Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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23 de junio de 2011

Hacia la Revolución Nacional Democrática en el Perú

 El presidente electo con la dirección comunista de la Confederación General del Trabajo de Perú (CGTP) a la que prometió cogobernar.

La derrota de la candidata de la oligarquía fascista y de la embajada USA en Lima abre la vía para la Revolución Nacional Democrática en el Perú. Desde la caída del gobierno reformista progresista de Velasco Alvarado en 1975 el país ha sufrido una serie de gobiernos tiránicos y totalmente entregados al imperialismo norteamericano (Belaúnde, García, Fujimori, Toledo y otra vez García). El peor de todos ellos fue el encabezado por los criminales Fujimori y Montesinos responsable de 23 mil asesinatos. El presidente electo Ollanta Humala está lejos de ser un revolucionario pero tiene que contar necesariamente con el amplio movimiento obrero,campesino, minero, indígena, estudiantil, sindical, democrático y revolucionario que le ha dado la victoria electoral frente a los fraudes, intimidaciones y presiones de todo tipo desatados por la oligarquía limeña para mantener el gobierno. Esta oligarquía controla estrechamente las fuerzas armadas, la policía, poder judicial y mediático y el capitalismo dependiente. Pero las fuerzas de izquierda de la coalición "Gana Perú", la poderosa CGTP, la Unión de Frentes Regionales, los indígenas de la Asociación interétnica AIDESEP, la Federación de Estudiantes, la Coordinadora Política y Social, la SUTEP y otros organismos de masas presionan para que el presidente cumpla sus promesas y forme un gobierno fuerte, democrático y antiimperialista. Se abre en el Perú un nuevo escenario de lucha de clases en que la oligarquía por primera vez en décadas no está en posición de completa ventaja. Las masas populares indígenas revolucionarias de los vecinos Ecuador y Bolivia y sus gobiernos democráticos apoyan una orientación independiente del nuevo gobierno peruano.

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