Superioridad sanitaria del Socialismo cubano: 0 muerte por gripe A
Cuba hace frente a gripe A sin vacunas, pero cero muertes
Las autoridades sanitarias cubanas dicen que apostar a una vacuna para contener una pandemia mundial es algo arriesgado y desmoralizador.
"Todavía no se sabe si (la vacuna) funciona", declaró a la AP el doctor Luis Estruch, viceministro de salud pública. "¿Qué seguridad va a tener? Eso no lo sabe el mundo científico todavía".
También mencionó el alto costo de una vacuna cuya confiabilidad todavía no está plenamente demostrada.
Las preparaciones para combatir un posible brote en el invierno boreal involucran a todos los ministerios y las fuerzas armadas. De ser necesario, el gobierno aislaría barrios e incluso pueblos enteros, cerraría carreteras y despacharía equipos médicos a las comunidades afectadas por la gripe, indicó Estruch.
"En cuestión de horas podemos determinar cuáles recursos enviar", dijo Estruch. Agregó que se han contemplado numerosas variantes: "Si hay que paralizar un pueblo, si hay que paralizar el transporte público, si hay que parar las escuelas, si hay que tomar otras medidas...".
El virus ha causado al menos 3.205 muertes a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud. Se han confirmado más de 250.000 casos, aunque la mayoría no requirieron tratamiento.
Las vacunas son el eje central de la batalla contra la gripe porcina de muchos países, incluido Estados Unidos.
Pero Cuba tiene otro enfoque, y no porque no esté en condiciones de producir una vacuna.
La isla tiene un Centro de Biotecnología e Ingeniería Genética que fabrica un centenar de productos, incluidas más de tres docenas de drogas para combatir enfermedades infecciosas.
Y cuenta con 12.000 científicos, una cifra muy alta para un país tan pequeño, pobre y bloqueado por EEUU, lo que refleja la importancia que se le da a la medicina y la ciencia.
"Si tuviésemos confianza en una vacuna, la conseguiríamos. De inmediato", dijo Estruch.
Pero agregó que no es recomendable prometer una cura para un tipo de gripe que puede mutar en cualquier momento. Y recordó la campaña que hizo Estados Unidos en 1976 para vacunar a millones de personas en previsión de un brote de gripe porcina que nunca se dio.
Cientos de personas atribuyeron a la vacuna otras enfermedades y hubo demandas que costaron al gobierno casi 100 millones de dólares.
Cuba tiene un sistema de defensa civil que ha realizado evacuaciones masivas y salvado muchas vidas cuando huracanes azotaron la isla.
Su programa de respuesta a emergencias, supervisado por el presidente Raúl Castro y las fuerzas armadas, está organizado a nivel de cuadras en cada pueblo y el gobierno recoge información sanitaria a diario de su amplia red de clínicas barriales.
"Cuando hay huracanes, hay gente en cada sector responsable de estar pendiente de lo que sucede: quién necesita asistencia, las mujeres embarazadas, los ancianos, los edificios vulnerables", dijo Wayne Smith, un ex diplomático destacado en Cuba y quien trabaja con el Centro para Política Internacional de Washington. "Lo mismo sucede con el sistema de salud".
Fue así que los cubanos detectaron sus primeros casos de gripe porcina.
Luego de que se reportó el brote en México el 24 de abril, el ministerio de salud observó a toda persona proveniente de ese país y luego prohibió durante un mes los viajes a y de México.
Diez días después, Cuba confirmó sus primeros casos: tres estudiantes mexicanos que habían llegado recientemente de su país.
"Los detuvimos en cuestión de horas, el 15 de mayo", dijo Estruch.
Los estudiantes fueron atendidos y se les permitió permanecer en Cuba.
Todos de los barrios tienen clínicas gratuitas y Estruch explicó que cuando una persona va a uno de esos centros de salud por una influenza, se investiga si tiene el virus de la gripe porcina...
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