Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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4 de agosto de 2010

La megapolis de Chongqing, nuevo modelo de desarrollo armonioso socialista



El Partido dirige a la clase obrera y capas medias, al aparato del estado y a las fuerzas productivas en la construcción social y urbana
Si las mafias y los corrompidos imponen su poder no hay posibilidad de construcción socialista basada en el trabajo, el patriotismo y el poder de la clase obrera.

El filósofo Losurdo en su impresionante análisis tras su viaje a China se detiene en la megapolis de 32 millones de habitantes de Chongqing, ciudad autónoma del centro del país. Aspira no sólo a superar su atraso y equipararse a Shanghai sino a convertirse en una referencia mundial. Están surgiendo bloques de fábricas, viviendas y oficinas y Losurdo observa las filas de árboles recién plantados y primorosamente cuidados. Se trata de poner en acción la "sociedad armoniosa" de la que hablan los comunistas chinos en la que la referencia continua al pensamiento, ejemplo y obra del presidente Mao Zedong es importante. En esta tarea está comprometido el camarada Bo Xilai que tras ser un brillante ministro de comercio exterior ha sido llamado por el Partido a la tarea de desarrollar y reorganizar la inmensa urbe. Lo primero ha sido golpear sin piedad las estructuras de las mafias corrompidas que desviaban fondos públicos, constituían una clase de capitalistas criminales y destruían entre las masas la confianza en el Partido. Losurdo habla de la creación de nuevas relaciones sociales en la ciudad, entre ciudad y campo y entre el hombre y la naturaleza. Hay que seguir con atención lo que pasa en Chongqing.

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