Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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1 de agosto de 2012

Unidad y diversidad de las izquierdas latinoamericanas



Por Jorge Alberto Kreyness (Partido Comunista de la Argentina)

El sólo hecho de que la 18ª edición del Foro de San Pablo (FSP) se realizara en Caracas, la capital de la República Bolivariana de Venezuela, y que la presencia del espacio continental que agrupa a las izquierdas latinoamericanas y caribeñas marcara el inicio de la campaña electoral del presidente Hugo Chávez Frías, indica el sentido estratégico que tuvo ese encuentro.

Es que el próximo 7 de octubre es la fecha de las elecciones presidenciales y allí es donde se juega el destino de un proceso de cambios encaminado al socialismo con poder popular, cuya impronta tiñe el actual desenvolvimiento de la unidad e integración regionales que fructifican en el Alba, la Unasur, la Celac, Petrocaribe, y que resulta un claro respaldo a la determinación del Mercosur de concretar la incorporación a su seno de Venezuela, como ocurrirá el próximo 31 de julio en Brasilia.

Pero no sólo eso: es preciso atender al hecho profundo que implica poner en el centro del Foro de San Pablo, como su tarea principal, el respaldo internacional y regional a la Revolución que reinstaló el debate mundial sobre el socialismo en el siglo 21 y que contribuye de manera cierta a llenar de contenido y de ofensiva la búsqueda plural de alternativas a la crisis capitalista, hoy agudizada en la eurozona y los EE.UU., búsqueda que el Foro de San Pablo iniciara hace ya veintidós años y que atravesara diferentes momentos, siempre influidos por los fenómenos reales de la lucha de clases, especialmente en el terreno político e ideológico.

Fundado para confrontar desde posiciones de izquierda con las defecciones y desmoralizaciones que provocó la frustración de las transiciones de la Urss y Europa del Este, fue paradójicamente influido, durante un período, por las visiones derrotistas, centristas y de abandono de la idea revolucionaria.

Sin embargo, la fuerte presencia en su seno de una izquierda de impulso revolucionario y latinoamericanista, recibió el aliento de los pueblos que avanzaron en la consolidación de Cuba socialista, de la Venezuela bolivariana, de los avances de Bolivia y Ecuador, de la recuperación del gobierno por el Frente Sandinista en Nicaragua y de los procesos que tienen lugar en Brasil, Argentina, Uruguay, El Salvador y otros países.

También el Foro capitalizó las experiencias de ciertas fuerzas que sobrevaloraron la “democracia como valor universal”, que el mismo imperialismo yanqui y las burguesías locales aliadas tiraron por la borda en Honduras y Paraguay con sus respectivos golpes de Estado, en México con el fraude electoral continuista, como lo vienen haciendo en Colombia con el militarismo y la narcopolítica, proyectos de dominación que fueron derrotados en Venezuela, Ecuador y Bolivia y no pudieron prosperar en Argentina. Y que permiten caracterizar a las derechas regionales como decididamente golpistas, antipopulares y proimperialistas.

Finalmente la crisis de la eurozona, los EE.UU. y los gobiernos de derecha en todo el mundo, y las grandes movilizaciones y el despertar juvenil con que les responden los pueblos, dan marco a un Foro de San Pablo que ya no sólo debate e intercambia opiniones, sino que encara acciones regionales y mundiales, como la jornada del 24 de julio de solidaridad con Venezuela y su continuación hasta el 7 de octubre.

¿Honduras? Cabe recordar el 16º Foro de Sao Paulo en Buenos Aires (2010), del que participaran Néstor y Cristina F. de Kirchner, y del que fuera figura notable el presidente Mel Zelaya, solidaridad que se sostiene y se profundiza con el Frente Nacional de la Resistencia Popular, miembro del FSP, y el Partido Libre (Libertad y Refundación) que es su instrumento electoral y hoy lleva la candidatura presidencial de Xiomara Zelaya.
 
¿Colombia? Tenemos una buena noticia. El Polo Democrático Alternativo, espacio frentista progresista de ese país y uno de los miembros previamente integrantes del FSP ha dado por fin el acuerdo que faltaba, y que no estaba aun en la reunión de Caracas, para que la Marcha Patriótica se incorpore plenamente al Foro. Lograda la unanimidad en el país en cuestión, estamos seguros de que la Marcha, fundada recientemente, contribuirá a fortalecer los debates y las acciones del espacio de unidad en la diversidad de las izquierdas de América Latina y el Caribe.

Otro dato de valor es que el FSP, particularmente por medio de su Regional Sur que coordina el Frente Amplio de Uruguay, ha estado presente junto a nuestros hermanos paraguayos desde los momentos en que fuera ilegalmente destituido el presidente Lugo y ahora, a un mes de esos hechos, un equipo se encuentra en Asunción brindando solidaridad a las fuerzas del Frente Guasú y respaldando la postura del Mercosur de suspender la participación del gobierno de facto de Paraguay de todas sus comisiones y organismos.

Una importante y representativa delegación de Haití estuvo presente en la reunión de Caracas y allí se elaboró un plan de solidaridad y colaboración con ese pueblo, contra la presencia de tropas de los EE.UU. e impulsando que los gobiernos de la región contribuyan en materia de salud, educación, alimentación y viviendas, como lo hacen Cuba, Venezuela y la Misión de Unasur,  en lugar de hacerlo con centralidad en fuerzas militares, dado el desfavorable balance sobre el papel de la Minustah (la misión denominada “de estabilización” de las Naciones Unidas).

En su bagaje, el FSP se ha manifestado contra la presencia de bases y otros dispositivos militares de los EE.UU. y la Otan en nuestra región y en el mundo, insistiendo una vez más ahora desde Caracas, en la lucha por la paz, contra el intervencionismo y las agresiones a los pueblos, como hoy ocurre contra Siria e Irán.

Puntualmente ha expresado su respaldo a la lucha por los derechos soberanos de la Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, sus aguas circundantes y los recursos naturales que allí se albergan, advirtiendo sobre el peligro de las bases de la Otan en el Atlántico Sur, como las de Malvinas, Ascención y Santa Elena.

El Partido Comunista  de la Argentina es miembro fundador del Foro de San Pablo, y hoy participa activamente del Grupo Argentino (GA) de éste, un espacio que consensua nuestra presencia en el Grupo de Trabajo, la instancia de coordinación de la entidad en el ámbito regional. Son parte del GA junto a los comunistas, los partidos Intransigente, Solidario, Socialista, Humanista, los movimientos Evita y Libres del Sur y el Frente Grande.

Son miembros del GT, entre otros, el PC cubano, el Fsln, de Nicaragua, el Fmln, de El Salvador, PRD y PT, de México, Psuv y PC, de Venezuela, PT y Pcdob, de Brasil, Frente Amplio de Uruguay ellos son los que llevan a los plenarios el conjunto de las propuestas que hacen a la vida del FSP.

El Partido Comunista de la Argentina reafirma su presencia en el FSP como un campo de unidad, intercambios de experiencias y debates de las izquierdas latinoamericanas en su diversidad, lo cual no condiciona, sino que impulsa aun más, su condición de partido marxista, revolucionario e internacionalista y sus relaciones internacionales con todas las fuerzas comunistas y revolucionarias, democráticas, populares y patrióticas de América Latina y el mundo por cuya unidad frente a los enemigos imperialistas también nos esforzamos, en la lucha por la paz y por el socialismo.

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