Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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18 de mayo de 2006

El Marxismo-Leninismo, "carta de navegación para esta fase de la Revolución Bolivariana"


Francisco Rivero, un dirigente del Estado de Vargas del Movimiento Democracia Directa (MDD) que lidera a nivel nacional el comandante William Izarra, propone en el siguiente discurso ante la Asamblea Nacional de la organización realizada el pasado 13 de Mayo que sea el Marxismo-Leninismo la "carta de navegación adecuada para esta nueva fase de la Revolución Bolivariana". Para enviarles comentarios, apoyos y solidaridades, el compañero tiene este e mail franrivero1@hotmail.com

PROFUNDICEMOS LA FORMACION IDEOLOGICA
¡ESTUDIEMOS EL MARXISMO¡

Francisco Rivero (Dirección regional MDD Vargas)


La Revolución Bolivariana ha entrado en nueva fase de su desarrollo dinámico y dialéctico; aquel proceso de cambios que se inició en el año 89 con el sacudón antineoliberal y que se hizo poder político con el triunfo del Comandante Hugo Chávez en 1998 ha adquirido una dinámica revolucionaria en los anhelos y demandas populares que es imposible satisfacer dentro del marco del sistema capitalista neo-colonial actual.

La oligarquía nacional y su amo el imperialismo norteamericano lo saben. Derrotada la insurrección del año 2002 (pre-golpe, golpe, paro empresarial, paro petrolero) y sellada dicha derrota con el contundente triunfo electoral en el referéndum aprobatorio de agosto de 2004, la derecha y el imperialismo tras una fase de desmoralización y retiro táctico, arremeten nuevamente y esta vez están dispuestos a utilizar el recurso bélico y la invasión con tal de recuperar los privilegios perdidos y detener el avance de la insurgencia anti-imperialista en el continente latinoamericano.

El momento actual es histórico y es muy serio. Nos obliga a actuar con la mayor responsabilidad para no cometer errores en los cuales se incurrieron en procesos revolucionarios en otras latitudes (Chile, Nicaragua, Guatemala, Portugal, Indonesia Alemania 1932 etc.) que en su mayoría terminaron en verdaderas tragedias históricas para esos pueblos que han visto yuguladas por décadas, las posibilidades de vencer la pobreza, el atraso y la dependencia y el saldo de miles de trabajadores y militantes revolucionarios asesinados y desaparecidos.

El plan “Solución Final” ya lo ha iniciado el imperialismo con el Plan Colombia ahora Andino, el despliegue militar en el mar Caribe y una ofensiva a nivel internacional en contra de Venezuela descomunal. A lo interno, la oligarquía acorralada por el avance del proceso revolucionario, tanto a nivel de la inversión social, de la inclusión y de la conciencia política de las masas, ha detenido brutalmente el ritmo de inversiones y propiciado el cierre de empresas en el aparato productivo nacional el cual controla (Fedecámaras, Grupo Polar, Grupo Cisneros etc.) y sabotea a través de la banca privada los programas de financiación a la incipiente economía cooperativista, cogestionaria y popular, así como los créditos para los campesinos y el sector agrario y otras inversiones del gobierno revolucionario.

La caída en la tasa de reinversión de capital, reportada por el propio BCV, que hace en todas las economías del mundo, que año tras año, las empresas y fábricas se expandan para aumentar su producción y contratar nuevos trabajadores, ha producido un drástico desplome de la producción nacional de la cual no nos percatamos debido al alto nivel de importaciones (24 mil millones de dólares en el últimos año) que se están financiando con los ingresos extraordinarios petroleros. Igualmente la tasa de crecimiento anual del empleo ha caído brutalmente, generando un desempleo que es palpable, pero que se ha mitigado a través de Misiones y los planes becarios.

Ninguna economía aguanta esa caída en la tasa de reinversión de capital por mucho tiempo, no podemos seguir viviendo de tantas importaciones ni de las Misiones, se va a producir un descalabro financiero y un malestar en las masas por el desempleo y eso lo saben el imperialismo y sus lacayos nacionales. Están “ablandando” el terreno para cuando llegue el momento de la arremetida final. Si estuviéramos en los zapatos del imperialismo, hay que reconocer que esa es una estrategia adecuada para vencernos. Si ellos estuvieran en nuestro pellejo, no vacilarían, (porque son audaces y decididos) en expropiar a los principales medios de producción de la burguesía parásita y su banca, a fin arrebatarles el control de la economía, y empezar a hacer a lo que se han negado a hacer en los últimos cinco años: reinvertir en el aparato productivo nacional y revertir la cataclísmica situación que se nos viene encima.

Cuando hablamos de esto lógicamente estamos hablando de nacionalización bajo control de los trabajadores de las principales palancas de la economía y de planificación de la misma, es decir hablamos del SOCIALISMO. Cuando el Presidente nos habla del nuevo Socialismo del siglo XXI se refiere a un socialismo que no va a cometer los mismos errores del socialismo que se materializó en la Unión Soviética y Europa Oriental, ni en China o en la misma Cuba, donde el Estado se hizo cargo de todo. Pensamos que debería ser un socialismo donde serían nacionalizadas: la banca y las principales palancas de la economía, no bajo la gerencia de burócratas nombrados desde el gobierno, sino bajo el control de los trabajadores, técnicos y profesionales de dichas empresas, manteniendo el clima de libertad y democracia plasmados en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

El proceso revolucionario ha avanzado progresivamente, a veces por conciencia política de nuestro líder y del pueblo, otras veces como respuesta a los “latigazos” de la reacción. Desde la fase constituyente a la fase de “Defensa” luego la fase Anti-Imperialista y ahora la fase SOCIALISTA. Una fase llevó a la otra. Es deber de nosotros como revolucionarios también avanzar en nuestra formación política en la medida que avanza el proceso político en el que estamos envueltos.

Propongo a esta Asamblea Nacional de nuestro Movimiento, que iniciemos un proceso intensivo y profundo de estudio del marxismo-leninismo como parte fundamental de nuestra formación ideológica, que es sin duda la carta de navegación apropiada en esta fase socialista que debemos asumir. De estudio de la Gran Revolución Bolchevique de 1917, primera revolución que llevó a la clase trabajadora al poder, que aunque traicionada y desvirtuada por el estalinismo, debe seguir siendo la principal guía para la conducción del proceso revolucionario es esta fase crítica y decisiva.

¡AVANCEMOS EN LA PROFUNDIZACIÓN IDEOLÓGICA EN ESTA NUEVA FASE SOCIALISTA!

¡VACILAR ES PERDERNOS!