"Kichner, dejáte de joder y aprende de Evo"

Análisis interesante realizado por el Partido de la Liberación (PL) de la Argentina (www.pl.org.ar/):

El 1 de mayo último, el presidente boliviano decretó la nacionalización del gas y petróleo bolivianos. Desde la última privatización del proyanqui “Goñi” Sánchez de Lozada, en 1997, esos recursos naturales están siendo depredados por Petrobras, Repsol, Shell, Panamerican, British Gas y otras multis.
Como en tantos otros países devastados por el imperialismo, esas compañías se llevaban el 82 por ciento de la renta hidrocarburífera y dejaban al Estado el 18 por ciento de regalías.
Aunque Evo Morales no las ha confiscado, o sea expropiado sin indemnización, que es la mejor solución antiimperialista, su decreto “Héroes de El Chaco”, les ha significado un duro golpe. Bolivia se quedará con el 82 por ciento y permitirá que las empresas extranjeras se lleven el 18 por ciento, exactamente al revés de hoy, en cuanto a las que explotan los mayores supercampos (en el resto será “fifty-fifty”).
La novedad trascendente, -una reforma de sentido casi revolucionario para ser precisos-, fue anunciada por el presidente del vecino país desde el campo San Alberto, en Tarija, que junto al Campo Sabalo aporta el 70 por ciento del gas.
Esto en política marca un camino muy positivo para Latinoamérica. En plata significará entre 500 y 700 millones de dólares anuales para la caja estatal del altiplano. Ahora Morales no podrá decir que no tiene recursos para pagar los aumentos de sueldos que demandan los trabajadores de la Confederación Obrera Boliviana (COB). Muchos otros planes sociales tendrán financiamiento real.
Por supuesto, la nacionalización dispuesta deberá vencer la decuplicada oposición de las empresas y todos sus sirvientes, que presentan la situación como propia de la “inseguridad jurídica”. Petrobras ya anunció que no invierte más en Bolivia y ese es el punto de vista real de Brasil, por más que Lula haya dicho en Iguazú que respeta la decisión soberana de La Paz.
Si Evo pudo, ¿por qué Néstor Kirchner no? La pregunta es pertinente porque tanto en Bolivia como en Argentina es clave la renta hidrocarburífera. A Evo no le tembló el pulso porque encabeza un gobierno popular, más allá de sus limitaciones reformistas y socialdemócratas. En la víspera se había atrevido a firmar el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) en La Habana, con Fidel Castro y Hugo Chávez, ingresando al ALBA.
En cambio el gobierno K es gran burgués y sólo regatea con el ALCA desde el Mercosur, sin romper con el plan hegemonista yanqui. Respeta la ilegalidad de las concesiones coimeadas por Repsol y el resto de la “Patria Petrolera”, que se llevan anualmente 15.000 millones de dólares de renta perteneciente al pueblo argentino.
Por algo el titular de Repsol, Antonio Brufau, viajó a Buenos Aires y buscó la comprensión de Kirchner frente a la medida tomada por Bolivia. El catalán sabe que puede contar con el mandatario argentino, al que la petrolera española mantuvo como político desde los ´90 cuando le pagaba las regalías siendo gobernador de Santa Cruz.
En los ´80, cuando aquí gobernaba Raúl Alfonsín, el peronismo en la oposición hizo una campaña con la consigna de “Patria querida, dame un presidente como Alan García” (el peruano había puesto un tope del 10 por ciento de sus exportaciones para el pago de intereses de la deuda externa).
Parafraseando ese afiche, dan ganas de decir: “Patria querida, dame un presidente como tiene Bolivia”. Podemos tener un gobierno popular, si los trabajadores y el pueblo persistimos en la lucha antiimperialista y forjamos una dirección revolucionaria.