La contribución de los pueblos norcaucásicos a la construcción del socialismo soviético
2.- La segunda fue su incorporación decisiva a la instauración del Poder soviético en el Cáucaso del Norte: el dirigente de la orden sufí Alí Mataev fue el líder del Comité Revolucionario checheno, el dirigente musulmán daguestaní Alí-Hadji Akushinski contribuyó al poder soviético en su república. El 20 de enero de 1921 el comisario del pueblo para las nacionalidades Stalin propone al Congreso de los "montañeses" que se realiza en la ciudad de Vladikavkaz: amnistía para los implicados en la rebelión antisoviética de Said Beck, plena soberanía interna, creación de una República Soviética de las Montañas (Gorskaia Sovetskaia Republika) y restitución de las tierras confiscadas por el zarismo a los campesinos. Los delegados aceptan la propuesta de Stalin y nace la mencionada república que incluye a Chechenia, Ingushetia, Osetia, Kabardia, Balkaria y Kabardia. Por órdenes de Stalin y de Ordonikidzé 65 mil colonos cosacos que habían usurpado tierras de los campesinos chechenos e ingushes son expulsados y las tierras devueltas a sus dueños (Ver artículo "Les soviets plus la "Charia"" http://www.monde-diplomatique.fr/1995/01/A/1130). El poder soviético actuó como intermediario entre los diferentes pueblos y anuló la venganza de sangre entre clanes
3.- Florecimiento cultural: la Revolución soviética potencia el desarrollo de las lenguas de los pueblos norcaucásicos, fomentando su enseñanza y creando alfabetos. A partir de 1922 el Instituto de Estudios Orientales de la URSS construye junto con los pueblos concernidos alfabetos de lenguas hasta entonces orales. Es una revolución lingüística que permite elevar el nivel cultural y la educación de los pueblos
4.- Participación en la resistencia a la invasión nazi. La mayoría de los pueblos resisten. Los kabardinos destacan por su fidelidad al poder soviético y los osetios del Norte por su movilización anti nazi como lo señala el investigador Antonio Fernández Ortiz. El daguestaní Abduljakim Ismailov izó con sus camaradas la bandera roja triunfante en el Reichstag nazi.
Sin embargo Hitler consigue el apoyo del líder checheno Hassan Israilov y del jefe de la comunidad musulmana de Kabardia-Balkaria Joze Jotekov que lanzan una rebelión pro nazi que ataca a la población civil rusa y de otras nacionalidades y cuelga sin piedad a médicos y maestros. Surge un partido clandestino de los "hermanos caucasianos" que se propone crear un estado bajo la protección de Hitler que es llamado "Gran Imán del Cáucaso". El poder soviético deporta en consecuencia a los pueblos que apoyan ese acto criminal a Asia Central hasta 1957.
5.- Los pueblos norcaucásicos contribuyen a la construcción socialista de postguerra. La urbanización e industrialización de esas sociedades las moderniza como señala Fernández Ortiz. Gracias al socialismo estos pueblos en estado de feudalidad y tribalismo iniciaron un periodo de desarrollo cortado por la contrarrevolución a partir de 1991. El poder soviético construye todas las ciudades de Chechenia menos Grozni que había sido construida en el siglo XIX por los rusos. En Daguestán se establece una dirección espiritual para los musulmanes de la región compatible con la construcción socialista.
6.- Los pueblos resisten a la contrarrevolución criminal a partir de 1991. Varios ejemplos: El Soviet Supremo de Chechenia apoya en 1991 bajo la dirección del primer secretario del Partido Doku Zabgaev el intento de salvar la URSS protagonizado por el Comité de emergencia. Muchos chechenos combaten con las armas al traidor Dudaev apoyado por el imperialismo. Ingushetia rechazó separarse de la URSS y se separó de Chechenia. En las elecciones de 1993 el pueblo de Daguestán votan masivamente por el Partido Comunista. En 1999 los pueblos daguestaníes resisten con las armas la invasión del terrorista checheno Basayev.
La historia no ha terminado y los pueblos del Norte del Cáucaso reconstruirán el socialismo.
Etiquetas: Socialismo europeo
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