Samanta Smith, una ilustre visita a la Unión Soviética

A raiz de una petición de un lector nicaragüense, Carlos Alberto Corrales, el camarada Josa se ha puesto manos a la obra para transcribir y traducir esta historia (ver video):

En la primavera de 1983 una niña de diez años del estado de Maine escribe una carta al dirigente soviético Yuri Andropov donde le preguntaba: “¿Está usted a favor de la guerra o no? Si está usted en contra, dígame por favor qué es lo que va a hacer para evitarla”. Sin duda Andropov recibía a montones cartas parecidas de todo el mundo y sin embargo eligieron esta para responderle, primero porque venía de los Estados Unidos y segundo porque estaba escrita por una escolar que además tenía uno dos apellidos más comunes. La chica se llamaba Samanta Smith . Es sorprendente el tono de la respuesta que recibe del Secretario General del CC del PCUS: “Me parece, a juzgar por tu carta, que eres una chica valiente y honrada, igual que Becky , la amiga de Tom Sawyer, de la famosa novela de Mark Twain, tu compatriota.

La respuesta de Andropov puso a Samanta Smith a la par de personajes tan queridos por el pueblo soviético, como Reed o Ángela Davis. Al leer la carta de Andropov, Samanta Smith queda perpleja: “antes tenía la imagen de que los rusos eran como habitantes de otro planeta, ahora he entendido que son gente como nosotros, los norteamericanos”. La carta de Andropov incluía una invitación para visitar la Unión Soviética. Al llegar a Moscú, la chica no podía imaginar que en la URSS ya la conocía todo el mundo. Desde el aeropuerto acompañan a la pequeña una nube de periodistas y de niños de organizaciones de pioneros de varios colegios. La atención de los medios en absoluto cohíbe a Samanta que se desenvuelve con toda soltura sorprendiendo a todo el mundo. Sonido del programa televisivo de la época: “Con la naturalidad que caracteriza a los niños, la colegiala estadounidense de once años, Samanta Smith preguntó: ¿Por qué los rusos quieren conquistar todo el mundo, o cuando menos a los EEUU?” .Tras pasar una semana en el campamento de pioneros Artek, Samanta vuelve a casa entusiasmada de su viaje al país del socialismo. Esta historia de cuento tiene un final trágico. Dos años después, samanta y su padre morirían en un accidente aéreo en su estado natal de Maine.