El capitalismo obstaculiza seriamente la fuerte tendencia de los pueblos soviéticos a la reunificación revolucionaria.

Un camarada a favor en las calles de Moscú de la unión entre Belarús y Rusia.

Zimbabwe, Belarus, Venezuela...parte del Frente Antimperialista Mundial.

A comienzos de octubre el compañero Alexander Lukashenko, presidente de la República pro soviética de Belarus, ha puesto en claro cuál es la verdadera naturaleza de las diferencias entre la Federación Rusa y la República que dificultan su reunificación en un sólo Estado como lo desean los pueblos soviéticos de ambos países. Lukashenko ha acusado al primer ministro ruso Vladimir Putin de organizar un complot contra Belarus para eliminar del mercado ruso a las empresas bielorrusas del gas. Le acusa también de impedir que Belarus pueda suministrar a Rusia sus productos alimenticios de alta calidad y baratos. Si esta acusación se confirma,Putin estaría cometiendo un crimen imperdonable contra la Unión Rusia-Belarus como columna vertebral de la reunificación de los heroicos pueblos soviéticos.

Estos días el diario Komsomolskaya Pravda propiedad del oligarca Vladimir Potanin acusa a China de querer absorber a la República de Kazajstán y exalta la función de "protector" de Rusia sobre dicha república.

La realidad es que los bastardos intereses privados de los capitalistas y oligarcas rusos, azerbaiyanos, moldavos, ucranianos (éstos divididos entre la derecha rusa y el imperialismo gringo), de los jefes tribales del Norte del Cáucaso y de Asia Central son un serio obstáculo objetivo en el camino indispensable y necesario que ya está en marcha para la reunificación voluntaria, pacífica y de contenido anti imperialista de los hermanos pueblos soviéticos. Muchos datos corroboran esta tendencia: casi el 40 % de los moldavos prefieren una relación estrecha antes con Rusia que con la fascista Unión Europea, los pueblos bálticos se acercan a Rusia, el pueblo ucraniano también, las repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia son ayudadas solidariamente por Rusia con la simpatía de todos los patriotas soviéticos,etc. Los comunistas de cada república deben ser el motor de este proceso de reunificación cuya sola mención pone los pelos de punta a los estrategas de Washington, Tel Aviv, Londres, Tokyo y Bruselas. Pero la Humanidad lo necesita imperiosamente para debilitar definitivamente la brutal hegemonía imperialista.