Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

[Automatic translation: EN]
[Traduction automatique: FR]

5 de mayo de 2009

Aplastamos a los ustachas en Yugoslavia en 1945 y los aplastamos en Bolivia en 2009.Libertad para el Pueblo muerte al fascismo‏

http://www.linke-t-shirts.de/images/buchcover/DLF65.jpg


Publicado el 15-IV-09 en “Cambio”.

La Conexión Ústacha

Marcos Domich

Hace mucho tiempo se sabía o se presumía, con gran posibilidad de certeza, las vinculaciones de los ústachas (fascistas croatas) con la derecha fascistizada de Santa Cruz. Un punto de principio, en el análisis, es que la vinculación no es entre croatas y descendientes de croatas, sino entre fascistas de origen croata con otros fascistas que de alguna manera se vincularon con la Croacia post yugoslava. Es decir se trata de vinculaciones ante todo políticas. Se conectaron fascistas con fascistas. No importa dónde hubieran nacido, qué idiomas hablaban, cuál era el color de su cabello o qué religión profesaban. Y son vinculaciones antiguas, que tienen una historia. Esta se remonta a la segunda mitad de los años de 1940 y dura, al menos, hasta mediados de 1950. Notables personajes bolivianos tuvieron contactos con Ante Pavelic, el ústacha puesto a dirigir el “Estado Croata Independiente”, bajo la ocupación nazi del entonces Reino de Yugoslavia.

Entre la gente del grupo terrorista, desbaratado en Santa Cruz la madrugada del día 16, hay uno solo de apellido croata: Tadic (se pronuncia Tadich), que fue dado de baja de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB). Los otros son: Elot Tóazó (húngaro), actualmente preso junto a Mario Tadic. Los tres muertos en el enfrentamiento son Mayarosi Ariad, rumano, Duayer Michel Martin (irlandés) y Eduardo Rózsa Flores (boliviano- húngaro-croata). Este último es el que más ha llamado la atención debido a que él mismo se encargó de difundir aspectos de su azarosa vida. Nació, en efecto, en Santa Cruz en 1960, pero no vivió en Bolivia más de 10 o 12 años. Su padre, Jorge Rózsa, que sugestivamente se vinculó al Partido Comunista, salió al exilio, a Chile, después del golpe de Banzer en 1971. De allí fue a dar a Hungría pasando, posiblemente, por Suecia. Tenía un extraordinario don de ubicuidad que solamente lo superó el hijo Eduardo. Este estudió en Hungría ciencias sociales. Pero es absolutamente improbable que hubiera estudiado en una academia Derzhinski, en la URSS. La desinformación de la derecha quiere sacarle punta a esto que supone alguna vinculación izquierdista. Eso sí, se sabe que después de la disolución del campo socialista se enroló en organizaciones de ultraderecha y así fue a dar a Croacia para combatir junto a los neofascistas o neoústachas, en este caso, contribuyendo a la contrarrevolución y la consiguiente separación de Croacia de la Federación Yugoslava.

Es extraña la evolución o las volutas ideológicas que pasó en su vida. Siempre fue un personaje de una vida cambiante y turbulenta. Se podría definir su pensamiento y conducta como la de un vicariante. De pronto parecía inclinarse a la izquierda y expresarse favorablemente por Chávez como, acto seguido, lanzar proclamas en el espacio cibernético a favor de la “nazión camba”. En materia de credos no es menos sorprendente: saltó del agnosticismo a la rigidez intolerante del Opus Dei y luego al fanatismo islámico, tornándose antisemita y pro palestino, a pesar de su origen judío. En fin una suerte de galimatías que más que configurar un sujeto político crea una sintomatología para un caso clínico.

En la psicopatología se describen este tipo de casos dominados por el patetismo y la impulsividad y son las personalidades adecuadas para las acciones extremas y para identificarse con los extremismos, de derecha o de izquierda.

No pensamos que el fascismo o, en general, el extremismo de derecha tenga mucho que ver con la patología de la personalidad. Podríamos admitir que se pueda pensar acaso en una suerte de patología social, en un producto de la sociedad capitalista que ha ingresado a la etapa de su larga agonía final. Como que, el fascismo, es una especie de escudo que aparece en momentos de emergencia, en momentos en que percibe que su existencia está amenazada. Para ello puede recurrir a personalidades como las del infortunado Eduardo Rózsa. En fin esto sugiere la necesidad de análisis más profundos y más documentados. Entretanto lo que queda claro es que sí hay vínculos entre el fascismo croata y el fascismo de la “media luna”. No hay dónde perderse ni cómo puedan ocultarlo.


Etiquetas: