo allí se reunieron cerca de 60 mil ciudadanos de todo el país, llegados de toda Moldavia: en autobuses, en furgonetas, en vehículo propio, cada cual llegó como pudo. Muchos tuvieron que esquivar los obstáculos que el gobierno había puesto en unas carreteras, que este sábado estaban llenas del transporte en el que venían los manifestantes.
La “marcha sobre Chisinau” y el mitin posterior, se han convertido en una etapa importante, tras la que el levantamiento pacífico contra el “presidente ilegítimo” y el “gobierno de traición nacional” –como los denominan aquí-, debe adquirir nuevas formas y nuevo impulso.

El pasado jueves 21 de noviembre, concluyó el plazo anunciado por el PCRM, para que el gobierno dimitiera voluntariamente y convocase elecciones libres y democráticas. Aquel día el partido organizó una rueda de prensa para anunciarlo ante los ciudadanos del país y la comunidad internacional. El gobierno ignoró la exigencia del mayor partido de Moldavia y no se dignó siquiera a entablar negociaciones en la búsqueda de un compromiso aceptable. En la situación actual, el PCRM declara, que el Partido Comunista seguirá adoptando todos los esfuerzos necesarios para el inmediato desmontaje del actual gobierno, la disolución del parlamento y la organización de elecciones anticipadas, libres y democráticas.

 

“Con los métodos de la democracia directa, de la resistencia cívica pacífica, con la celebración de marchas y protestas en la calle, por la vía de la consolidación de todas las fuerzas políticas responsables de la República de Moldavia, estamos decidiros a devolver al país al camino de un proceso democrático predecible y la preponderancia del derecho”, se afirma en la declaración del PCRM.
Ya al día siguiente, más de 1200 diputados de todos los niveles, de toda la república, intentaron que el presidente, Nicolae Timofti, les recibiera. En la administración de la presidencia no saben dónde se encuentra en este momento Timofti. Eso fue lo que el secretario Ion Paduraru, explicó a los que habían llegado exigiendo la dimisión del presidente. En respuesta estos, empezaron a corear que sabían dónde estaba Timofti, al tiempo que junto con la petición escrita de dimisión, le hacían entrega de un rollo de papel higiénico. También entregaron la petición de dimisión del primer ministro, Iurie Leanca.

Al día siguiente, centenares de diputados se dirigieron al Jefe del gobierno, Leanca, para invitarle al mitin y escuchar las exigencias de los manifestantes. Pero el primer ministro en ese momento también se encontraba en paradero desconocido.
El gobierno ha escogido el peor de los caminos, el de la confrontación y el del juego al escondite con los ciudadanos de la república, en lugar del diálogo. Por eso el llamamiento al pueblo de Moldavia aprobado en el mitin, tras las numerosas imputaciones contra el actual gobierno, contenía el veredicto de los trabajadores: ¡Abajo este gobierno antipopular y criminal! , ¡Exigimos la convocatoria inmediata de elecciones anticipadas!, ¡Exigimos la dimisión de un presidente elegido mediante la violación de la Constitución!
No faltaron las referencias a un tema de tan candente actualidad como la cumbre de Vilna en el marco de la “Asociación oriental” (o como la denominan aquí, la “confabulación de Vilna” por analogía con los “Acuerdos de Múnich”), en la que Moldavia está decidida a ratificar el tratado con la UE.
Una Moldavia europea solo es posible mediante su adhesión a la Unión aduanera (con Rusia, Bielorrusia, Kazajistán. N de la T.), declaró el líder de los comunistas, Vladímir Voronin, quien felicitó al pueblo y al gobierno de Ucrania, por mostrar voluntad política y no ceder a las presiones de Bruselas.
 Los comunistas de Moldavia consideran “la marcha sobre Chisinau” y el mitin, como el comienzo de un levantamiento pacífico de las masas, que irá en aumento.

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