Las fuerzas democráticas, populares y revolucionarias egipcias luchan porque el imperialismo no les robe su Revolución democrática

El imperialismo norteamericano está orquestando todas las maniobras posibles para arrebatar al glorioso pueblo egipcio el fruto de su Revolución democrática y de Liberación Nacional e imponerle un nuevo régimen neocolonial reformado y maquillado pero igual de sumiso. Las maniobras en marcha son ordenar por un lado, a sus lacayos Mubarak, Suleiman y Tantawi resistir al frente del régimen pro imperialista sin dejar el poder a las organizaciones democráticas, aterrorizando a las masas con la esperanza de que éstas dejen la calle y abandonen la insurrección y, por el otro lado, negociar con los sectores burgueses susceptibles de apoyar un maquillaje del régimen como la derecha de los Hermanos Musulmanes, políticos como Al Baraday y Musa y oportunistas de la oposición domesticada como la dirección del partido Tagammu y de los sindicatos oficiales.

Los camaradas Nabil Al Hilali y el ex secretario del PCE Zaki Morad en prisión. Los comunistas egipcios han pagado duramente su compromiso con el pueblo

Sin embargo las masas y las organizaciones patriotas no están dispuestas a claudicar y siguen empeñadas en obtener la renuncia de Mubarak y los otros lacayos asesinos, imponer un consejo presidencial provisional formado por personalidades y convocar elecciones libres para una Asamblea Constituyente. El Movimiento 6 de abril fundado en apoyo a las huelgas obreras de abril de 2008 y formado por jóvenes blogueros con 70 mil seguidores en línea rechaza estas maniobras. El movimiento obrero ha creado un Sindicato independiente para romper la hegemonía de los caciques sindicales del régimen. Las fuerzas democráticas han creado una coalición que no sabemos exactamente quienes la componen pero presumimos que el Partido Comunista de Egipto (PCE) y sus juventudes, la Unión de las Juventudes Demócratas, el Partido Socialista del Pueblo fundado por el respetado abogado comunista Ahmed Nabil Al-Hilali, la Organización de los Revolucionarios Socialistas, el partido nasserista de la dignidad (Al-Karama) y otros grupos.
Hay tres elementos claves en la situación:

1 - La presión de las masas y la incorporación del movimiento obrero a la insurrección. El portavoz del PCE Salah Al-Adly anuncia mas movilizaciones y una huelga general en todas las provincias. Los Socialistas Revolucionarios hablan de preparar huelga general en todas las industrias vitales y grandes empresas, transporte público, aeropuertos, etc....

 Asesinadas, torturadas, agredidas y heridas por el régimen criminal, las masas no ceden ni cesan en su combate contra el imperialismo y por la libertad nacional, la democracia y el progreso.

2 - La posición de los islamistas, de los Hermanos Musulmanes, del ala izquierda del partido islamista prohibido Partido Socialista Laborista, del Partido Wasat y otros. Si el imperialismo no consigue atraerlos a sus maniobras y terminan por aliarse con la izquierda, los sindicatos y el pueblo, éstas fracasarán irremediablemente. Un elemento positivo ha sido la colaboración práctica entre la izquierda y los Hermanos Musulmanes en contra del régimen neocolonial, en solidaridad con Palestina y otras causas. El Partido Socialista popular de Ahmad Nabil decía a finales de los 80 que el islám militante era un "movimiento de los pobres" para facilitar un acercamiento no siempre fácil.

 Aunque los integristas no han convocado las movilizaciones, al final se han sumado a las mismas.

3 - El rol de los militares. La camarilla corrompida y sobornada de los Mubarak, Suleiman y Tantawi representan la alta oficialidad antinacional al servicio de la CIA e Israel, sin embargo la tropa y la oficialidad de menor rango tiene los mismos intereses de las masas. Hacen falta otros Oficiales Libres que ,como Nasser y Naguib en 1952, se pongan decididamente del lado del Pueblo y derriben el régimen marioneta de Israel y la CIA.

El pueblo inteligente de Egipto y sus valientes organizaciones de vanguardia están escribiendo una página gloriosa de la gesta de la Humanidad por emanciparse del imperialismo. La solidaridad internacionalista es fundamental.