La OTAN no debe poner un pie en la Plaza Roja

El Soldado soviético defendió al Planeta frente a los planes bárbaros de la OTAN

E.I. Kopyshev.

Kprf.ru

Traducido del ruso por Josafat S. Comín

Desde enero del año en curso, la administración de la presidencia, de boca de V.I.Kozhin, responsable de relaciones con el ciudadano, está sondeando a la opinión pública sobre la posibilidad de invitar a las tropas de países de la OTAN para que tomen parte en el gran desfile conmemorativo del 9 de mayo en la Plaza Roja de Moscú. Según planea el gobierno burgués, participarían en el desfile 70 militares de Inglaterra, EE.UU. y Francia con armamento ligero y pesado. La opinión pública está dividida a este respecto. Unos interpretan la participación de las tropas aliadas en el desfile en Moscú como un reconocimiento del papel determinante de la URSS en la derrota de la Alemania fascista y sus satélites. Otros ven en este acontecimiento un acto de conciliación, un nuevo paso encaminado a poner fin a la guerra fría y una garantía de que la OTAN no aplicará sus planes de agresión contra a Rusia. Finalmente, hay quien se muestra categóricamente en contra de la presencia en la Plaza Roja de militares de la OTAN. ¿Dónde está la verdad?

Reconociendo de corazón a los pueblos del Reino Unido, EE.UU. y Francia por su ayuda material y su apoyo militar a la Unión Soviética en los años de la Gran Guerra Patria, no podemos pasar por alto, el que fueran precisamente la Europa burguesa y los EE.UU. los que alimentasen el fascismo alemán y empujasen a Hitler contra la Unión Soviética. Fueron los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos los que retrasaron la apertura del segundo frente y desembarcaron sus tropas en Normandía, sólo cuando vieron que la victoria de la Unión Soviética era inevitable y que amenazaba a los EE.UU. con que pudiese perder influencia sobre los países de Europa. No podemos olvidar, que en 1949, los gobiernos de EE.UU., Inglaterra y Francia fueran los principales fundadores del bloque de la OTAN, cuya historia, desde el momento de su fundación, no ha sido sino una cadena de crímenes sangrientos, sucias guerras contra los movimientos de liberación nacional de los pueblos y su derecho a decidir por sí mismos su destino.

Enumeremos sólo las principales, ejecutadas por los EE.UU. con implicación directa, respaldo o silencio cómplice de sus vasallos del bloque atlantista:

-1953. Derrocaron al democráticamente elegido gobierno de Mussadiq en Irán y en su lugar impusieron al Sha que gobernó autocráticamente durante 25 años sirviendo a los EE.UU.

-1954. Intervención militar en Guatemala. Derrocaron al gobierno de Jacobo Arbenz e impusieron durante 40 años un terrorífico régimen militar.

-1954-1975. Agresión contra Vietnam. 3 millones 100 mil muertos. 300 mil desaparecidos.

-1960. Derrocaron en Congo a su gobierno democrático, asesinando atrozmente a su presidente, Patricio Lumumba.

-1973. Derrocaron y asesinaron al presidente de Chile, Salvador Allende.

Llevan 50 años imponiendo un bloqueo económico a Cuba, en más de una ocasión han organizado una agresión militar contra el pueblo cubano y atentado contra la vida de su líder Fidel Castro.

Al librarse de las ataduras de la cadena socialista soviética en 1991, el bloque de la OTAN, dirigido por los EE.UU. ha cometido criminales fechorías en Yugoslavia, Afganistán, Iraq, y ahora intenta destruir Irán. Recluta, entrena y abastece de todo lo necesario a bandas de terroristas internacionales, incluyendo a su cabeza visible Bin Laden. Fomenta actos terroristas entre países de África, países árabes y América Latina. Ha convertido en satélites a países como Lituania, Georgia, Ucrania, condenando a sus pueblos a la miseria y la falta de derechos. Impide la unidad de los pueblos hermanos en una nueva Unión de estados. Envió a los seguidores de Saakashvili contra Osetia del sur en agosto de 2008.

En la actualidad, las fuerzas armadas de Inglaterra, EE.UU. y Francia participan en la agresión contra Afganistán. Sus tropas, encabezadas por los Estados Unidos, están cercando a Rusia con un anillo de bases militares, asentándose en las que fueran repúblicas soviéticas del Báltico y en Asia Central. Están equipando con armamento a Georgia, e instalando sus bases de misiles en Rumanía, Bulgaria y Polonia, mientras realizan maniobras conjuntas con Corea del Sur junto a la frontera de Rusia y la RPDC, y se preparan para llevar a cabo maniobras a gran escala en las repúblicas bálticas, alentando en ellas sentimientos fascistoides y antirrusos.

