Criminal destrucción de la economía socialista: causa y base de la inestabilidad en Kirguistán
Lamentablemente el Partido no pudo organizar con eficacia la resistencia de los miembros de los Koljoses que, de ninguna manera, acogieron favorablemente las imposiciones capitalistas y que opusieron resistencia. En las elecciones legislativas del 2000 el P de los C. fue la lista más votada, expresión de nostalgia soviética y de rechazo a la brutalidad capitalista. La agricultura soviética había tenido un gran éxito en Kirguistán. El 62 % de la población era koljosiana a comienzos de los años 90. El artículo enfatiza que la construcción de los koljoses fue obra directa de los antiguos pastores transhumantes kirguizos a partir de los años 30 que elevó considerablemente su nivel de vida, los sedentarizó, mecanizó la agricultura, elevó su nivel productivo y cultural. En los años 70 el Koljós de la región de Aktalaa, objeto del estudio, acogió fraternalmente a técnicos agrícolas rusos y alemanes.
Askar Akaev se apoyó en cuadros medios traidores del Partido, como él mismo, que era presidente de la Academia de Ciencia descendiente de un gran kan (noble), German Kuznetsov, el policía corrupto Feliks Kulov o Rosa Otúnbayeva antiguo cuadro medio y vicepresidenta del Consejo de ministros de la república en 1986. El nuevo jefe de la autoridad local burguesa creada para liquidar la propiedad socialista objeto del estudio que citamos es un antiguo secretario local del Komsomol. Los comerciantes uzbekos de Osh le dieron apoyo. Akaev se puso a las órdenes de la burguesía pro imperialista de Moscú dirigida por Yeltsin para aplicar una "terapia de choque" bajo las líneas del FMI y del Banco Mundial. El dirigente comunista Masaliyev afirmó que la mayoría de la población se oponía a la privatización de la tierra y que ésta se impuso por un referendum amañado para seguir las órdenes imperialistas.
La principal autoridad soviética del agro es el presidente del Koljós, bashkarma, elegido para tres años por los koljosianos. Después venía el secretario del Partido y el jefe del Soviet rural. Tras 1991 estos dos últimos desaparecen pero el jefe del Koljós trata de preservarlo. Finalmente el gigantesco Koljós de 45 mil hectáreas es liquidado en 1994-96. Surge una nueva burguesía rural, la gran mayoría de los koljosianos pasan a ser asalariados del nuevo empresario que se convierte en dueño de una empresa forestal, los dos molinos locales, las cosechadoras, tractores, camiones, granja privada y venta de carburantes. Otra parte de los koljosianos es reducida a la economía de autosubsistencia. Resurgen las estructuras antiguas como el linaje, kaydulat.
La mayoría de la población ha caído en la completa miseria tras la caída del socialismo y la terapia de choque capitalista del contrarrevolucionario Akaev y sus sucesores. Esto explica el caos actual de la República.
Boris Pétric, Svetlana Jacquesson, Jean-François Gossiaux et André Bourgeot, « L’émergence de nouveaux pouvoirs locaux sur les cendres d’un kolkhoze kirghize (oblast de Naryn) », Cahiers d’Asie centrale [En ligne], 13/14 | 2004, mis en ligne le 23 avril 2009, Consulté le 15 juin 2010. URL : http://asiecentrale.revues.org/index149.html
Etiquetas: Espacio postSoviético
1 Comments:
Veinte años han pasado ya desde la criminal liquidación de la URSS y sus terribles consecuencias se ven por donde se mire. Aquellos que por su codicia traicionaron el socialismo estaban sembrando un futuro de destrucción de las fuerzas productivas como nunca se ha visto en la historia. Veinte años son cuatro quinquenios soviéticos, cuatro planes quinquenales de desarrollo y de crecimiento para todo el pueblo que, de haberse materializado, no nos es dificil imaginar el grado de elevación de las condiciones materiales y culturales que hubieran alcanzado las Repúblicas Soviéticas de Asia Central.
En éstos veinte años el poder Soviético ya habría transformado Afganistán en una mas de las Repúblicas de la URSS, acercando al Pais de Octubre a su ansiada salida al oceano Indico.
La trayectoria ascendente del Socialismo se truncó brutalmente un diciembre de 1991, para desgracia de toda la humanidad, alegría de ávidos degenerados burgueses y traidores al comunismo que les vio nacer. En poco tiempo han destruido mucho pero, sin duda, no han podido borrar la memoria de millones de seres humanos en aquel pasado, en aquel Pais que perdieron. Y esa memoria tendrá que dar sus frutos. Solo falta que sea capaz de volver a organizarse lo antes posible.
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