¿Por qué no ha fructificado aún la Revolución Socialista en México?

De José Clemente Orozco
De Diego Rivera
De David Alfaro Siqueiros

El proceso revolucionario mexicano de 1910 quedó inconcluso. La burguesía pudo desarmar al poderoso movimiento revolucionario campesino y estabilizar su régimen que hoy llega al paroxismo de máxima crisis política y económica, violencia desatada, desigualdad y sumisión al imperialismo

¿Por qué no ha fructificado la Revolución Socialista? Por los errores cometidos por el Partido Comunista mexicano (PCM). El PCM nació del 1er. Congreso Socialista realizado en 1919 que solicitó su ingreso en la Internacional Comunista (1). Diversos autores coinciden en que el PCM se reforzó en los años 20 y 30. Carlos Fonseca escribe que en los 30 “uno de los principales centros, por no decir el principal, del movimiento obrero revolucionario de América Latina” (2) era México. Un autor de la escuela maoísta señala que el PCM tenía “influencia significativa entre los campesinos” (3) en los años 30. El soviético Koval escribe que el PCM desplegó en la segunda mitad de los años 20 una “enérgica actividad”. Tanto es así que el gobierno burgués lo prohíbe en junio de 1929.

En 1934 recupera la legalidad pero cae en graves errores: “nunca formuló una línea y un programa correcto para la revolución en México” (3). Plantea la “unidad a toda costa” con el gobierno de Lázaro Cárdenas que realiza reformas progresistas sin dejar de ser un gobierno burgués nacionalista. El PCM intentó entrar en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM, hoy PRI) subordinándose a su dirección. No fue capaz de construir una plataforma revoloucionaria independiente. Además cayó bajo la influencia del dirigente norteamericano Earl Browder quien propuso la autoliquidación de los partidos comunistas y la renuncia a la revolución socialista. Cuando Cárdenas deja el poder en 1940 los sucesivos gobiernos burgueses abandonaron su línea progresista pero el PCM ya estaba debilitado política e ideológicamente. Incluso los sectores conservadores del PRM-PRI se aprovecharon del trabajo del PCM, sobre todo con los campesinos. Cuando los militares asesinan a 9 trabajadores bajo el gobierno de Ávila Camacho, el PCM disculpa a los asesinos en lugar de organizar la respuesta. El PCM saluda como “progresista” el gobierno del reaccionario Miguel Alemán (1946-1952). Disolvió sus células obreras. Nunca se recuperó del “virus” reformista y en 1981 se auto disolvió para aliarse con grupos socialdemócratas renunciando al marxismo-leninismo y entrando finalmente en el partido burgués PRD. Otros errores del PCM fueron menospreciar el trabajo campesino, no elaborar una estrategia correcta para la lucha armada por el poder y negarle solidaridad a la lucha antiimperialista de Sandino en 1929.

La lucha revolucionaria mexicana adolece, a pesar de que en el país hay millones de revolucionarios, de una vanguardia única consecuente que oriente la lucha en ese inmenso país para derrotar a la burguesía pro imperialista y establecer un estado revolucionario. Pero la construirá y México conocerá su tercera revolución: la socialista.

Notas

(1) B.Koval, Movimiento obrero en América Latina 1917-1959, Progreso, 1979, Moscú, p. 7.

(2) Carlos Fonseca, Viva Sandino, Editorial Nueva Nicaragua, Managua, 1985, p. 71

(3) Isidro Serrano, Revolución agraria y semifeudalidad, Editorial La Chispa, México, 1991