Las imágenes de las vejaciones cometidas por los soldados estadounidenses y británicos en Iraq, o en la base de Guantánamo, en las cárceles secretas de la CIA, han dado la vuelta al mundo. Sus verdugos, poco se diferencia de los fascistas de la época de la Gran Guerra Patria. Por atrocidades semejantes los monstruos fascistas fueron condenados a muerte en Núremberg.

La participación en el desfile de la Plaza Roja de soldados y oficiales de países de la OTAN, que tienen las manos manchadas de sangre de los pueblos que luchan por su libertad, supondrá una nueva traición a los pueblos amigos de Rusia y del pueblo ruso en todos los continentes del planeta, donde el Reino Unido, los EE.UU. y Francia han dejado un reguero de sangre con sus crímenes. Por eso nosotros, oficiales soviéticos, fieles al juramento hecho a nuestro pueblo, estamos categóricamente en contra de la participación de unidades militares de Reino Unido, los EE.UU. y Francia en el desfile que se celebrará en Moscú en homenaje al 65 aniversario de la victoria de nuestros abuelos, padres y hermanos mayores contra los ocupantes fascistas alemanes. Exigimos además la supresión de la representación de la OTAN en los países hermanos y la prohibición del tránsito aéreo —por territorio de la URSS— de carga para las bases y tropas de la OTAN en Afganistán y Asia Central, así como la celebración de maniobras militares de sus tropas en territorio de la Unión Soviética. Contemplamos todo esto como la aspiración de los dirigentes de los EE.UU. y la OTAN, conjuntamente con sus agentes de influencia en el gobierno ruso y en los gobiernos de países hermanos, de ir acostumbrando a la población para que se hagan a la idea de una posible ocupación y la conversión de las antiguas repúblicas de la URSS en colonias de los “países desarrollados”.

Siempre hemos exigido, y lo seguiremos haciendo, la disolución de la OTAN, y la entrega a los tribunales de los responsables de la agresión contra Yugoslavia, Iraq, del asesinato de Milosevic, Hussein, y de los demás crímenes contra la paz y la humanidad.

Al mismo tiempo queremos expresar nuestra satisfacción porque puedan tomar parte en el desfile en calidad de invitados de honor, veteranos de guerra, antifascistas, de todos los países de la coalición antihitleriana. Dependiendo de su estado de salud, podrán participar a pie en el desfile junto a nuestros veteranos de la Gran Guerra Patria. Teniendo en cuenta que Rusia es la heredera de la Unión Soviética, es imprescindible invitar a nuestra celebración común a los veteranos de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética. Sería conveniente incluir en el desfile unidades militares de las antiguas repúblicas hermanas, a excepción de Letonia, Lituania y Estonia, cuyos gobiernos, engañando a sus pueblos, han ingresado a sus países en la OTAN, y excluyendo también a Georgia, donde Saakashvili ha sacado al país de la CEI y está rogando para ser aceptado en la OTAN.

Proponemos insistentemente al gobierno burgués de Rusia el que deje de burlarse de algo tan sagrado para cada patriota y creyente como es la Plaza Roja. Es la administración de la presidencia la que permite que junto al Mausoleo de Lenin, junto a la necrópolis de los fundadores y defensores de la Unión Soviética, junto al monumento a Minin y Pozharsky y a la catedral de San Basilio, se hayan montado una pista de patinaje, una cafetería, con sus urinarios portátiles, donde se organizan bufonadas con artistas de aquí y de fuera, y ahora se planee un desfile de los “malditos amigos” de Rusia. Comprendemos que todo lo soviético, ruso y ortodoxo, les es ajeno a los actuales representantes del régimen gobernante, pero hay unas normas de decencia que debe observar toda persona, aunque se encuentre en un país extraño.

Exigimos que el día del 65 aniversario de la Victoria no se oculte el Mausoleo de Lenin y se coloquen frente a la tribuna ante la que desfilaran las tropas, las banderas de la Unión Soviética y la bandera de la Victoria que ondeó sobre el Reichstag, así como la imagen del Comandante en Jefe, I.V.Stalin. En los mensajes de bienvenida a los invitados de honor, a los participantes del desfile y a los pueblos de Rusia, se tendrá que respetar la verdad histórica. Celebramos el 65 aniversario de la Victoria del pueblo soviético bajo la bandera de Lenin, bajo la dirección del Partido Comunista encabezado por Stalin, sobre la coalición de estados fascistas en la Gran Guerra Patria.

E.I. Kopyshev,

Presidente del Comité Central Ejecutivo de la Unión Internacional de Oficiales Soviéticos.

General de división de la Fuerzas Aéreas.

Fuente: http://kprf.ru/army/76635.html