Filipinas - Dura represión contra líderes comunistas y de la izquierda en general
ESTADO DE EMERGENCIA
Denuncian detenciones sin orden judicial en Filipinas
Dos días después de declarar el estado de emergencia, y en medio de las críticas de la oposición y la prensa por el recorte de libertades, la presidenta filipina dijo que la amenaza a la estabilidad está bajo control
'La situación está bajo control, pero las autoridades todavía tiene que estar vigilantes. Todos sabemos que aún quedan las llamadas amenazas residuales', afirmó hoy el portavoz presidencial, Ignacio Bunye, en una entrevista radiofónica.
El portavoz señaló, sin embargo, que 'no nos ponemos ningún plazo' para levantar el estado de emergencia, y que 'haremos un anuncio en el momento conveniente'.
En medio de las crecientes críticas de la prensa y de la oposición, que en dos días han visto como se llevan a cabo detenciones sin orden judicial y se controlan los medios no afines al Gobierno, el Palacio de Malacañang (sede presidencial) insistió hoy en su tesis de que el estado de emergencia ha salvado al país de caer en manos de una junta derechista-comunista.
'Si la presidenta no hubiera actuado como lo hizo, ahora estaríamos bajo una junta derechista-comunista', subrayó Bunye.
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo declaró el estado de emergencia nacional el viernes tras anunciar que se había neutralizado una intentona golpista en la que participaban militares de la extrema derecha junto con la extrema izquierda representada por la guerrilla comunista.
Sin embargo, la implantación de ese régimen de excepción que permite arrestos sin orden judicial y prohíbe las reuniones públicas ha sido criticada incluso por antiguos aliados de Arroyo, como el ex presidente Fidel Ramos, que ha calificado la medida de 'marcosiana' en referencia a la ley marcial bajo la cual vivieron los Filipinos con el derrocado dictador Marcos.
La prensa filipina -que se precia de ser la más libre de la región desde el derrocamiento de Marcos hace 20 años- ha dado la voz de alarma ante los primeros signos de represión, como la vigilancia por la policía del diario opositor 'The Daily Tribune'.
La Unión Nacional de Periodistas de Filipinas (NUJP) instó hoy a los reporteros del mundo a protestar contra la persecución de la prensa ante la propuesta de la Policía Nacional de tomar el control de los medios de comunicación. 'Pedimos a todos nuestros colegas en todo el mundo que apoyen a la prensa filipina en estos días negros. Hágannos el favor de hacerse eco de nuestra protesta', señaló la NUJP en un comunicado.
El 'Daily Tribune' aseguró hoy, en su edición dominical, que 'la presidenta (Gloria Macapagal) Arroyo puede ordenar su cierre por temor (a perder el poder), pero no nos acobardamos durante los años de la ley marcial y no lo haremos ahora', en un mensaje en primera plana de su directora, Ninez Cacho-Olivares.
'Pueden intimidarme todo lo que quieran, pero lucharé, y si nos cierran iré al Tribunal Supremo', dijo Cacho-Olivares.
La oposición de izquierda, sistemáticamente identificada por las autoridades filipinas como brazos legales del partido comunista y su guerrilla, se ha convertido en objetivo de los arrestos policiales, y muchos de sus líderes se han visto obligados a esconderse.
Satur Ocampo, líder del Partido Bayan Muna (Pueblo Primero), quien ayer logró escapar cuando iba a ser detenido en un hotel de Manila, divulgó hoy un comunicado en el que afirma que 'me he visto obligado a esconderme'.
Ocampo narró cómo consiguió escapar en otro coche mientras su conductor y su ayudante eran detenidos.
'¿Quién sabe que hubiera pasado si yo hubiera estado en el coche?. Recuerden que más de 80 militantes y líderes de Bayan Muna han sido ejecutados sumariamente desde que Arroyo llegó al poder en 2001', afirma Ocampo en referencia a la ola de asesinatos sin resolver de militantes de izquierda en Filipinas.
El diputado Crispín Beltán, de otro partido de izquierda, sigue detenido desde el sábado y, según el fiscal, será puesto en libertad el lunes aunque se le presentarán cargos de incitar a la sedición.
Fuente: Terra Actualidad - EFE
El NEP (Nuevo Ejercito del Pueblo - brazo armado del ilegal Partido Comunista-) lleva más de tres décadas de rebelión armada en las zonas rurales de Filipinas con la estrategia maoísta de la guerra popular prolongada.El grupo, que cuenta con unos 8.000 miembros, está incluido en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y de la Unión Europea, aunque sus fundadores viven exiliados en Holanda, a pesar de las peticiones de extradición emitidas por Manila.Los representantes de la guerrilla y de Manila rompieron en 2004 las negociaciones que mantenían en Oslo para acabar con un conflicto armado que se inició como una rebelión para acabar con el régimen de Ferdinand Marcos.Los rebeldes exigen que se les excluya de las listas de organizaciones terroristas de EEUU y la UE para regresar a las negociaciones.
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