Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

[Automatic translation: EN]
[Traduction automatique: FR]

17 de abril de 2010

Lukashenko: la retirada de nuestro arsenal nuclear fue un gravísimo error


BELTA. Agencia de noticias de Bielorrusia.

Traducido del ruso por Josafat S. Comín

“Considero que la retirada de Bielorrusia del armamento nuclear, en aquellas condiciones en las que los nacionalistas lo llevaron a cabo fue un gravísimo error”, dijo el presidente. “Tuve que ratificar ese acuerdo, pues ya no había marcha atrás: me presionaban tanto Rusia como los estadounidenses. Hay que retirarlo, lo han prometido. No se podía, un enorme patrimonio, una mercancía tan valiosa, que al fin a y a la postre tuvimos que vender bastante bien”.
El presidente recordó, que Bielorrusia retiró el armamento nuclear a cambio de garantías de seguridad de parte de las dos principales potencias nucleares. “Si tuviéramos ahora ese armamento, hablarían ahora con nosotros de un modo distinto, -subrayó el presidente Lukashenko. Pero bueno, lo retiramos. Garantícennos entonces la seguridad. Pues no.”
Alexander Lukashenko contó que en Bielorrusia quedó uranio altamente enriquecido, cientos de kilogramos de uso militar y parte menos enriquecido. “Cada año vienen a pedirme: deshágase de ese uranio. Si quiere mándenoslo a EE.UU. le pagaremos, si quiere llévelo a Rusia. Y yo les digo: “En primer lugar, qué venís a decirnos lo que tenemos que hacer. Es nuestra mercancía y la mantenemos bajo control de la IAEA. No vamos a fabricar sucias bombas ni a vendérselo a nadie. Utilizamos ese uranio con fines científicos”… “Me han puesto contra la pared, con la navaja en la garganta, ¡entréganoslo!”. Y yo les respondo, ya os dimos en su día nuestro armamento nuclear, ¿y que logramos con eso?
El presidente subrayó que no se puede permitir que nadie dicte las condiciones a otro: “Sentémonos en la mesa de negociaciones, y decidamos que hacer con esa enorme cantidad de uranio enriquecido”. A. Lukashenko comprende la preocupación de otros estados, pero al mismo tiempo hizo hincapié en que Bielorrusia está capacitada para conservar este material nuclear, como lo ha venido haciendo durante todo este tiempo desde el momento de la independencia.
Al comentar la decisión del gobierno de los EE.UU. de celebrar una cumbre mundial sobre la cuestión nuclear sin la participación de Bielorrusia, el jefe del estado dijo, que no tenía pensado acudir a ese evento. Ya que no estás dispuesto a entregarnos ese uranio, no te vamos a invitar a la cumbre. Y yo digo: “Gracias, de todas formas no pensaba ir”. Aunque hubieran invitado a Bielorrusia, no hubiera acudido. Por qué, cuando a Israel no le venía bien que le fueran a hacer preguntas sobre armamento nuclear, ellos saludaron con la mano. Adiós, no necesitamos vuestra cumbre”. Algo parecido les respondí yo”.
“Nadie va a poner a Bielorrusia de rodillas. Solo hablaremos de igual a igual, por mucho que nos presionen los EE.UU por un lado y Rusia por otro. La presión viene por ambos lados, es lo que sentimos.” El jefe del estado añadió que “Bielorrusia siempre fue un socio responsable y confiable para cualquier país en cuanto a seguridad nuclear se refiere, y siempre hemos cumplido nuestros compromisos. “Somos gente seria y responsable. No aceptamos sobornos y no se lo pensamos vender a nadie por mucho que paguen. Es material secreto”.
Alexander Lukashenko considera que el hecho de que no se hubiese invitado a Bielorrusia a participar en la cumbre demuestra que:“No se puede confiar ni en los estadounidenses, ni en Occidente en general”.
“En Rusia siempre nos han escuchado y comprendido, y de no ser por esta confusión y barahúnda, que todos sabemos sobre qué se asienta, los rusos siempre nos comprenderían y apoyarían. Con Occidente, con los EE.UU. nunca ha habido nada de eso. Se aferraron a un tema concreto, consiguieron lo que querían y a otra cosa. Lo mismo es aplicable al tema nuclear”. “Y luego seguramente, entran en juego otras cuestiones: no invitamos a Lukashenko ¿para qué aumentar su índice de popularidad en vísperas de las elecciones? Me sobra con los índices actuales para salir reelegido presidente.”
A. Lukashenko añadió: “Si Rusia, Kazajstán y otros estados de la CEI fueran realmente amigos de confianza, habrían dejado las cosas claras: Bielorrusia es de los nuestros y debe estar en la cumbre, y los usamericanos no hubieran tenido más remedio”. También señaló que acepta esta situación de un modo tranquilo: “Prefiero estar aquí charlando con ustedes, a orillas del rio Pripiat, que estar sudando en Washington”.

Etiquetas:

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sería muy apropiado procesar ese uranio para hacer unos cuantos pepinos de autodefensa.¿Tiene Belarus alguna central nuclear?

Pepe.

9:05 a. m.  
Blogger RAFAEL ANTONIO said...

" No se puede confiar en USA ni en occidente en genral"...tiene mas razon que un santo el bueno de Lukashenko.

9:15 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home