breves sobre los intentos de la burguesía de liquidar la herencia soviética
Lo que sea con tal de librarse de las fiestas soviéticas
Según informa Pravda el 15 de febrero aparecerá una nueva fiesta en el calendario: Día en memoria de los ciudadanos de Rusia que cumplieron con su deber allende las fronteras de la Patria.
Precisamente el día en que las últimas tropas soviéticas abandonaron Afganistán en 1989, después de llevar 10 años ayudando a la joven República Popular Democrática de Afganistán a intentar construir una vida pacífica, al tiempo que se aseguraba la frontera sur de la Unión Soviética. Ese mismo Afganistán, que aparece hoy sumido en el caos, repleto de misiles gringos, exportando el conflicto a toda el Asia Central, y sembrando de heroína toda Rusia, provocando la muerte a entre 20 y 40 mil jóvenes al año,-el doble de los internacionalistas soviéticos que cayeron en 10 años de presencia en Afganistán.
Es totalmente evidente la manipulación del gobierno en su intento por desplazar las fiestas soviéticas. Como ya sucediera con la sustitución del 7 de noviembre por el 4, colocan esta nueva fiesta al lado del 23 de febrero, Día del Defensor de la Patria, que hasta no hace mucho se celebraba como Día del Ejército Rojo y de la Marina.
Están convirtiendo Rusia en un país de tontos
Como denunciaba Serguei Kapitz en “Argumenty y Fakty”, parece que por fin hemos llegado a la meta que nos habíamos propuesto estos últimos 15 años, educar un país de idiotas. De seguir Rusia por este camino, en el que otrora fuese el país donde más se leía, dentro de 10 años será difícil encontrar a los que hoy día dicen coger algún libro entre sus manos “de vez en cuando”. Y lo que tendremos será un país más fácil de gobernar y al que será más fácil robarle sus recursos naturales. Un país sin futuro.
Y es que según datos del Instituto Ruso de Estadística en 2009 el 35% de los rusos reconoce no leer nunca o muy rara vez y el 42% lo hace esporádicamente, frente a un raquítico 20% que se declara lector habitual.
¿Cuánto puede durar un país “sin cerebros”?Según el experto de la Duma en cuestiones científico-técnicas, V. I. Babkin, en entrevista que recoge kommunar-press. Rusia está amenazada por una nueva oleada de “fuga de cerebros”. Todavía no se conocen las cifras exactas de la primera terrible oleada entre 1991 y 2002, pero se calcula que pudieron abandonar el país hasta 500 mil científicos. Según cálculos hechos siguiendo la metodología de la ONU, se calcula que la pérdida de cada especialista supone al país 300 mil dólares. Mientras que para el país que los recibe, supone un ahorro considerable (la educación de un médico cuesta de media 650 mil dólares).
En los 18 años transcurridos desde la caída de la Unión Soviética, la suma perdida en la preparación de todos esos especialistas que se tuvieron que ir, ascendería a 1-1,5 billones de dólares.
La cifra total de científicos ha pasado del millón 200 mil a los 380 mil actuales. O sea que se ha reducido a una tercera parte de lo que teníamos.
De producirse una nueva fuga, en la que abandonasen el país un 10% de los científicos que quedan, significaría llegar a la pérdida definitiva de la “masa crítica” que se necesita para mantener los proyectos de investigación.
El rector de la Universidad de Moscú, V. Sadovnichii, comparte esa opinión y recuerda que en los 90, Rusia perdió una tercera parte de su potencial intelectual. Escuelas científicas enteras fueron “reimplantadas” en Occidente, lo que supone una pérdida irrecuperable.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home